martes, 19 de enero de 2016

'Max Mix 30 Aniversario' gira con Platinas y Peret

Texto: Noelia Baldrich / Fotos Blanco y Negro.






El uno, maestro de maestros, un tipo a lo Einstein con aire de científico loco, finalista del cubo de Rubik, que alborotó el panorama musical de los 80 con una ecuación sonora que dio con la cuadratura del círculo de un nuevo y disparatado género, desatando la locura colectiva, reventando el mercado y poniendo en jaque a las multinacionales. Exitosos hits del momento, en vinilo, se ensamblaban, se cuadraban ritmos y se fusionaban armonías. Sin duda fue el inventor, por algo lleva registrada en su nombre artístico la platina.
El otro, 34 años como locutor de radio, showman de la radioformula It’s Your Time, considerado por muchos como uno de los mejores disc jockeys españoles. Si el primero fue un visionario a lo Steve Jobs, este segundo junto al dj J. M. Castells hicieron de Bill Gates continuando y ampliando las posibilidades del pelotazo del millón de mezclas. Su mega éxito junto a los dj’s Castells y Tejada los encumbró años más tarde como el Dream Team de los megamixers.
Ambos fueron y son la hipérbole de los Locos por el mix, responsables de la primera Operación Triunfo sin precedentes en el mainstream de las discográficas. Rompieron moldes para fabricar un molde que triunfaría estrepitosamente, una megafórmula musical de corte y confección con tralla de efervescentes efectos especiales que explotó en el mismísimo libro de los Guinness desbancando durante quince días al truhán y señor Iglesias. Coparon listas de ventas y se han llegado a vender más de 30 millones de copias.
Otro triunfo, además, hay que acuñarles. La liaron tan gorda pinchando con la aguja que los anodinos montadores musicales pasaron a ser los reyes de las pistas. Sus sesiones, una especie de acupuntura del vinilo, envolvían al personal en un poderoso bucle musical. Todo un show diseñado con pericia y esculpido con artesanía por los responsables de cabina que proyectaban ráfagas, sampleos, beatbreakers, scratches, gags sonoros, travesuras sónicas características del megamix que hacían lose the control. Una fiebre, un boom, que explotó en multitud de sagas Bombazo mix, Maquina total, Ibiza Mix, también en diversos estilos, Merengue Mix, Salsa Mix y que las radios de los 80 y 90 expandían con la cultura del Por Fin es Viernes.
Lo + duro fueron los pleitos y las guerra entre discográficas con secuestros de por medio para hacerse con las licencias de un negocio que facturaba muchos ceros. Todo era idílicamente redondo. Estos dj’s se convirtieron en iconos y sus megaemolumentos les hicieron vivir como estrellas. “Diuen, Diuen, Diuen” que se hicieron de oro aunque ambos aseguran que no tuvieron cuentas ni en Luxemburgo, ni Suiza, ni el extranjero pero les dio para casas de alto standing y coches de alta gama. Ya ven la vida también es un megamix, pedazos de vivencias que se engarzan según las épocas.
Después de 30 años, la pirotécnica del mix vuelve a prender la mecha con una edición de 2 volúmenes y triple CD rubricada por estos dos artífices del recopilatorio. Es tan extensa y perfeccionada que no sé si acuñarla de tesis o una lección de modos ante tanto producto sonoro edulcorado por los tiempos digitalizados. Ahora, ya no se pinchan discos sino que se pulsa el software, pero la creatividad es un sello propio que hay que saber procesar. Mike Platinas y Toni Peret, artilleros del sonido, están on fire innovando con el Max Mix 30 aniversario (2015, Blanco y Negro).



Max Mix 30ª aniversario son 2 vol. en triple CD y edición en vinilo.






Ladies and gentlemen the story about the Max Mix it’s true, isnt’ it?
Toni Peret: Yes, yes, it’s correct.
Mike Platinas: The story about de Max Mix it’s true.

El Max Mix fue un “punto de innovación algo que no se había hecho nunca con un megamix” ¿En qué consistió?
M.P: En marzo de 1985 se editó el primer Max Mix tras ganar yo un concurso nacional de disc jockeys en el que se presentaron cientos de concursantes de todo el territorio español. Hasta ese momento algunos pocos dj's mezclaban las canciones intentando enlazar los ritmos, aunque la gran mayoría simplemente fundía un tema con el otro lo que no evitaba que en muchas ocasiones la gente se quedase parada en la pista entre una canción y otra. En el momento que aparece el concepto del megamix hay un cambio de paradigma. ¿Por qué? Porque se pasa a enlazar las canciones cuadrando muy bien los ritmos, una detrás de otra, cogiendo solamente la parte más jugosa de cada tema, y además aderezándolo, añadiéndole, una serie de efectos llamativos, simpáticos, que nosotros en la jerga llamamos fuegos artificiales. Esto cautivó inmediatamente al público porque de algún modo era algo fresco directamente entroncado con lo más profundo del carácter latino vital y explosivo. Faltaba quizás añadir ese elemento a la música.

Mike Platinas pionero del megamix.
M.P: Sí, porque yo tomé un poco ideas que corrían por el extranjero entre una cierta élite de dj’s ingleses, holandeses, americanos las amplié y las adapté al carácter nuestro y, sobre todo, puse un especial énfasis en los efectos y en ser muy creativo. Elementos que llamaran la atención del oyente dándole valor al trabajo del dj. Curiosamente el público acabó por aprenderse más los efectos. A partir del Max Mix 2 la gente los había escuchado tantas veces que los cantaban y casi, casi, las canciones eran lo de menos. Repetían el efecto “do, de, do, de, di, do, de, do, de, dos”. Eso les dio un valor extra, no eran temas mezcladas, había mucho más. Eso es lo que marcó un antes y un después.

Hacemos un salto en el tiempo y tres décadas después se edita Max Mix 30 aniversario. ¿Cómo ha sido producir 2 mega volúmenes de triple CD?
T.P: Blanco y Negro nos encargó un mega mix y un mix para celebrar el 30 aniversario del Max Mix. En un principio no me informaron demasiado como sería el formato y, como sencillamente yo ya venía haciendo Max Mix para la compañía, me parecía uno más pero con la importancia de la efeméride. Me puse a hacerlo y lo cierto es que tardé bastante. Un megamix aunque la tecnología digital sea más rápida y te permita hacer muchas más cosas que antes, no significa que no tengas que tener creatividad y noches para desarrollarla.


M.P: La creatividad necesita tiempo para expresarse. Puedes tener mucha técnica, software, pero hay un nexo de unión que es permanente, que une el primer Max Mix con estos 2 vol. Max Mix 30 aniversario, es la chispa, la creatividad, esa idea loca, eso que hace exclamar “oh, oh” al que lo escucha. Eso no se te ocurre en un día. 


T.P: La gracia de un megamix es que el oyente vaya descubriendo “¡oh, mira que ha hecho aquí, ha puesto la voz”. Pasa como una buena película que la tienes que ver más veces para darte cuenta de pequeño detalles. 


M.P: Al igual que una buena comida hay que degustarlo, tomarte tu tiempo. En caso del megamix vas descubriendo detalles a medida que la escuchas.

Por tanto, Max Mix 30 aniversario es algo más que girar a la nostalgia de una época, es el avance creativo gracias a la tecnología digital.
T.P: Los avances tecnológicos te permiten llegar a pensar efectos que antiguamente ni podías imaginar.

M.P: O ideas que tenías en la cabeza que por falta de medios técnicos no podías realizar. Hoy en día el software abre un horizonte gigantesco, extensísimo de posibilidades. Si se te ocurre la chispa puedes extraer como el caso de mi vol.1 la voz de un tema y en lugar de que la canción Bambina diga “bam, bam, bina, oh, oh” cante “Mike Platinas oh, oh, oh”. La voz “Mike Platinas” es procesada pero la que contesta “oh, oh, oh” es la original de David Lyne, es hacer ese juego de reinterpretar la canción y que, además, arranque una sonrisa de quien lo escucha. Esta es la clave.

¿Este Max Mix sería impensable hacerlo con los aparatos de aquella época?
T.P: Exacto.


Mike Platinas y Toni Peret marcaron un hito musical revolucionando el concepto del megamix.


La intro es fundamental en un Max Mix, escogéis dos temas maxi conocidos: Mike, Around my dream y Toni, Wiggle it pero las dos intros son muy distintas. ¿Dónde está el quid?
M.P: Son estilos distintos pero ambos tienen el espíritu Max Mix. Si tuviéramos estilos clonados perdería parte de la gracia. Mi estilo, como Mike Platinas, es más sutil, más musical, más armónico, más elegante. El suyo, el de Toni Peret, es más agresivo, más energético, más sorprendente, más fuegos artificiales.

T.P: La introducción de un Max Mix para mí es muy importante porque es una tarjeta de presentación. Normalmente se empieza a escuchar por el principio, y antes más, cuando era en vinilo o cassette. Si la introducción es espectacular y te gusta ya te quedas ahí. Recuerdo cuando estaban las máquinas en los centros comerciales para probar los discos, tanto de cd como los platos giradiscos, siempre pensábamos en que la gente iba escuchar desde el inicio. Cuando empecé a pensar en el inicio de mi vol.2, me dije: “A ver qué hago aquí”, “tengo estos temas, estas a capellas, cómo podría sorprender”, y vas buscando. Mi forma de trabajo es distinta a la de Mike, sino tengo una buena introducción no estoy motivado para el resto. Puedo dejar para el final el detallito del principio, como en este caso el de “Ladies and gentelmen…”, pero todo lo más espectacular tengo que tenerlo hecho para decirme “¡qué bien está quedando!”.

M.P: Yo tengo otro modus operandi. Empiezo a trabajar de la segunda o tercera canción para adelante y el día que siento que estoy on fire, a tope de creatividad, digo “voy a hacer el principio” y entonces me sale algo curioso, original. Si lo pruebo el primer día estoy bloqueado. Pero trabajando desde dos ángulos distintos los dos tienen el mismo espíritu.

Por eso han pensado en vosotros dos.
M.P: Claro, y por eso son dos volúmenes distintos y necesarios para cubrir tantos años de Max Mix. Son dos triples porque de lo contrario no cabía.

Jingles&Effects ¿una demostración de las virguerías sonoras que sois capaces de hacer con las tijeras virtuales?
T.P: Cuando empezamos el Max Mix en el 85 existía un sampler que solo era capa de mostrear un sonido y encima era manual. Eso es lo único que teníamos y la verdad no lo utilizábamos demasiado en los primeros discos. Luego, poco a poco, la tecnología digital ha ido avanzando hasta el punto que es súper divertido coger la a capella, que es la voz sola de la canción, cortarla, diseccionarla y empezar hacer mash-up.

M.P: Las secuencias de sampling o secuencias de mostreo digital son de los efectos importantes de los megamixes.

¿Y scratches?
T.P: Claro. Cualquier excusa es buena para tergiversar una canción en un megamix. Nosotros fuimos los inventores de lo que ahora se conoce como mash-up. Todo el mundo hace mash-ups, porque es mucho más fácil, mejor dicho, es posible, y cualquiera que tenga ordenador y conocimientos de software digital puede probar de hacer uno. Pues bien, esto era nuestro sueño cuando empezamos hacer los Max Mix. Hacer coincidir el tono de una a capella con el tono de una base de otra canción eso era un fruto de la casualidad y lo teníamos grabado en la mente. Decías “ostras esto iría bien, lleva el mismo tono” y lo probabas. En muchos Max Mix y megamixes hay trozos de bases instrumentales con voces que no pertenecen al tema y eso ahora, pues claro, se llama mash-up. Pero lo inventamos nosotros y lo digo además con la cabeza bien alta.



¿Algún tema quedó en el tintero por falta de licencias y ahora lo habéis maximizado en el Max Mix 30 aniversario?
M.P: Por cuestiones de licencias hay algunos temas que a mí siempre me hubieran gustado poder utilizar en un megamix y no fue posible, eran como unas espinitas clavadas desde hacía muchísimos años y aquí me he podido desquitar. Un ejemplo, Bolero de Fancy.

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Mike Platinas con un antiguo magnetófono. 
Ese tema es mega conocido.
M.P: Claro, pero en ese momento pertenecía a la competencia y yo no lo podía utilizar. Y otro caso, que es uno de los efectos estrellas de este vol.1, el Bambina de David Lyme. nunca lo pude utilizar y ahora he podido hacer lo de “Mike Platinas oh, oh, oh”. Hay otros temas que son como bonus, como un guiño a los 80 y 90 aunque no sean estrictamente el estilo Max Mix, pero estos dos casos son los más relevantes.

T.P: En mi caso los había tocado prácticamente casi todos excepto alguno como Black Kiss Feat Cherita.


¿Libertad en la elección de las canciones?
Nosotros podemos sugerir pero esto queda sujeto, más que a la discográfica, a las licencias para incluirlos. La cuestión se dirime entre lo que nosotros sugerimos, lo que la compañía cree que debe ir y lo que se consigue, al final es lo que queda.

Con una maxi trayectoria como la vuestra, más de 300 cd's cada uno, ¿satisfechos con esta producción?
T.P: Muy satisfechos. Sí, no únicamente por el resultado final. ¡Cuidado! el megamix podría haber quedado mejor, siempre cuando acabas un trabajo dices “si hubiera…”. Pero estoy muy satisfecho en cuanto al tratamiento que se le ha dado por parte de la discográfica Blanco y Negro, la verdad no me lo esperaba, ha sido una sorpresa muy agradable, porque, además, está despertando a mucha gente que lo tenía ya olvidado y que ahora empieza escuchar y dice: “Ostras es verdad, ¡qué bueno, qué bueno!”. Está teniendo mucha repercusión.

M.P: Es un muy digno 30 aniversario por muchos motivos. El primero por el concepto, cómo se ha hecho en vinilo y cd, por ser 2 volúmenes triples, por poner versiones extended, porque hay dos megamixes con estilos distintos pero con espíritu Max Mix, por cómo se ha movido en medios de comunicación por parte del sello un producto que merecía un buen tratamiento y, además y principalmente, por la acogida del público, como dice Toni, se ha despertado mucho fan de los megamixes dormido.

¿En este despertar presente hay energía suficiente para impulsar la saga del Max Mix?
T.P: Sí que se puede hacer, de hecho se hace. Yo estuve hasta el Max Mix 2013, luego el 2015 lo hizo Tedu con temas actuales. Lo que ocurre es que los amantes de los megamix de la época no les gusta tanto porque son canciones de hoy, pero el tratamiento es el mismo. Tengo una opinión personal, como Toni Peret, y es que el público joven en general que no ha conocido el megamix no sé si entiende el concepto. Pongo un ejemplo, Major Lazer en Lean on tiene una secuencia de voz tipo megamix: “eh, oh, eh, oh, eh, oh”. Esto es coger una muestra, lo que hacíamos en los 80, le cambiamos el tono y tocamos una melodía. Y, como este, muchos otros ejemplos que para los jóvenes no es ninguna novedad, no los reconocen como técnica de megamix.

¿Qué géneros musicales crean los megamix actuales?
M.P: Hay temas house, de EDM (Electronic Dance Music) que tiene influencias de trance, techno, y tal. Muchos estilos actuales tienes efectos megamix lo sepa o no quienes los escucha.


Toni Peret en una imagen de los 80s
¿Puede darse el Max Mix 2016?
M.P: Puede darse lo que pasa, como dice Toni, que no sorprendería tanto al público actual. En cambio, a la gente de los 80 y 90 vivió las canciones de la época en estado original y luego “maximizadas”, y es entonces cuando sorprende, entiende el proceso que has hecho, el antes y el después.

T.P: Me gustaría poner un ejemplo aunque no sé si es reproducible escrito. Un efecto que Mike hizo en el Max Mix 2 con el Take me up. La gente estaba acostumbrada a escuchar la repetición normal del estribillo y de repente escucha “take me up, take, tk, tk, tk, tk,tk, take me up” Claro decían: “¿qué ha pasado aquí?”.

M.P: Se extrañaban pero seguía el ritmo, era bailable. Eso está hecho grabando a diferentes velocidades cortando y enganchando trocitos de cinta.

¿Se disfruta tanto como el dj de antes con sus platinas?
T.P: Sí se disfruta desde el punto de vista técnico y cuando conectas con la gente disfrutas muchísimo. Es lo más importante. Cuando voy hacer una sesión no me gusta que me hagan el warm up (el calentamiento) prefiero venir y pinchar antes, aunque no haya casi nadie porque prefiero subir con la gente. De lo contrario entro frío y hasta que no entro en materia ya he perdido media hora. Me gusta empezar la sesión porque además visionas la gente que va entrando en la discoteca. Muchos dj’s comenten el error de al principio de la sesión meter un B.P.M (beats per minute) alto y electrolatino. Le digo: “¡Pero oye, para, para! La gente llega en frío, no ha bebido, la gente no está desinhibida, estás aturdiendo al público”. Eso ahora y siempre. Hay que enseñarles a subir con el público. Ahora bien, te seré al cien por cien sincero, hago una sesión de música actual y me lo paso muy bien; hago una sesión de música actual de electrolatino o reggaeton y me lo paso bien, no muy bien. No es porque no me guste ese estilo, sino porque esta música cuesta más llevarla técnicamente, requiere un planteamiento de sesión muy desigual no puedes poner un reggeaton de 90 bpm durante media hora porque la gente se va. Tienes que poner tres temas de 90 bpm de reggaeton y luego cambiar a electrolatino a 128 bpm. El concepto de sesión continuada, enlazada como yo lo tengo en la cabeza desde siempre, no lo puedo llevar a cabo con este tipo de música.

¿Pinchas el Max Mix 30 aniversario?
T.P: Sí, pero siempre observo al público y hay que adaptarse. Hace poco hicimos fiesta Max Mix en Malalts de festa, un sitio que tienen un modus operandi muy sorprendente donde las canciones que ponen no duran más de un minuto. Entonces te adaptas y miras al público y si no tiene más de 25 años ya sabes dónde ir. ¡Ojo! si que es cierto que gente veinteañera te acepta las versiones nuevas de los temas de los 80 y 90 pero tampoco hay que abusar, hay que amoldarse.

Mike Platinas se te atribuyó el sobrenombre de enólogo de las cintas.
M.P: Sí, sabía como unas veinte tantas. Modelo y marca los conocía por el olor. Esto empezó a lo tonto y te vas liando.

¿Fetichista de los vinilos?
M.P: Lo primero que hago al comprarlo es olerlo.

Y este ¿a qué huele?
M.P: A la saga Max Mix, ja, ja.

“Llevo el vinilo en el corazón pero el digital en el cerebro”.
M.P: Sí es una de mis frases. Mi cerebro está en el software porque te abre un mundo de posibilidades impensables tanto a nivel de rapidez como a nivel de posibilidades creativas. Empecé en el ordenador en el 89 y cada vez más, y en internet en el 94, pues, imagínate tú.

Ahora se pulsa el software.
T.P: Sií, de hecho yo llevo una controladora que llamo mi cocinita como si tuviera dos fuegos, que son dos platos que te permiten pinchar disco, y mi ordenador, además de un pendrive con toda la música por si fallara la maquinita poner la música en los reproductores. Solo un dato, me encanta el vinilo pero en mi ordenador llevo siete mil canciones si tuviera que llevar siete mil vinilos… Y eso es lo que me permite ir a cualquier sala porque haya el público que haya sé que los podré hacer bailar. Antes ibas con dos maletas de tu estilo, te rompías la espalda y llegabas -como me pasó en Córdoba- y te decían: “aquí hay breakbeat”, y yo: “no llevo ni un disco”. Le pedí al dj de allí que me dejara su maleta y salí del paso. El ordenador te permite llevar mogollonazo de música.

M.P: En conclusión es la reproducción de mi frase: “el vinilo en el corazón y el software en el cerebro".

¿Tantas facilidades no desvaloriza la profesión de dj?
M.P: Te lo explicaré con un símil analógico. Un conductor ocasional puede conducir con cambio automático y manual, pero un conductor profesional aunque conduzca con cambio automático por comodidad por orgullo profesional debería conducir a la perfección con cambio manual.

T.P: Estoy de acuerdo. El vinilo es muy romántico, hace poco me encontré dos platos en una disco pedí vinilos y es como ir en bicicleta, las manos se te van solas. Pero si es en el exterior y hay un poco de viento se va la aguja, si te han montado el set sobre una tarima no muy estable empieza a saltar la aguja, y por otras muchas razones desde hace bastantes años decidí ir con mi cocinita y fuera problemas.


¿Qué dj’s actuales merecen vuestro reconocimiento?
M.P: Armin Van Buuren, DjOliver de Ibiza.

T.P: Hay muchos Albert Neve, Dj Nano, Abel the Kid, Doctor Kucho... Hay dj’s españoles buenísimos residentes de salas que no están suficientemente revalorizados si entendemos que de su trabajo depende el éxito de la noche. Muchos son muy buenos y no sólo técnicamente sino por ese factor psicológico de intuir lo que la gente demanda.


Los dos dmegamixers son un reflejo 
el espíritu divertido de los Max Mix.
¿Os sentís gratamente reconocidos?
T.P: Eh…sí, creo que sí. A nivel disc jockey la revista Deejay me dio, cuando ya no era mía porque la fundé con Dj Neil y entonces no valía darme premios a mí mismo, el premio a la trayectoria y ya se acabó, el siguiente es a nivel póstumo.

¿Por qué Toni Peret no tiene un Ondas por su programa It’s your time, el referente más importante del fenómeno Dance en España?
T.P: Ja, ja, eso lo tienes que preguntar al jurado de Prisa. Sinceramente y sin ánimo de parecer inmodesto a nivel de radio sí que soy merecedor de un Ondas. Conseguí en una emisora convencional tener un programa de radio de muchísima audiencia entre un programa de economía y otro que no tenía nada que ver con la música. Fue en Onda Rambla. Aquella época el It’s your time fue bestial, en el resto de España se emitía a través de Onda Cero Música, luego en Onda 10 hice un club con miles y miles de socios.

Lo escucho en esmiradio.es ¿Cuántos años sigue siendo tú tiempo?
T.P: Sí, subo el postcast. Empezó a emitirse en el 89 y sigue.

Los embriones también entiende el “uso de razón musical”, ¿verdad?
Sí, sí, formo parte del equipo de investigación del Intitut Marquès concretamente con el proyecto Babypod. Se ha conseguido que el feto escuche la música de manera directa a través de este aparato vía vaginal y se ha comprobado que el feto reacciona. Hemos probado diferentes músicas y con resultados sorprendentes. Por ejemplo, la poca reacción del feto a la voz de sus padres. La obra que ha dado mejor resultado, a través de la cual el feto ha tenido no únicamente movimientos de boca sino protusiones linguales intentando comunicarse, ha sido la sinfonía KV 525 de Mozart, con un resultado excepcional. La magia de Mozart.

¿La música se lleva en los genes? ¿tendremos un Andreu Peret Dj?
T.P: De hecho está trabajando en una compañía de discos, de A&R, lo mismo que hacía yo en mis tiempos en Vale Music. Hizo alguna producción que se editó aquí en Blanco y Negro pero ha entrado ya en el mundo de la oficina, de las licencias y está muy absorbido.

¿Y Mike Platinas se siente felizmente reconocido?
Sí, finalista en dos campeonatos del mundo, de España, etc. Cuando escribí artículos técnicos para disc jockeys en la revista Deejay me escogieron los lectores por dos años consecutivos como la mejor sección de la revista. Simultáneamente, las dos revistas de la competencia también me premiaron. Un caso raso. En ese aspecto estoy súper encantado. Y como curiosidad fui tercero en el campeonato oficial de Cataluña de Rubik, en mi época universitaria.

¿Qué es Lo+ duro de dedicarse a la música en estos tiempos?
M.P: Sobrevivir.
T.P: Sí. El concepto dedicación a la música es muy amplio, nos dedicamos a la comercialización de la música metida en un soporte físico y la cosa está muy mal, la gente tiene acceso a plataformas piratas y luchar contra eso es prácticamente imposible. Siempre he defendido que el músico, cantante, autor tiene que ganarse la vida. Actualmente, hay otras maneras de hacerlo pero para ganarse mil euros en spotify no sé cuantos miles, miles y miles de reproducciones tienes que tener. A
 favor, se está escuchando muchísima más música, en eso spotify es maravilloso, fenomenal. Antes solo tenías la radio, que ya era mucho y el radiocassette grabando y cortando cuando el locutor hablaba y había que bajar a la tienda a comprarse el disco. Entonces ¡claro que se vendía! Ahora en internet escuchas lo que quieres. 

M.P: Pero fíjate que cuando tú al público le das algo realmente con calidad, bien hecho, cuidando los detalles, como en este caso, hay reacción. Se está vendiendo bien, hemos llegado al número 8 de las listas más fiables de España, las de Promusicae, o sea, que está funcionando.

¿A ver si vais a ser objeto de otro secuestro?
T.P: Bueno, espero que no. Ese miedo ya se disipó, el pobre José María Castells lo pagó caro.


M.P: Eso es una anécdota dentro de la larga historia del Max Mix y del megamix en general, por supuesto, relevante, pero recordemos que eso es un 0,01% del total y personalmente si tuviera que hacer un balance para mí la historia del megamix y del Max Mix en concreto es la historia de algo que empezó con muy pocos medios técnicos, con talento, miles de horas de trabajo -era la época de la prehistoria-, que comenzó aquí y se convirtió en un boom a nivel internacional. Y, además, insisto, con la desventaja de empezar en una época de la que no tenías de quién aprender, tenías que luchar contra viento y manera, y nadie entendía nada de lo que estabas haciendo.

¿Se ha inventado ya lo máximo en el megamix?
M.P: No, gracias al afán de explorar, a la creatividad y a la inquietud que tenemos los humanos y que forma parte de nuestro ADN. Cuando hablamos de una disciplina artística nunca jamás, afortunadamente, está todo inventado y no solo eso sino que obligatoriamente lo tiene que hacer un humano. Ese talento, esa chispa jamás la podrá hacer una máquina.

¿Te atreves a vaticinar por donde irá el futuro de las mezclas?
M.P: Sí, va ser más automatizado, más fácil. Escribí un artículo por el 2002 en una revista que se llamaba “Mi abuelo Mike Platinas” que supuestamente lo escribía mi nieto en el 2050 y hablaba de mi época y la suya y las comparaba. Fue una especie de ejercicio de predicción del futuro, algunas de mis predicciones a los tres o cuatro años se cumplieron. Una de las cosas que decía era que llegarías con tu tarjetita de memoria puntera llena música y de vídeos, etc, lo programarías en la disco y pim pam. Se va a democratizar más que ahora el acceso a la creación y a la escucha de la música, todo más automático. Más capacidad, mas calidad, más inmediato pero la condición sine qua non que es el talento y la creatividad va ser necesario como era en el pasado, como lo es hoy y lo será en un futuro, afortunadamente.



En el sello Blanco y Negro durante la entrevista con la edición en vinilo.


“Ha llegado el momento de parar el max mix. Por regla general terminan con alguna que otra tontería, nosotros en esta ocasión hemos querido ser algo más serios”. ¿Cómo acabamos, pues?
T.P: Esto era un final que aplicamos, no recuerdo en que Max Mix pero terminaba con un gran eructo. El Max Mix era irreverente, de humor fácil cuando había una película de moda, como Chiquito de la Calzada, Quique hizo un Bolero Mix con las voces de Chiquito. Me acuerdo cuando vinieron los jefes a escuchar el producto se partieron de risa. Ha sido hacer guiños al pasado.

Pero pongámonos serios aunque sea solo esta vez, ¿por qué hay que escuchar el Max Mix 30 aniversario?
M.P: Porque el Max Mix forma parte de la banda sonora de la vida de millones de personas y porque la creatividad es un valor en alza que jamás pasará de moda.

T.P: Y por una tercera razón porque fue la primera bofetada que le dio una independiente a una multinacional, la segunda fue Operación Triunfo.

Pues si que nos hemos puesto serios (risas).


                            


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