miércoles, 24 de octubre de 2018

Sed de Daniel Cros.



Texto: Noelia Baldrich.







“Cuanto más viajo, más se ensancha el mundo, cuanto más lejos ando, más le cojo el punto, Sed de viaje, hambre de volar”. Realidad que recorre el errante cancionero de este cantautor catalán y que obedece a la peculiar contingencia de su Andar. Todo comenzó, El día menos pensado, con un billete y un girar a otros continentes. Desde 2012, sus constantes viajes a Lationámerica han dejado su vivísima impronta en su ya peculiar idiosincrasia musical. Su noveno álbum se columpia por sugestivos paisajes sonoros de primigenia instrumentación mientras sus letras, avispadas y traviesas, serpentean vocablos autóctonos, palabras extranjeras (Ça va, com si, com çá) y hasta en francés todo un tema, La vie en bleu. Y todo, rematado con juguetonas rimas en un tiovivo de vitalidad. Es tan creativa la partitura de este compositor de genio y figura que La Rueda de la fortuna se aliado con su buena aventura. Lejos de los clixés estereotipados, su exótico ADN hace mella en el circuito cantautoril. Jugosas colaboraciones como la del argentino Sebastian Garay en el corte Empezó a Nevar o la gallega Silvia Penide en Incluso esto pasará dejan constancia de su hermanamiento global. Una sabrosura de disco que podremos escuchar en enero de 2018, y del que su sello discográfico Rosazul nos va adelantando con estudiada estrategia. No puedo revelarles más detalles, no vaya a tildarme el independiente productor de indiscreta como La ventana indiscreta, otro de sus temas. Con todo, alzo la copa y Brindo porque sí, porque hay coartada, hay motivos en esta luminosa producción que colman la Sed de viaje de Daniel Cros.







Vídeo entrevista:


Twitter: _danielcros
Instagram: daniel_cros
YouTube: Danielcros

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