lunes, 30 de octubre de 2017

Porta, a libro abierto




Texto: Noelia Baldrich.







"Me gano la vida con las palabras, sin embargo, cuando me toca hablar de la música me quedó sin ellas”. Resulta chocante que esta afirmación la haga un arquitecto del lenguaje, un mago que saca metáforas de la chistera o, cómo él se define, sin declaraciones de modestia, “el Neruda en la escritura, el Anthony Blake, elevado hasta su máxima potencia”. He de suponer que su lapsus linguae responde a qué por primera vez este rapero barcelonés –uno de los más importantes de España- sumerge su tetris de estructuras raperas a un hábitat diferente. Su Corazón, boli y papel, vienen encuadernados poéticamente en un libro con enigmáticas ilustraciones. Y aquí está el enigma, ¿por qué un MC, producto de internet, con más de 15 millones de portadores en YouTube, 10 años de carrera, 2 maquetas, 5 discos... da un salto a un medio tan “arcaico”? No es cuestión de edades (2006) porque la suya le permite sacar a pasear aún a Peter Pan. No hay truco (2007), el libro ya se ha publicado. No es debido a un Trastorno bipolar (2009), eso ya lo pasó y un Reset (2012) le curó. Algo ha cambiado (2014), quizá El equilibrio (2016) encontrado a pesar de estar siempre En boca de tantos (2008). Y es que su trayectoria dejó al mundo del hip hop descolocado. Desde su irrupción, la osadía de su Rap Comando desafío los cánones de la ortodoxia del hip hop. Desvirgó al underground y muchos no se lo han perdonado. No es tóxico, ni corrosivo, y no responde a las provocaciones pero cierto es que algunas de sus letras utilizan instrumental de contenido sexual. Sin embargo, no lo saquemos de contexto, es solo un violador del verso puesto. Lo suyo es libertad de expresión sin censuras, le gusta el sarcasmo e ingeniar y no es lo que el hip hop quiere, sino lo que necesita. ¿Será que ahora este talentoso rapero, aficionado al manga y los videojuegos e hipersensible a la palabra escrita necesita el flow de la poesía? Vamos a modular las emociones de Porta leyendo Estados de un exanónimo (2017, Verso&Cuento).






Estados de un Exanónimo, ¿son diferentes los estados cuando uno deja de ser anónimo?
En realidad no se diferencian mucho. El título es un juego de palabras: quien está narrando, escribiendo el libro, es una persona que ha dejado de ser anónima, y, a la vez, hay oculto el mensaje “estados de ánimo”, que es de lo que trata, más de si soy o no anónimo. Lo importante son los estados de ánimo, las emociones. Soy un artista conocido por ello. Cuando lancé mis primeras maquetas, mis primeros trabajos, llamó mucho la atención que no fuera el típico rapero que únicamente habla de crítica social o que usa el rap para atacar. Tenía las emociones a flor de piel, acababa de dejar una relación, y estaba mal, negativo, pesimista y hablaba de lo que sabía, vivía y sentía, y eso llamó mucho la atención. También fui muy criticado, precisamente por hablar de frikismo, de videojuegos, de mangas, de anime, cuando no era nada habitual y ahora sí, y me siento muy orgulloso. He conseguido que eso se normalice y que el rap sea, hoy en día, lo que se supone debía ser: una música libre, con respeto, con libertad de expresión. Se supone que no hay normas ¡qué problema hay que hable de amor, de desamor, de frikismo! Estoy orgulloso porque en parte soy responsable, he puesto ahí mi granito de arena.

Vídeo resumen




Ahora pones tu granito de arena en un libro de prosa poética y escribes: “En cuanto al libro que tienes en las manos, igual que mi evolución que en la música, sentía la necesidad de recorrer nuevos caminos como este porque al fin y al cabo la escritura es mi terapia mi salvación, mi pasión”. ¿Te sentías demasiado estructurado en el rap?
Sí, sí. Ha sido complicado encontrar la manera de escritura, he salido un poco de mi zona de confort. Estoy muy habituado a escribir sobre ritmos un 4x4, o un 3x4, que lo que me marca la pauta es el ritmo de la instrumental. Al hacerlo en el libro con libertad absoluta, nada que te paute, era raro. ¿¡Cómo lo hago!? Pero no quería influenciarme de otros artistas, ni utilizar un lenguaje complicado, quería que todo el mundo pudiera entenderlo. Tenía que encontrar el Equilibrio, como mi disco anterior. Es verdad que la mayoría de las poesías que he escrito se pueden extrapolar al rap y puedes encontrarle el ritmo, pero hasta que no encontré el método, me costó.

¿Y por qué meterse en caminos costosos?
Porque llevo mucho tiempo con inquietudes, no quiero estancarme en el rap, quiero vivir. Sentía la necesidad de expresarme de forma un poco distinta.




¿A tu interior darle otra vía de expresión?
Sí. Con el rap tengo la posibilidad de abarcar todo, soy un artista bastante versátil en ese aspecto y no creo que haya limitaciones. Es verdad que en el libro me puedo explayar más. Me gusta escribir y podría hacer canciones de diez minutos, pero ¿quién las escucharía? Sin embargo, en un libro entra ya en juego la imaginación, como cada uno lo interpreta, lo vive. Hay una parte del libro, que no es poesía y que hablo de mis cuatro pilares. Ahí sí que me deja mucha más libertad que el rap, porque puedo contar matices y me facilita a la hora de expresarme. En el rap siempre tienes que encontrar la rima y hay un momento que te bloqueas. Ha sido maravilloso encontrar esa parte.

Hablas de tus cuatro pilares, entre ellos la familia y el amor ¿un rapero que ha estado En boca de tantos no teme exponerse tanto?
Nunca he temido a lo que vaya a exponerme porque siempre he sido muy claro, transparente, y la honestidad es vital. No tengo ningún problema en admitir que he cometido errores, somos personas, nadie es perfecto, la perfección no existe. ¿¡Por qué tengo que avergonzarme de esos errores si todos ellos han hecho la persona que soy hoy y me siento orgulloso? He aprendido mucho en poco tiempo. Creo que no explicarlo sería, a lo mejor, como acomplejarse y yo no me acomplejo. Me hubiera gustado contar más, sí, y quizás lo dejo para un futuro porque tengo muchísimas cosas que quiero explicar y que se escuche.

Algo que contar (2008) fue un libro dedicado a ti.
Sí, fue un biografía pero no autobiografía, en la que se habla un poco sobre mis inicios. Era un retrato más pasota de mi persona en el que no me detuve a echarle un vistazo y dar mi opinión o poner los puntos sobre las íes. Ahora, no voy a dejar que salga nada sin mi aprobación, en el sentido que lo que se cuenta sea verídico, sea lo que yo quiero contar.

¿Por qué los cuatro estados de ánimo de Robert Thayer para expresarte?
Me puse a escribir y tengo una canción, Estados (2007), en el que paso de una emoción a otra y me puse a indagar. Al fin y al cabo, no me gusta hablar de lo que desconozco, me gusta informarme y, aunque mis raps hablan mucho de mis emociones, quería saber un poco más. Al indagar te das cuenta que lo estás enfocando todo un poco mal. Los estados y las emociones no son lo mismo. Quería aportar la manera que se pudiera entender y sabiendo que tenemos estos cuatro estados de ánimo vamos a separarlos de las emociones. Un estado es algo más prolongado. Son cuatro y, como si fueran una brújula, a partir de ahí hablar de emociones, tanto negativas como positivas.

¿Qué estado te ha resultado más complicado desarrollarlo?
Desarrollarlo, ninguno ha supuesto una dificultad grande, pero sí algunos me han tocado más, por ejemplo, la Esperanza, hay cosas muy personales. Otro, la Euforia ¿Dónde está la barrera que pasa de la felicidad a la euforia? He tenido que montarme una propia historia aunque no fuera personal, la de un amigo... Pero la que más, la Esperanza.

¿Cómo vamos de nivel de esperanza?
Una emoción que se supone que tendría que ser positiva se ve como degenera en algo negativo en el verso. Dirigiéndome a la Esperanza vengo a decirle: “He confiado en ti y ha sido todo una falsa esperanza”. Ayer, en la presentación, me costó leerlo. Voy a hacer referencia a una de mis canciones Ausente, así la gente que me conoce podrá relacionarla y entender mejor el significado.

¿Hay muchas esperanzas frustradas?
Hay bastantes, sobre todo, hay un par de esas que siempre te quedan ahí. Las heridas cicatrizan pero no desaparece. Nunca se cura aprendes, a vivir con eso.

Dicen que lo que sucede conviene... te estoy dando esperanzas (risas).
Cuando se llega al final de la estrofa se puede entender porque varias creencias mías se han ido al traste o porque soy tan desconfiado. Me abro directamente. Desde hace tiempo, me he dicho “no tengas ningún complejo de mostrarte como eres, a quien le guste bien y a quien no, bien también”. No llueve nunca a gusto de todos. ¿Por qué ocultar? Ser honesto y ya está.

¿Qué esperas que produzca a tus portadores?
Creo que les va a gustar mucho porque he sido de darles siempre material, estar al día, pero me gusta ir a mi rollo. Soy un tío muy cercano pero a la vez muy lejano. Van a encontrar una dosis extra de cercanía. “A medida que pasa los años me estoy abriendo más a vosotros, quiero abrirme a vosotros, confío más en vosotros". Y es una manera también de agradecer todo el apoyo que me han dado, que me dan y que me seguirán dando mientras dure esta gran aventura.

¿La combinarás con el rap? Te escuchado algo dubitativo. 
Sí, pero es porque soy muy planificador y tengo otras cosas entre manos. No significa que me vaya a desvincular de la música, ni mucho menos, es mi pasión.

Te hemos visto con Barei en su videoclip Worry Worry.
Sí, ahí también estoy demostrando que estoy cambiando, que estoy abriéndome, que estoy evolucionando como artista. Años atrás no quería colaborar con artistas de otros géneros musicales, para mí eso no era real. Si que pienso que las colaboraciones deben ser algo más que vender a la gente. Tiene que haber una conexión.



                      




¿Qué conexión hay con Óscar Giménez, el ilustrador de Estados de Exanónimos?

Lo conocí para el disco Equilibro, tan importante como el décimo aniversario de carrera, disco doble, con canciones nuevas y mis mejores éxitos. Ilustró el libreto con fotos de la trayectoria de esos años. Y me gustó tanto lo que hizo que quería sus ilustraciones para el libro. No he tenido que corregirlo, me ha entendido, me ha captado. Tengo la suerte de trabajar con gente que sabe lo que quiero. Mi productor, Soma, es uno de mis mejores amigos, una persona que admiraba de pequeño por su música, y sigo contando con él y su hermano, y es una delicatessen porque sale todo muy fluido. Somos honestos todos.


El pasado jueves, presentación en Barcelona y el uno de noviembre en Madrid. Debes estar en ese estado de tensión energía.

Sí, directamente ya no me centro en un estado de ánimo, sino que me baso en la emoción primaria, positiva, que es la felicidad, la euforia. Esas emociones positivas, luego, al final del día, cuando lo he entregado todo, necesito descansar. Llevo un tiempo que no paro, pienso mucho en mi futuro, en seguir trabajando en esta dirección, soy muy feliz con esto. Siempre buscando la fórmula de seguir evolucionando y creciendo. No soy de encontrar mi propio techo sino de subir un escalón más, es mi lucha constante. Soy un tipo humilde pero tampoco tengo problema en reconocer que he hecho un disco de la hostia. La cuestión es siempre “no sé si me superaré” pero la respuesta es “pero lo voy hacer”. Y así con todo. Espero nunca llegar a ese límite, no tocar ese techo.

Te hemos visto de Bruce Wayne, ¿cual será tu próximo rap?
Acabo de grabar un nuevo esta mañana por eso estoy afónico.

¿Qué es más complicado componerlo o rapearlo?
Rapearlo es difícil, pero me gusta que haya fallos en directo, como no hago playback… algún fallo, sobre todo, en vocalización. Una canción rápida entre el cansancio, la memoria y más si estás llevando canciones 1.5, las nuevas versiones. Tienes la canción antigua y la nueva y ¡que no se crucen! Pero, al final, también tengo un equipo de trabajo fantástico, mi primo, mi mejor amigo, el dj es primo de Soma, y Soma, de técnico de sonido. Ensayamos mucho pero hay coros y apoyos que no hace falta ni mencionarlos porque ellos saben si me estoy quedando sin aire. Hay una conexión muy grande.

¿El próximo rap?
Es muy directo pero no voy hacer un spoiler. Espero que guste, creo que va llamar la atención. Llevaré también contenido audiovisual para que sea lo más atractivo para el público.

De momento ¿esperanza con el libro?
Ilusión más, porque realmente no espero nada. Es más la necesidad de decir “tengo esto que deciros, es lo que quiero enseñar”. Liberación ya porque ha salido, e ilusión por lo que pueda traer. Estoy abierto a lo que venga, quiero vivir nuevas experiencias, antes me las cerraba. Estoy dispuesto a valorarlas todas, por decir algo, hacer un videojuego…

Eres un gamer, estarías capacitado.
En cuanto a programación no lo estaría, pero en cuanto a imaginación, musicalidad profundidad… eso sí que podría aportar algo.

Porta: aportar siempre.
Siempre.




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