domingo, 26 de febrero de 2017

La Candela de Paco: El corazón


Texto: Noelia Baldrich / Fotos: Paco Candela







Cantaor de pura solera que enciende la candela del brío, sentío y quejió. Lo suyo no son palabras vanas sino un pellizco en el alma que en el sonido de su voz se siente y estremece. Su cante ya es tradición. Con Al calor de mi gente (1990) emprendió el vuelo musical, sembró una fértil vereda de exitosas producciones que elevaban su arte a 24 kilates. Nada de bisutería sino canela fina. Sus trabajos son diario de vida: directos, transparentes y claros. Y a ello responde sus canciones al retrato de un hombre recto de palabra y campero. Seguiré siendo de campo con gorra, chaqueta, vaquero y botas de caña. Pero ¡qué bien! se cubre de señorío para hacer de la canción su oficio. “Yo no estoy pa’ echar el rato”, me dijo, y lo de currante se lo ha tomado en serio. Con raza y nobleza etiqueta hasta su vestimenta. Ahora etiqueta nueva entrega rubricada por Moyares y en la que nuevas monturas cogen las riendas. Manuel J.López (Tachu), Estenaza, José Antonio Ramírez, entre otros, y la doma de Mayte Marín, le aportan nuevos registros con los que batir su cuerdas. Vamos a calzarnos bien los estribos con este caballista de estirpe rociera para recorrer su paseíllo de valientes y sorprendentes palos. Sin correr, “la música no entiende de carreras sino paciencia”. Se trata de ir capeando temporales y disfrutar de la carrera. “Los días que perdí por no escuchar al corazón”, crujía en una canción, y con esta premisa Paco Candela publica Directo al corazón (2016, Senador).





¿Directo al corazón es cuando mejor como se enciende la candela y el Candela?
Cada año me preocupo por mejorar pero tampoco hay que complicarse mucho porque son temas de diario. Es como tener a una madre todas las mañanas pero no ser capaz de cantarle algo. Propongo la idea a los compositores y ellos se ponen a escribirlo. Este es un trabajo en el que me autorretrato pero, al mismo tiempo, le encanta a la gente porque es lo que me han pedido. Después de los conciertos mientras hacemos firmas y fotos recojo los comentarios de la gente pidiéndote un tema sobre algo (de albañiles, de fontaneros...) y así voy dando respuesta a las peticiones. Este es el trabajo más amplio, con catorce temas, y elegirlos es complicado, más al nivel que están hechos, con mucho cariño. Cuando los pusimos sobre la mesa todo el conjunto, nos pareció muy adecuado el título Directo al corazón. Tiene buena pinta y buen color.

Mucha candela en la que vuelve a achicharrarse tu compadre Míguel Moyares.
Son ya cuatro años juntos y hay buen rollo. Le encanta como lo hago y a mí me gusta como lo hace él y tenemos casi la misma idea de lo qué queremos. Míguel, como componente de Ecos del Rocío, tiene que compartir su criterio con tres más. Yo lo tengo fácil, no me tengo que pelear ni hablarlo con nadie, simplemente, le digo Míguel este tema me gusta, lo expongo a la discografíca y listo. 

Recoges el sentir de la gente lo trasladas a compositores y esta vez abres la vea a nuevos.
Siempre me ha gustado hacerlo variado y me preocupo que cuando pongas el disco no saltes del track 1 al 6, ni del 6 al 14. No son tres temas son catorce. Pienso mucho en la gente que va a escucharlo. Hay compositores diferentes para que el disco tenga una dinámica, que este compensado. Eso lo da Míguel Moyares, Fran Carmona, Tachu -componente de Lubricán y gran amigo mío-, Estenaza, Tato Ramírez… Me encanta contar con mucha gente.

(Fragmento en vídeo de la entrevista)




Hay un autor que no conoces solo por Facebook.
Sí, el autor del single El niño y el vagabundo, no lo conozco personalmente. A Faustino Rejo tampoco lo conozco. Todo va tan rápido... nos conocemos por el Facebook: “Yo soy fulanito de tal, compongo, tengo temas que te pueden interesar”. Muy bien, pero hoy en día tampoco te fías a quién darle tu teléfono. Hasta que no coges confianza le mandas el correo. Pero no lo conozco.

Directo al corazón, una portada directa a la introspección. Muy neutra,¿ toques de acuarela, de marisma y el estampado de una camisa?
Era reacio a la fotografía de estudio, porque me gusta el exterior, lo natural, soy hombre de campo, pero me lo propuso la discográfica y no tuve ningún problema. Me encanta el diseño, el colorido, lo veo muy acorde a mi personalidad.



Con tu personalidad van las gorras, tienes…
Creo que 45. Es curioso porque en la contraportada la gente me dice “tío vaya colección”. He puesto 10 y la que llevo puesta, son los 11 trabajos que tengo en el mercado.

Cada gorra tiene una historia, ¿la que llevas ahora tiene recorrido?
Sí, afortunadamente, sí. Me acuerdo cuando me las pongo. Me gusta preguntarle a los músicos y al mánager las gorras que me llevo, siempre dos o tres, porque quiero que vaya a conjunto con la chaqueta, el pantalón. Tengo cuarenta y pico para elegir con la ropa y todas te dan una historia porque encierran ese cariño de ese momento que has cantado en cualquier sitio. La gente me la pide. Esta llevo dos años con ella, la llevo muchísimo. 

Las camisas grabadas y con nombre.
Sí, los hierros de mis iniciales, igual que la gorra, me gusta.

El sello tan personal no ha cambiado, pero en este tiempo que llevamos haciendo entrevistas ¿algo habrás cambiado?
¿En qué crees que he cambiado? tú que me conoces.

Más positivo y las informaciones van cambiando para mejor. Estás en la lista de los discos más vendidos, has firmado con Senador cuatro años más, Andaluz del año en Cataluña, Premio Radiolé 2016... fíjate si van cambiando las cosas.
Eso es buena señal que van cambiando muchas cosas y que tú me veas que no haya cambiado. Evidentemente, positivo sí.

¿No cambian a uno las candilejas? A los halagos, ¿te acostumbras?
No, no te acostumbras y eso que, afortunadamente, me halaga muchísima gente por la calle, de todas las edades. Si te coge con 20 años se te hace grande. Pero cuando tienes una carrera y llevas muchos años para conseguir algo... A mi edad, con las cosas claras y con los pies en la tierra pasa como en la imagen de los pueblos que siguen igual y lo que cambia son los alrededores. A mí me ocurre lo mismo, soy una persona normal y corriente con una varita que me han dado y pueden cambiar los exteriores de mi vida pero no lo fundamental. 

¿Vives en el campo?
Hace 10 años que vivo en un pueblo cerca de Sevilla, Santiponce, aunque nací en Mairena de Aljarafe. Es un pueblo a tres kilómetros de Sevilla, en medio del campo.




La sevillana Seguiré siendo de campo no podía faltar.
Ni nos podemos olvidar del campo y hay gente que va con la cabeza agachada. Hay que compartir un ratito de campo, aunque no pueda ser todos los días porque la vida que llevamos es muy ajetreada, escaparse el fin de semana.

¿Te escapas con Rociero, tu caballo? ¿Cómo está?
Cuando puedo. Bien. Lo tengo en la playa, tenemos allí una casita y cuando tengo un rato libre -paro más en la playa que en otro lado- me encanta verlo y siempre que puedo echo un ratito con él.

Vamos a detenernos en los temas, primero las sevillanas: Un amigo, El niño y el vagabundo, La saca de las yeguas, La carreta verde, Seguiré siendo de campo
¿Alguna te ha supuesto batir las cuerdas con más brío o más exigencia vocal en la interpretación?
Todas. Tiene complicación aunque la gente me diga: “Quillo es que veo hacértelo tan fácil”. Pero no es fácil, porque si cantas en una tesitura alta es complicado y en una baja también. Pero cada sevillana tiene su punto. Si hablamos de la historia de El niño y el vagabundo esa sevillana tiene que ir con su final fuerte, como va, pero es una historia real que le puede ocurrir a cualquier niño y va contada con más suavidad. Hay muy fuertes, Seguiré siendo de campo que te mete un poco en la piel del campero. Todo tiene su punto fuerte tanto por el cante alto como por el bajo. Lo que intento hacerlo es siempre, con esto el corazón.

Con la mano en el corazón ¿tus amigos son de tempestades o temporales?
Afortunadamente, están para todo, no son muchos, porque los que alardean de muchos no sirven para nada. Poquitos y buenos y que están ahí para cuando haga falta.

Nos cantas La saca de las yeguas una tradición no muy conocida en Cataluña.
Tampoco tanto por Sevilla. Es una costumbre de Almonte, la parte del Rocío, que todavía no la he vivido personalmente pero me llegó el tema a mis manos y es una historia muy bonita de mucha gente de la parte de Huelva. Estoy encantado de cantarle, a lo mejor, el primero que canta a esta tradición, la saca de la yeguas. Me gusta mucho porque habla de los caballos que es de los animales que más me gusta.

Sin ser de Huelva cantas los fandangos como nadie y aquí tampoco podían faltar.
No, fandango alosnero. También llevo tres estilos, me gusta hacer fandango por naturales y fandango por bulerías. 

Una niña de la guerra, fuerte.
Sí, de Míguel Moyares. Me gusta sentir lo que estoy cantando. Porque perder tiempo pa’ ná’ y más a estas alturas. Es un tema para que nos acordemos de lo bien que vivimos nosotros y lo mal que está otra gente, y algunos niños. 

"Si los problemas del mundo/ me los dejaran a mí/ te juro que en dos segundos/ sería ‘to’ el mundo feliz”. Con tres chiquillos, ¿se cuestiona uno el mundo que les dejamos?
Sí, de 14, 13 y 3 años. Intentamos que sea la mejor vida posible, pero tampoco podemos estar toda la vida diciéndoles por dónde deben tirar, sería un error. Deben buscarse su vida y hacerlo lo mejor posible aunque estemos ahí para guiarlos un poquito.

Siempre guía tus disco un tema que hace referencia a la niñez ¿muchas reminiscencias de tu infancia?
Tuve la suerte de criarme con mis abuelos porque mis padres han estado trabajando hasta hace poco que se han jubilado. Me pidieron hasta opinión para jubilarse. ¿Qué qué me iba a parecer? "Dejad hombre ya de trabajar toda la vida". Así que eran mis abuelos los que estaban ahí. Recordando mi niñez... es que se echa de menos, hacía cosas con ellos y con mis padres que ¡ojalá! pudiera hacerlas con mis hijos. Por ejemplo, una cosa muy sencilla que se hacía por Andalucía es salir a buscar caracoles, iba encantado. Mi padre me cogía lloviendo y me decía “niño vamos a buscar caracoles” y yo pegaba votes, me ponía el chubasquero y disfrutaba como un enano, eso lo echo de menos.


Ahora van a buscar pokémon.
Se pegan un pateo de buscar pokémon con el móvil. No te extrañe que un día saque una sevillana de eso. Me pongo al día.

Al abuelo le has dedicado Me falta mi viejo y para el amor y desamor también quemas candela.
Sí porque el amor o desamor está ahí y si tú lo has vivido de una forma o de otra. En la música se refleja mucho y yo no voy a ser menos.

Al fin llegó el día, el tuyo no es de universidad pero te llegó al fin con Toñi.
Sí. Ella fue la principal que me empujó y me dijo “escúchame deja ya el trabajo, y dedícate a la música, inténtalo”. Yo solo no hubiera sido capaz de dejar el trabajo. Sin el empujoncito de ella seguramente no estoy aquí contigo. La familia siempre tiene que estar ahí por si los pies se te despegan. Al nivel que estoy ahora mismo, para arriba y para abajo, viajando mucho la familia es lo mas importante.

Muchos kilómetros ¿te han permitido ir al Rocío?
¡Que va! Llevo tres años sin hacer camino y este año lleva la pinta que tampoco.



Por eso le dedicas Donde tú has querido.
Sí, la idea fue mía. Soy creyente a mi forma, creo en la Virgen del Rocío y “perdóname por no ir pero estoy donde tú me has puesto. En la carretera”.

70 conciertos el pasado año.
Sí, y 63 el año anterior, y este llevamos 45 cerrados. Va bien la cosa.

La Virgen amparándote y S.O.S precioso tema.
Es un tema que he cantado desde que lo escuché por Mayte Martín, me encantó, me preocupe de aprenderlo y cantarlo. De hecho, mucha gente me pedía que lo grabase. Este año la discográfica me apoyó y la verdad que en los directos la gente agradece que lo canté.

“Velar por mi sueño/ mientras duerme mi vida/mirarme siempre con la mirada encendida/ igual que miro yo.” 
Tantas cosas no se pueden decir en tan poco tiempo. Me gusta porque lo siento, vivo el tema.

En pocas palabras, ¿el último hecho que te ha llegado Directo al corazón?
Soy una persona que me guío por el corazón y la sevillana El niño y el vagabundo me tocó la fibra porque mi hija de seis años, desde los tres, que me pedía un perro pero para que esperara a que ser más mayor -un perro no es un peluche-, me inventé que era alérgico a los perros, y eso que a mí me encantan. Con seis años volviendo del colegio me dijo: “Papá, ¿tú por qué no te vacunas?”. –“¿Yo? ¿para qué me voy a vacunar?”. –“Pues para poder tener perros”. –“Pues nunca lo había pensado", le dije. Lo hablé con mi mujer y decidimos comprar uno sin decírselo. En ese tiempo salió el disco y el perro estaba a apalabrado pero aún no lo teníamos porque nos fuimos de viaje. Entonces, en el coche, le dije a mi hija: “Julia ¿quieres que te ponga el tema de papá El niño y el vagabundo? -"Papá pónmelo”. Se lo pongo y veo que se queda muy callada, le pregunto qué le pasa y me dice: “Papá, es que yo no tengo perro”. Fue un lunes -no se me olvidará- y el perro lo tenía que recoger el jueves. Bueno, pues, llamé al chaval corriendo, sin que ella me viera, y le dije: “Me tienes que mandar el perro aunque sea en avión”. El perro venía de cerca de Madrid. Cuando la vi llorar me llegó al corazón. Una historia muy real.



¿Cómo se llama vuestro “vagabundo”?
“Hércu”, de Hércules, como un peluche que tenía ella cuando era pequeña. Estamos encantados. Es un bobtail, tiene cuatro meses y es todo pelo.

Cuánto corazón tiene este disco.
Pues sí, porque cada tema tiene una historia real y, en este caso, El niño y el vagabundo está gustando mucho porque es una historia muy sencilla, que la tenemos a la vuelta de la esquina y, a lo mejor, no hubiéramos echamos cuentas de lo que se puede expresar con ese tema.


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viernes, 24 de febrero de 2017

Sara Marín sube con 'Vértigo' peldaños rockeros.



Texto: Noelia Baldrich / Fotos: Sara Marín







A esta cantante y compositora jerezana le sobran motivos para reír y le faltan motivos para cambiar. Desde que inició su carrera en solitario en el 2012, tras la disolución de su anterior formación, todo ha ido a mejor y a un ritmo que produce Vértigo. Dos discos en el mercado y a formar parte de Warner Music. A primeras Nadie va entenderlo, pero si se ahonda en su trayectoria y se escuchan sus trabajos se aprecia claro. A los 13 guitarra en mano y los primeros acordes, en la época universitaria primeros escenarios con Varianza, y acabada la licenciatura de Psicología inicia las notas de su carrera. Los buenos resultados no tardan en llegar: se postula como artista revelación, se posiciona en el 1er. puesto y se acopla como jurado en un programa muy coplero. Su álbum debut A mil kilómetros (2014) rueda por España con Martina, su guitarra, y la crítica la ensalza como “bendita sureña” bendiciendo su exquisita propuesta. Era más de lo que podía pedir después de dejarlo todo, hasta su Jerez. Sevilla y recién instalada en Madrid, gira con su segundo LP. 11 cortes donde esta intérprete autodidacta e intrépida, de voz afectada y rockera, despacha un trabajo de luminoso pop-rock con coordenadas country y folk. Mantiene los puntos cardinales de su esencia: letras directas, estribillos pegadizos y melodías bien estructuradas pero hay una vuelta de tuerca: potentes guitarras que asientan su fuerza. Temas que arden en un contundente Incendio sonoro a cargo de grandes músicos y de un corazón de rock a todo pulso. Suenan a desafío No me sueltes o No sigo tu velocidad cuando Duerme la ciudad; verdades que se desbordan en baladas Sé que mientes, Tenía que salvarme, mientras No lo veo claro estremece. En Se nos olvidó sobran las palabras, en Que hablen se vierten todas y todo encaja. Es hora de escucharla y hacer justicia porque suerte no le falta. Sara Marín alza el vuelo con Vértigo (2016, Warner Music).








En el primer trabajo viertes El miedo y, en este segundo, el Vértigo ¿es por qué alzas el vuelo?
Siempre al empezar un trabajo te entra algo de vértigo. Piensas a ver dónde me meto, si va a funcionar o no, si va a merecer la pena, quieras o no es un riesgo a nivel de costes de implicación de gente pero al final de nuevo más las ganas que el miedo y entonces decidí lanzarme con el segundo.

(Entrevista en vídeo)





En el primero disco te estabas buscando y en este te afianzas ¿cuáles son los pilares que sustentan esta propuesta?
Sí, en este me defino. En el primero estaba como buscándome, no sabía el estilo que se me iba a dar mejor o que me gustaba más. En este he conseguido que casi todas las canciones tengan un trasfondo muy rockero, muy guitarrero y eso era lo que buscaba. Creo que sí, ahora me defino mejor.

Lou Reed decía que cuanto menos tiempo posible estemos en el estudio mejor porque no se estropean las canciones. Cinco meses con A mil kilometros ¿este a más velocidad?
Este ha sido tiempo récord, han sido diez noches. Sí que es verdad que lo preparamos antes y lo dejamos para cuando lo tuviéramos totalmente estructurado y supiéramos lo qué íbamos a hacer. Nos metimos entonces en el estudio y lo terminamos rápido. Y así fue.

Cuentas con nuevos músicos que han aportado novedades, ¿cómo conseguís que cuaje todo?
La mayoría sí participaron en el primero, son los que me acompañan siempre y se puede decir que son como la familia, con lo cual me entienden perfectamente lo que yo quiero, y los nuevos también lo han entendido. No me ha costado mucho trabajo decirles que quería un cambio, una evolución, rápidamente lo pillaron. Me han ayudado mucho, y, de hecho, han aportado parte de su esencia. 

Nuevos sonidos, nuevas letras ¿hay la intención de soltar en todos los sentidos?
Siempre a la hora de componer, generalmente son vivencias propias y siempre te vale un poco de terapia. Al hacer una canción, sea positiva o negativa, tu estás soltando, estás diciendo todo lo que llevas. Sí, puede decir que suelto.

¿Fue premonitoria aquella mariposa que se posó en tu bolso?
Fue curioso, porque estaba con un amigo planteando el tema de irme a Madrid y me decía “vete, no te lo pienses, no le des tantas vueltas, tienes que abrirte”. Y yo “ya pero me cuesta dejar mis amistades, mi familia, mi casa, todo” y moverme sin nada. Y estando callados se posó la mariposa. Me quedé mirándola y me dijo: “ves, vuela”. Pensé, son pequeñas señales, sí.

Colgabas en las redes “Hay dos opciones quedarte y observar o lanzarte a por la vida”.
Sí, es lo que intento y lo que quiero seguir haciendo.

Te trasladas a la capital hace un mes en busca de emociones ¿te las está dando una ciudad que apenas duerme?
Sí, por ahora sí. Estoy conociendo a mucha gente que siempre es bueno, siempre aporta, y he dado un concierto, entrevistas, promociones…Estoy moviéndome mucho y solo llevo un mes. Esperemos que esto siga y no descanse.

‘Aún podemos ser libres en un canción’, licenciada en psicología, desarrollarme esa terapia que produce el componer y verter todo en una canción.
A lo mejor mi forma de expresarme mejor es cantando, escribiendo. Hay muchas canciones, que se quedan ahí, que nadie las conoce, pero que diariamente son modo de terapia para mí. Y creo que cuando mucha gente escucha las canciones las hace suyas y es terapia para uno mismo.

Los músicos llevando al paro a psicólogos.
Yo estoy en medio, tengo una cosa y la otra, con lo cual… (risas).

¿Qué canción que te ha supuesto una verdadera terapia?
En el primer disco, Bailar bajo la lluvia, que fue la primera que compuse como Sara Marín fuera de la formación de Varianza, me sirvió mucho. Parece que me la hice a mí. Habla de todo lo que venga hay que seguir para adelante. Y en este segundo disco, quizás Que hablen. Las dos tienen ese punto enérgico de lanzarse.

Que hablen para bien o para mal la cuestión es que hablen. La crítica ha hablado muy bien de ti ¿recuerdas alguna que te haya emocionado?
Me han emocionado muchísimas cosas, no dejan de sorprenderte. Hay una quizá, al principio, que me marcó y me hizo llorar. Fue justo antes de la presentación del disco, mucha gente que te sigue me deseaba “ey, mucha suerte, mucha suerte” y hubo alguien que me dijo: “Yo no te deseo suerte”. Me sentó mal pensé ¿por qué me dice eso” –“Yo te deseo justicia. Suerte no te hace falta. Tú lo has trabajado, entonces te irá bien”. Me cogió en un momento muy sensible y se me saltaron las lágrimas. Es curioso cómo la gente puede darte esa energía positiva.

Una energía positiva que se ha materializado en un contrato con Warner Music.
Sí, poco a poco, los pasitos se van dando, despacio, pero se van subiendo pequeños escalones. Una alegría inmensa, imagínate.



Cantante autodidacta que se autogestiona todo.
Sí, actúo de todo, mánager, redes… Es que ahora mismo con la crisis de la música, las compañías no dan un apoyo brutal -y menos empezando- tienes que solucionar tú. Si quieres vivir de esto tienes que solucionar. Te vas apoyando en gente que entiende y que son amigos, pero al final lo haces tú todo.

Tanto ruido ¿te nubla la composición?
Sí, hay veces que me saturo y se te olvida que tu trabajo es principalmente ese, no todo lo demás, aunque sea igual de importante. Hay veces que digo “tengo que parar” y desaparezco de redes unos días pero es más por saturación. Me centro más en la composición, ensayos…, lo que es al final la música, ese es mi trabajo.

Para componer necesitas evadirte y no escuchar nadie más por miedo a las influencias y que la canción ya no sea libre.
Exacto. Cuando me voy a poner a componer, antes estoy varios días sin escuchar nada de música porque sino, al final, inconscientemente lo haces y dices “esta canción me suena”. Claro. Intento desconectar de todo, incluso de gente, que nada me influya y relajarme y que salga lo que yo tengo.

El consejo que más te ha influido.
Me han dado muchísimos, quizás el que más me han repetido y cada día lo corroboro más es que no me lo tome como un trabajo, sino que cuando me suba a un escenario disfrute yo si quiero que la gente disfrute. Y es real, porque soy muy perfeccionista: te subes a un escenario y quieres que todo salga bien y al final lo pasas mal, hasta que te relajas. Y en ese tiempo en el que aún no estás disfrutando la gente todavía no conecta contigo. Es cuando empiezas a soltarte que se ven las caras, es real.

¿Cómo estabas en el primer concierto, 2012, y cómo ahora? 
Fue el 16 noviembre de 2012 mi primer concierto, estaba un poco histérica, era el primero y soy humana. En ese vinieron muchísimas amistades, mucha gente de los medios que conocía y me sentí muy acogida. Es verdad que estaba muy nerviosa, hablé muy poquito por si agobiaba o tartamudeaba… Ahora se nota una evolución, sigo con los mismos miedos pero he aprendido a disimularlos, siempre están ahí y creo que es bueno porque tienes un respeto, pero ahora disfruto mucho más estoy más relajada. Sé lo que hago, antes me subía al escenario “a ver qué pasa, no prometo nada”, ahora sé que el concierto va ir por aquí, y por aquí, lo siguiente que necesito es el feedback.


¿Técnica psicológica, amuleto antes de un concierto?
Siempre intento llevar este anillo. Me lo compré en Sevilla y lo llevo hace unos cinco años. Me transmite tranquilidad. Es raro que se me olvide ponérmelo. ¿Manías? Tengo varias. Justo antes de subirme me gusta estar sola, tranquilidad, me relajo. Y antes de salir del hotel tengo que tocar el concierto entero. Doy dos conciertos el mismo día. Aunque sea rápido, llevarlo fresco, como un examen que te lo lees todo por encima.

Siendo psicóloga te traslado el cuestionario de Proust adaptado al mundo de la música, para conocerte mejor.
¿Principal rasgo como cantautora?
Autoanalizarse es complicado pero por lo que me dicen suelo mezclar la parte sensible con mucho carácter. Aparento ser tranquila, una voz dulce, pero en los conciertos saco esa parte más temperamental.

¿Qué cualidad aprecia más en un cantante?
La humildad, tanto en un artista como en un personaje público, si no veo ese toque de humildad automáticamente me pone un freno.

¿La canción de tu vida?
¡Guau! Muchísimas. No sabría decirte, depende del año de mi vida voy agarrándome a una canción o a otra. Últimamente, estoy escuchando mucho a Norah Jones, no tiene nada que ver con lo que hago, pero tal vez tiene que ver que necesito algo de calma cuando llego a casa. Tengo muchos discos de ella y todos siguen esa línea de tranquilidad, de relax. Ninguna canción en concreto, ella en sí, su música en general.

¿Compositor, cantante favorito?
Bryan Adams.

Tocar, con Fito.
Claro, me encantaría.

¿Qué es lo que detestas del panorama musical?
Detesto que siempre se apoye a los mismos. El monopolio que hay. Son veinte artistas en todo los medios, todo enfocado solo a ellos. Creo que hay gente muy válida en las calles y se podría hacer cosas diferentes. Que no digo que se le quite a ellos pero que también den opción a gente nueva.

¿Tu ocupación favorita aparte de la música?
Me gusta mucho leer, viajar, el tener que trasladarme para trabajar no me cuesta ningún trabajo… Soy una chica muy sencilla, salir con mis amistades, las necesito muy cerca, no soy muy solitaria, solo para trabajar.

¿Te agarras a alguien en momentos difíciles?
Sí, en mis padres, mucho. Mi madre me da la parte de la fuerza, es mujer de carácter y cuando me caigo es “¡eh!” (arriba), y con mi padre hablo mucho con él, analizamos todo. Los dos me aportan mucho y sobre todo en los momentos complicados.

Agarrar un nuevo sobrinito ¿qué aporta?
Bueno… me encantan los niños pequeños y ahora que están llegando de mis primos y demás, son como si fueran míos. Encantada.

¿Tu ideal de felicidad?
Levantarme por la mañana y saber que tengo que hacer algo, no estar quieta, y poder seguir en la música. Que nunca desaparezca que la tenga de una forma o otra.

¿Qué te hace perder la paciencia?
Lo quiero aquí y ahora, me tengo que autocontrolar y si coincido con gente muy tranquila me desespero mucho. Soy muy práctica, si dicen “vengo vamos hacer esto” respondo “vamos hacerlo ¡ya!, por qué esperar”.



Si me lanzo y digo lo que pienso, ardemos en un incendio. Si me callo y guardo lo que siento voy a quemarme por dentro”. ¿Alguna emoción que se resista habitar en una canción?
Estoy trabajando en el siguiente disco y hay canciones que resumen etapas que estoy viviendo ahora. Pero todo lo voy a contar, tarde o temprano.

Estribillos directos, verdades como puños.
Sí, me gusta ser directa, me gusta hacerlo fácil para mí al decirlo y, creo que es fácil para el público recibirlo. No me gusta liar mucho la perdiz, me gusta ser transparente, directa.

Videoclips directos Vértigo e Incendio. ¿Cuál es el mensaje del haz de luz en Vértigo?
Me gusta que sea sencillo pero que incite a pensar. En Incendio, sí juego con las luces, no toco fuego pero es que la luz realmente es interna, el incendio es interno, juego con eso. Y en Vértigo, igual. Juego con el contraste, oscuro y mucha luz. Para incitar al público a pensar que lo lleve a su terreno. 

Si esto fuera un diván de psicólogo ¿qué confesión harías?
¿Así?, ¿en frío? Que la intuición es muy importante y, al final, aunque ocurran cosas que no se esperan o crees que no te mereces de todo se aprende. Si algo te dice que has de seguir por un camino en concreto será por algo. Hay que confiar más en el instinto. Ha habido etapas de mi vida en que no he confiado y ahora empiezo a confiar de nuevo y no me estoy equivocando.

Y ¿qué te dice?
Que siga por donde voy, que no cambie, que mucha gente intenta cambiarte, hacerte pequeña para que dependas de ella y no. Hay que evolucionar y, por supuesto, apoyarse en los demás pero al final tienes que ser tú mismo. Confiar en lo que haces y sobre todo en quién eres.

¿Tienes un lema?
Soy muy de Carpe Diem (risas). Aprovecha el momento.

¿Uno muy bien aprovechado?
En el primer disco me marcaba metas a largo plazo y, realmente, entonces, nunca llegas a disfrutar del todo porque nunca terminas de llegar, siempre quieres algo más, las vas cambiando conforme vas acercándote. En este disco, sin embargo, me planteo la felicidad hoy. Ahora mismo estoy en Barcelona, es la primera vez, estoy súper a gusto, me están acogiendo muy bien y disfrutando y no pienso en mañana cuando llegue en Madrid qué voy a hacer, no. Hoy a darlo todo en el concierto e intentar que la gente salga con una sonrisa y ganas de más.

Color preferido ¿el negro?
El rojo. Pero para vestir y actuar el negro y el verde.

Tu guitarra, Martina.
Sí. Siempre conmigo. Me da mucha seguridad, su sonido me enamoró desde el primer día. De hecho, no era la que me iba a comprar, pedí otra, se equivocaron y me dieron esta. Fue verla y flechazo pero al tocarla… como que tiene algo. Desde febrero del 2012 que está conmigo y no puedo soltarla.

¿La última vez que has sentido Vértigo?
Quizás antes de salir el disco, ¿saldrá o no saldrá? ¿lo habremos hecho bien? Piensa que el diseño lo he hecho con un amigo, entre dos, y todo era dudas. Hasta que no tuve el disco en mis manos, lo observé, está todo bien, no me quedé tranquila.





www.saramarínoficial.com
Twitter: @_SaraMarín_
You Tube: Sara Marín

sábado, 18 de febrero de 2017

Fran Fernández: encefalograma sentimental





Texto: Noelia Baldrich / Fotos: Fran Fernández/Muriel Viba












"El mejor lugar de algunos sentimientos son las canciones” asegura este magnético cantautor granadino. Y es por lo que tiemblo al verle, porque el disco-libro que trae bajo el brazo, es un decir porque le avala buena discográfica- quiebra cualquier coraza y nos desviste el alma. Ya puedes ser un témpano de hielo que su directo te arroja a los acantilados de sus versos. Caballero de la prosa, trovador de lo urbano, palabra rutilante de voz propia que se cobija en un sentir hecho rima y arte. Sus canciones son llaves que abren mil puertas y es entonces a corazón abierto y desatados los sentimientos cuando caemos en la cuenta que su guerra sentimental es también la nuestra, más que él se propuso librarla con la voz alumbrada y la luz de su guitarra. “Todos tenemos alma de poeta también tú aunque no te lo creas” asegura. El granadino se lo creyó, y antes de los Veinte (2002) inicio su Travesía (2002) musical desde La tertulia donde tuvo que pagar con melodías de plata y tras la barra más de una deuda. Luego, se marchó de Granada y fue sangrando su dolor de cantautor desde cualquier lugar del mundo. Libertad, La Estación, Puerta Verde y el underground de Madrid fueron los refugios donde más discos ha vendido. Un Buenos Días (2004) cada día y al desconcierto de hacer de la prosa de la vida su cantautoría. Con el miedo en el cuerpo, su continuo estado de saudade y el Eco del tiempo (2009) ha ido derramando voz y melodías mientras hacía equilibrios con Funambulista en America Latina. Una Vorágine 2011, que dio lugar a Afectos secundarios (2013) y el afecto por el tapping y las 12 cuerdas . Llevamos ya relatados 15 años de viajes y canciones, y a estas alturas es la luz ámbar del Teatro Isabel la Católica de Granada la que lo alumbra. ¡Qué orgullo! para una madre que, por fin, tiene fe en el oficio de El arte de tocarte (2014). De acariciar la belleza, reternerla en un poema o en una canción y entregarla al presente en una fascinante Conexión. Una conexión que ahora siente a niveles que nunca imaginó con la publicación de este artístico disco libro. Agárrense el corazón porque es un asalto a todos los rincones de nuestro ser. Lo que llevamos dentro (2017, Sony Music) te desnuda sin previo aviso. Y como decía al inicio, ya tiemblo porque se me están clavando todas las palabras que ha sembrado en esta producción. "Fran Fernández, te digo que si te he visto antes no me acuerdo, pero cómo vistes al silencio y nos desvistes el alma no me olvido". 






(Fragmento en vídeo de la entrevista)




Si Somos ahora, ¿qué es lo que llevas dentro en este momento?
Lo que cada uno llevamos dentro es una sumas de "ahoras". Todos somos resultado de lo que hemos vivido. Entonces, lo que yo llevo dentro es, probablemente, lo que llevas tú también. Lo que me he atrevido es a ponerle el título al disco-libro Lo que llevamos dentro porque pienso que las canciones son un lugar común en el que nos encontramos todos, aún sin conocernos, y, precisamente, eso hace que al escucharlas es como si conocieras al autor porque, al fin y al cabo, está hablando de cosas que a todos no han sucedido. Lo que llevo dentro es lo que soy ahora y, sobre todo, lo que he sido y el desconcierto de qué puedo ser, de qué podemos ser todos.

Muchas horas de vuelo, muchos kilómetros para fotografiar el alma colectiva y alcanzar esta meta: cantar Lo que llevamos dentro todos.
Siempre he sido muy observador y en las canciones ha habido mucho de eso. Una canción es una fotografía en el tiempo, haces una fotografía de un momento sentimental, es como una fotografía del alma, un encefalograma sentimental. Es muy bonito porque te recuerda siempre quién eras en ese momento y, también, te recuerda, que cambiamos poco con el tiempo. Aprendemos cosas pero de tas cuenta que las cosas que sientes no puedes cambiarlas normalmente, ni siquiera te puedes adelantar. Cuando el amor entra en tu vida poco más puedes hacer que rendirte.

Tus canciones son un sentimiento devastador vertido en la cavidad de un verso, contenido por el dique de la melodía, que con la pulsión de tu voz, derrama un caudal de emociones oceánicas. 
Siempre he sido muy dramático en lo que escribo y muy intenso, porque escribo canciones cuando me pasan cosas intensas. Escribo desde un punto de vista de que no puedo contenerlo. Elijo mucho las palabras y cultivo mucho la forma de decirlas, pero el origen de una canción es un fogonazo y eso es incontrolable. Es muy bonito, además, porque esa fotografía en el tiempo se desborda, e inevitablemente hay que ponerle de alguna forma una frontera para poderla transmitir a los demás. 

Aplicas los versos de Huidobro: “Por qué cantáis la rosa, ¡oh! Poetas! Hacedla florecer en el poema”.
Para Huidobro lo que al poeta le pasaba daba igual, que lo importante era lo que sucedía en el poema. Ponía al arte, al creacionismo, como lo más importante. Tu vida no importa, importa el poema y, además, cuando decía que quería hacer florecer a la flor en el poema, ¡es que la flor puede no existir!, pero la estás creando en la composición. Siempre me ha parecido muy bonito, pero, si es cierto, que siempre he escrito sobre cosas que me pasan. Inevitablemente, tengo 35 años, y tengo que empezar a escribir sobre cosas que no me ocurren porque ya no me pasan cosas todo el día, o como me sucedían a los veinte. Pero todavía no lo consigo. Hacemos un retiro compositivo con Marwan, Funambulista y ellos escriben desde cualquier lugar (de la vecina del 5º y su historia...) yo todavía no lo consigo.





¿No has escrito ninguna canción sobre algo que no has vivido?
Estoy haciendo ahora una canción que habla de los refugiados, pero desde su punto de vista, como si yo lo fuese, en primera persona. Es la primera vez. Siempre he escrito desde mi yo y contando algo que me ha pasado. En algún momento tiene que cambiar, porque lo que llevamos dentro es lo que llevo dentro y lleva dentro cualquier persona. Creo que hay que situarse en la vida de otras personas.

Este disco-libro y tu ayuda a una ONG me ha situado en la vida de otro cantautor Pedro Sosa.
Sí, claro, lo conozco a Pedro Sosa. Es médico. Hemos coincidido en un certamen y tenemos bastantes amigos en común. Muy creativo su disco-libro. Coincidí con él la primera vez en Burgos, hace 15 años.

¿Ya has coincidido en concierto con Pedro Guerra?
Sí, sí, pero cantar juntos no lo hemos hecho nunca y ya va siendo hora. Hemos coincidido muchas veces y hemos tocado uno detrás de otro en algún evento. Pero ocurrirá.

Lo que ha ocurrido es que el disco-libro cabalga en su reedición con Sony Music, y con grandes jinetes de la canción: Carlos Goñi, Marwan, Fredi Leis, Edgar Oceransky y Miguel Inzunza.
Cada canción le pidió a uno de ellos. Todos son amigos y los admiro hace mucho tiempo. Nadie te va a entender le pidió a Fredi Leis, no podía haber otro tipo que la cantase; Siempre quiero verte nació porque en uno de esos retiros compositivos con Marwan me pidió que incluyese la canción y que quería cantarla conmigo. Oceransky e Inzunza, que son dos cantautores mexicanos que siempre me han abierto las puertas allí, tenían que estar. Allí está ella, con Oceransky, es muy su estilo, y Melancolía, muy Inzunza. Funambulista, en Nosotros elegimos. Son casualidades, cada canción se ha adaptado como un guante y todo tiene mucho sentido y forma.

¿Por qué fue el segundo tema el que cuajó con Carlos Goñi y no el primero que le mandaste?
Sobre todo, por sinceridad, porque él se sentía mejor con la segunda canción y que bien que lo dijese. La primera era más balada y esta es más Revólver. Déjame caer es más rock de autor.

Gracias a la producción de Pablo Cebrían “las canciones tienen lo que pedían” ¿qué necesitaban?
Cuando estaba grabando con Pablo Cebrían, estaban grabando con él Manuel Carrasco y Sergio Dalma, es un tipo que sabe darle a cada canción el instrumento que le pide y en el lugar apropiado. Una canción es algo muy complejo, tienes la responsabilidad de hacer de esa canción la mejor canción posible, llevarla a la dimensión sonora con más belleza y Pablo es un experto en eso. Se hizo muy bonito ese proceso.

Buscando la belleza ¿tienes la sensación de haber creado la canción perfecta?
No, no creo. Sí que probablemente tengo algunas canciones que serán las más importantes que he hecho en mi vida, pero espero que me queden otras por hacer que también sean las más importantes.


¿Cantautor 3.0?
Lo digo porque ahora todos tenemos la oportunidad de formarnos a través de internet -no puedes dar un concierto sino sabes tocar la guitarra- y, además, aprender a cantar y a escribir leyendo…Es decir, el cantautor debe saber cantar, tocar y escribir. Tres cosas que hacen lo hacen específico en este género y que genera un compromiso especial, sentimental con la gente que nos sigue. Desde que empecé se va sumando gente a mi viaje, las redes sociales es un buen ejemplo, cada vez tienes más seguidores. 



Tocando una guitarra de 12 cuerdas con tapping
En el proceso de búsqueda de una voz propia una de las cosas más complicadas es encontrar una forma personal de hacer las cosas. Encontré una guitarra de 12 cuerdas en Granada, la compré ,y se fue adueñando de mí. Cambié la afinación un poco, luego más, y me di cuenta que las frecuencias que estaba consiguiendo estaban conectando mucho conmigo y la forma como entiendo yo las canciones, la atmósfera que quiero crear. Agregué unas técnicas de guitarra diferentes propia de la eléctrica. Me hizo crear un universo personal donde dar vida a mis composiciones.

¿Un seis de enero regalarías un guitarra a un hijo, con las consecuencias que puede acarrear?
Emm… si a mí me la regalaron, sí, debería. De, hecho, me la regalaron con malas notas para motivarme. Toda una buena onda de mis padres y creo que hicieron bien. Dentro de todo, piensan "si se hubiera licenciado en derecho no sabemos si tendría trabajo, y ahora sí tiene”. Es bonito, siguen todo el proceso creativo y evolutivo de mi música. Entonces, sí, regalaría una guitarra. Precisamente, hablando en una entrevista con Carlos Goñi, le decía que él, junto a Sílvio Rodríguez y Pedro Guerra, eran los culpables que yo hiciera canciones y me decía “no sé si quiero ser el culpable”. Porque se pasaba muy mal también. Yo no creo que lo haya pasado mal aunque ha sido muy duro muchas veces, pero cuando haces lo que quieres aunque la vida no te recompense siempre también te sientes feliz. Una de las cosas más importantes que he aprendido es disfrutar del proceso, de estar haciendo lo que quieres.

Quien habrá sufrido más es tu madre, aunque respire ya más tranquila.
Seguro. Mi madre cuando no me pagaban decía “¿¡por qué vas!?”, y si me pagaban “¡a ver si te lo gastas!”. Siempre hay un problema, ja, ja. Cómo le explicas a una madre que te vas un mes a Argentina y que, probablemente, vengas sin dinero. ¡Te vas un mes de gira a Argentina!, ese es el premio, ese es el pago. Pero eso ella no… “¿¡A Argentina, a México!? ¡Uy! ¡Con lo peligroso que es! Mándame una foto del hotel…”

De no haberte regalado esa guitarra ¿qué alegría le hubieras dado?
Pues, supongo que hubiera sido profesor de música. Esa guitarra, en ese momento, fue la mejor guitarra del mundo a la que o no hubiera aspirado nunca, valía 30 mil pesetas, era un guitarrón. Creo que de igual manera hubiera hecho canciones que no hubieran sido escuchadas. 

Tu hermano también toca la guitarra.
Es guitarrista pero es más formal, tiene su novia hace muchos años… está ahí muy estable. Es guitarrista de otros proyectos, no propio en el que se tenga que buscar la vida. Con sueldo fijo.

¿Por qué siempre componéis con el corazón en llamas o en ascuas?
Porque cuando no se está dolido e intensamente afectado no necesitas escribir. Entendiendo que música viene del concepto de las musas, eso significaría que algo que no tiene una inspiración real no sería música. Hay una canción que dedico a esa gente que componía canciones y que lo dejó porque ya estaban bien, estables, no tenían nada que contar. Cuando llegué a Madrid, con veinte años, con Marwan, Luis Ramiro, Luis Quintana..., eramos cien y hemos quedado cinco. Casi todos se han quedado con sus trabajos, tener hijos… Nosotros estamos aquí, ha sido duro, pero lo estamos consiguiendo. Seguimos escribiendo canciones desde un punto de vista muy intenso, con el corazón en llamas, porque, además, creo, que merece la pena escribirlo. 

¿Con 35 años me niego a creer que has estado en todos los lados del amor?
(Risas). Bueno, es que hay tres lados grandes: la luz, la penumbra y la oscuridad, y en una relación suele haber las tres. La luz cuando ella aparece, la penumbra cuando no se sabe lo que pasa y la oscuridad cuando se termina. Dentro de este espectro hay muchas formas de sentirlo, son lados dentro de esos tres lados. Creo que esos tres grandes estados ya los ha experimentado un chico de 17 años, ya se ha deslumbrado, ha dicho “qué pasa” y, también, ha visto el universo caerse en pedazos de lo que creía que iba para ser para siempre.

Pero siempre nos va a sorprender el amor.
Por suerte sí, claro, además, sigo pensando que el mejor amor debe ser el último, aunque no hay ninguno como el primero. El amor debe evolucionar y dentro de uno evoluciona y debe entenderlo más. Se trata de una formación sentimental que tenemos que tener.

“Qué pronto se canta y qué lento se marcha”, y ¿cuánto tardas en darle forma en una canción?
Depende, la canción que estoy haciendo ahora sobre los refugiados llevo en ella un año y medio. Habla, también, de cómo los que tienen el poder no hacen nada, y qué podemos hacer los que, teóricamente, no podemos hacer nada. Sin embargo, otras como Nadie te va a entender, la empecé en Menorca, la seguí en Granada y la terminé en Madrid. Los procesos creativos cambian, pero el esqueleto de la canción lo hago relativamente rápido, pero luego trabajo mucho en ello.

Madrid, México, Barcelona era el orden del ranking de las ciudades que más te escuchan, ¿sigue igual?
Creo que está México, Madrid y Barcelona. Hoy es la primera vez que lleno en Barcelona y tengo muchas ganas de empezar ya a dar un vuelo.



Un vuelo en el que compones, también, para los refugiados.
Estamos preparando un disco benéfico con la ONG SED, lo está produciendo David San José, hijo de Víctor Manuel, aparecen Rosalén, Bebe, Javier Alvarez, Pedro Guerra, Víctor Manuel, Ana Belén, Pasión Vega… Mucha gente, muy buena y muy conocida para dar eco. Por eso hemos ido hace tres semanas a Ghana y hemos visto toda la labor que están haciendo, colegios, infraestructuras…Por primera vez, he podido ver que una ONG ayuda en serio, siempre tenemos dudas. Lo he visto, es cierto, se está haciendo, se está ayudando a la gente. Se está arreglando el mundo de alguna forma, porque es el mundo de ellos y de cada persona. Hubo una frase de un miembro de SED que dijo “Queremos cambiar el mundo”. –“¿En serio?” –“Sí”. Y es cierto, lo están cambiando y, lo que podamos hacer hay que hacerlo. El disco se presentará en mayo, en Madrid, para miles de personas. Pinta muy bien.

Pinta muy bien tener una discográfica como Sony que paga tus deudas.
Ja, ja, no sé si va a llegar para pagar las deudas. Yo vivo de los conciertos y de la venta de los discos en los conciertos, pero se supone que mi economía mejorará, pero no lo sé, nunca he estado con una multinacional. Pienso que mis canciones están hechas, que tengo un público que me sigue, y ojalá Sony me ayude a crecer.

En este crecimiento ¿podrías traicionar tus ideales o cambiar tu discurso?
Pues, no creo que a mi edad vaya a cambiar eso, si me pillan con veinte años, me cortan el pelo, me cambian la ropa, pero ahora no creo que sea posible.

Tengo la sensación que los autores sois Gigantes con miedo, ¿por qué no andáis planeando un asalto para que se os escuche en las radios? 
Fíjate. Cuando a mí la vida me motivó a hacer canciones Ismael Serrano estaba sonando en la radio y Pedro Guerra, Rosana y Javier Álvarez en Los40 Principales. ¿Quién decide eso? Yo no lo sé. Los que lo deciden son gente que no está relacionada con la música sino con la economía, entonces ¿qué hacemos?

Pero si todos tenemos alma de poeta, el gran público aprecia la canción de autor.
No sé, también hay mucho prejuicio, hay gente que ve alguien solo con guitarra y se piensa que se va aburrir. Hay mucha gente que concibe la música como un ocio para despejarse y olvidar cuando sale del trabajo, y resulta que la canción de autor no va a despejarte, te va a emocionar, y a lo mejor la gente no quiere emocionarse, ya tiene bastantes emociones en su vida. No lo sé. Pero yo no me siento cantautor para minorías.

Javier Ruibal se negaba al hecho de someter a la población adulta a música de párvulo y a ser encasillado “canción de culto”.
Las palabras de mi mánager han sido: “No queremos que tengas una carrera independiente, hay que meterte ahí dentro, que te escuche todo el mundo”. Y es lo que quiero, sonar en Cadena 100, estar ahí.  
Asociaros y planear un asalto colectivo.
Nos ayudamos muchísimo. De hecho, creo que más que en otros géneros. Me ido de gira Con Marwan a México, y de las primeras veces que fui canté ya para cuatrocientas personas filtrando canciones de autor. He cantado con él muchas veces. He abierto conciertos hasta de Manuel Carrasco. Hay mucho compañerismo.

Aunque te instales en la Melancolía, ¿Cuáles son tus sueños?Siempre he pensado que tienen que ser pequeños para ir consiguiéndolos, y en cuanto lo consigues ya has pensado en el siguiente. La felicidad hay que tocarla pero un poco solo. Disfrutar más del camino hacia la felicidad más que de la felicidad en sí. He sido feliz muchas veces a pesar de muchas cosas. Mi sueño ahora es llenar Galileo Galilei, el sábado 8 de abril, y cuando lo consiga piense, probablemente, hacer Joy Eslava. No es un sentido económico sino emocional, que mis canciones funcionan. Llevo 18 en esto, y he tocado en muchos lugares, en lugares perdidos de Argentina, Chile, México, algunos se han llenado más que en España.



¿Crees en el destino?
Si todo esta escrito/ léelo conmigo,/ y si nada está escrito/ yo lo escribo contigo./ No creo en el destino,/ por eso fui a buscarte.” No lo sé, y, como no lo sé, haré por crear el mejor destino posible.

Escribir una hoja en blanco ¿es tentación del diablo o sesión psicológica?.
Es una terapia. La música y el arte nacen para sentir lo mejor con el corazón. No me enfrento a la hoja en blanco, es mi aliada. No es que llega la hoja en blanco y diga “bueno ¿¡a ver qué hago contigo!?” Si me encuentro con la hoja en blanco es porque vengo con algo en la cabeza y la necesito.

La portada, -una captura- tiene aire de juglar, ¿qué recuerdas de tu época tocando en el metro?
Recuerdo sentirme muy feliz. Cantaba de 7 de la mañana a 9, cuando todo el mundo iba al trabajo. Sentirme muy pleno porque cantaba mi canción y la gente compraba el disco. La portada fue una captura de imagen y se me ve abriendo la guitarra para tocar... me gustan mucho estos colores, el ámbar y el ocre, es muy sentimental. 

¿Y de cantar ante millones de personas en Tú si que vales?
Fueron tres millones. Por primera vez entraba en las casas de la gente en lugar de que tuvieran que encontrarme a mí de casualidad, ya fuera en el metro o un garito tocando. Fue muy bonito, recibí mensajes de todo el mundo, desde niños de cinco años hasta abuelos. Y fue emocionante porque muchos me contaron que se reunieron delante de la televisión todos juntos identificados en el proceso de ilusión de alguien que llevaba muchos años haciendo algo y que por fin funcionaba. Se le daba un momento de atención. Fui famoso un mes, no es algo que crea que esté bien la fama por la fama.

Preguntas que te suenan porque las cantas con Edgar Oceansky en Ahí está ella. ¿Te imaginas tu mujer definitiva?
No, sería injusto, que me sorprenda.

¿Qué te roba el sueño?
Duermo bien. Tal vez, que la semana que viene imparto en Madrid un curso sobre procesos creativos, me quita un poco el sueño estar a la altura, pero me estoy preparando.

¿Qué opinas de la muerte?
Es una pena pero supongo que es necesaria.

¿Dónde crees que está Dios?
En todos los lados y en la gente que quieres y te hace feliz.

¿Cuáles son tus tinieblas y cómo te sostienes?
Mis tinieblas, supongo que los fantasmas de que no funcione lo que hago. Y me sostengo pensando que va a funcionar.

De cosecha propia ¿Qué te toca los bemoles?
La gente que habla sin saber, la que atenta al silencio. Los prejuicios.

Cuestiones algo densas, ¿mejor nos instalamos en “No demos tiempo a la vida para pensar”?
Creo que es mejor no darle tiempo a la vida para pensar, piensa un poco pero, de todos es sabido que cuando más piensas te pueden salir fantasmas donde no los hay.

"La vida nueva es como un verso al revés", escribía Sílvio Rodríguez, así que le he dado la vuelta a tu Epílogo. "Ahora los planes se controlan y las expectativas van cambiando".
Yo no me siento controlado por la discográfica. Siempre manifesté que necesitaba alguien que trabaje conmigo, no para mí, que me ayude, y me impulse. Ojalá que la infraestructura que estamos creando nos ayude a todos a crecer.




¿Tatuajes?
Vorágine, el título de uno de mis discos, testigo de una fase de mi vida y de vivir las cosas con mucha intensidad, una especie de caos sentimental, y, un Ave Fénix entre azteca y maya que tiene que ver cuando las cosas no han ido bien ya irán mejor, el ave que renace de sus cenizas. Lo he visto muchas veces cuando toco y me recuerda que todo irá mejor.


¿Supersticioso?
No, pero no paso por debajo de una escalera y si puedo evitar pasar por debajo de un andamio, también. Y el disco que tiene 13 canciones le he puesto 12+1.

Concretemos ¿qué hay en Lo que llevamos dentro?
Hay intensidad, hay drama, hay felicidad, todos los lados del amor, hay lugares comunes de toda la gente que siente cosas, todos somos creadores, la vida es una canción de alguna forma. Lo definirá como un punto de encuentro a través de la música. 




De este punto de encuentro entre tú y yo espero que quede una canción.
Es muy probable.



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miércoles, 15 de febrero de 2017

Último Clan: vuelve el rock vintage



Texto: Noelia Baldrich / Fotos: Último Clan



                    



Con ellos todo va y viene y viceversa, atendiendo a su viaje musical de más de tres décadas de idas y venidas. Se colaron en nuestro imaginario sonoro A través de la noche en 1990, y su combinación beat rock resultó tan fresca, armoniosa y pegadiza que pronto pasó a ser la sintonía del programa radiofónico Ochentopía durante esa década. Su elixir rockero basado en dosis de beat, swing, rock´n´roll, rhythm and blues y ecos de la música popular hizo realidad sus Sueños eléctricos y esta banda barcelonesa pronto conquistaría la escena. Conciertos en las principales salas de la Ciudad Condal, asalto a las emisoras nacionales y como colofón la publicación de su primer álbum por un gran sello discográfico que después devino Universal. Pero la suya No es una historia más. Cuando empezaban A divertirse -también en televisiones- con su especial combinación de melodía, armonía y ritmo y se hablaba ya de Hay un clan para rockanrolear, la formación hizo un parón y tuvimos que esperar más de lo debido para su segundo disco. Las escaleras son largas (2009) tenía visos de un epílogo por tantos peldaños en El camino. Volvieron a sorprender con ese rock-pop de mimbres clásicos, añejos, pero rabiosamente vigoroso y energético. Y aunque seguían fieles a sus fuentes, Beatles, Kinks, Pretenders sorprendieron con notas que terciaban a bolero. Cuando te olvidaba dejaba entrever en su frontman Un tipo Legal pero dual: Yo y mi otro yo. Y de nuevo otro parón. Unos cuantos años Por en medio y vuelta a un nuevo alumbramiento musical. Nunca es tarde si Una estrella ilumina Las cosas buenas. Un tercer LP en el que se aprecia un Golpe de timón: las armonías, arreglos y melodías están trabajadas con más cordura, es decir, con más puñetas, pero con la misma intensidad y seducción du-du-dual tan característica del rock pretérito da-da-da-da. No te pares, versión del Stop Your sobbing The Kinks es indicador por dónde van los ritmos de estos Diablillos del Cielo: Ven a la luna, ni más ni menos. Un carrousel instrumental: saxo, fliscornio, violas, trompeta, piano, guitarras, coros, profusa percusión, para una vorágine ochenterera muy en boga. Vuelven ellos a estar en boga también. En concierto el 24 en Luz de Gas. Nos detenemos a charlar con su líder, Odón Marzal, para conocer su historia: Érase una vez… el regreso de Último Clan, Todo viene y va (2017, Marccato Edicions)







Érase una vez una banda llamada Último Clan…
Que comenzó en el 84, como fundadores estábamos Salvador Falguera y yo, rápidamente se incorporó Jaime de Burgos. Con actuaciones importantes en Zeleste, con críticas de importantes, recuerdo la de Marcos Ordoñez –que se pasó un poco- dijo que dábamos “sopas con onda” a Nacha Pop. Nuestras influencias no han sido grupos españoles, sino anglosajones. 



Y Último Clan ¿por qué?
Habíamos formado varios grupos con diferentes nombres y siempre pensamos en el concepto "clan", más que en término mafioso en sentido positivo, como familiar, de buen rollo. Y lo de "último" esperando que fuese ya la última formación, la definitiva.

Han pasado más de tres décadas y Todo va y viene, ¿a dónde va este viaje tan especial, además de ir a la luna  con el single?
He de matizar que a pesar de los parones yo he seguido en la música componiendo para Lorenzo Santamaría en varios discos suyos, aunque fuese en otro estilo, y haciendo actuaciones. En 2009 es cuando decidimos regresar en serio con una reedición del primer trabajo y un segundo álbum Las escaleras son largas que tuvo muy buena acogida. A partir de entonces, empecé a elaborar el material para el disco que ahora presentamos Todo viene y va pero se fue retrasando, por diferentes motivos, además, algunos miembros están en otras bandas como Jaime de Burgos en Jarabe de Palo y Julio Cascán como bajista de Elefantes. Finalmente, acaba de salir en Enero. A partir de ahora habrá una continuidad más constante. 







¿Cuáles son Las cosas buenas de esta producción de Julio Cascán y tuya?
De entrada las armonías de las canciones están más conseguidas, más trabajadas. La parte de arreglos e instrumentación es la primera vez que hemos grabado un tema, Una estrella, con cuerdas reales y una trompa, que nos ha hecho mucha ilusión porque hasta ahora siempre era un pop rock con guitarra, teclados y base rítmica batería y bajo. Es un corte que le tengo mucho cariño e incluso me lo han pedido para una serie en internet. 


"Quise ser una estrella", igual se convierte uno.
Lo que viene a decir la letra no como estrella de rock’n’roll sino en sentido metafórico, la luz de cada uno, el brillo.

Con este flamante carrousel instrumental, ¿podemos seguir hablando de vuestro sello beat rock?

Es algo que siempre he reinvindicado. Los Beatles hacían música beat, se denominaba el Mersey Beat. Tanto ellos como Pretenders o The kinks es pop con golpe, con ritmo. Nosotros estamos en esa línea aunque hayan temas que sean más de swing como Érase una vez o Necesito tu amor. Logicamente, hemos evolucionado, empiezas son canciones más sencillas y después vas a por armonías, a pulir letras, también.



Se percibe un Golpe de timón respecto a Las escaleras son largas, hay un mensaje melódico y lírico diáfanamente más claro. 
Sí. Hay una evolución. El primer disco, A través de la noche, es un trabajo más sencillo, mientras que Las escalares son largas se puede dividir en una parte que tira más hacia el primero y otros temas que se acercan más a este trabajo Todo viene y va como son Cuando, Yo y mi otro yo o El camino

Una evolución con nuevos diablillos.
Sí. El núcleo de la banda somos Salva Falguera, Julio Cascán, Jaime de Burgos y yo, pero como Julio con Elefantes no para –lo cual me alegro muchísimo- ha entrado en sustitución suya Quin Muns al bajo –que da la casualidad que fue el primer bajista de pre Elefantes-, y estamos fantásticos. Julio estará en el concierto de Luz de Gas, además de algunos invitados más.Y hay otro miembro Joan Pau Vidal que es guitarra de refuerzo.


Sigues teniendo de refuerzo tus primeras guitarras: Hofner Club 70 con Fuzz y Treble y, con 19 años, una Gibson Les Paul Custom.
Sí, sí. Soy coleccionista de guitarras. Tendría que contarlas. Todas son joyas vintage. En el concierto tal vez llevaré una Gibson Es 335 de los 70 que es con la que aparezco en el disco.

Por eso sonáis a un rock fresco pero vintage.
Sí, eso me lo comentaba Julio Cascán. Dice que tengo una forma de componer de otro tiempo pero que le doy un aire más atemporal y, eso, a la larga, es una ventaja porque no se está tan encasillado y las canciones pueden permanecer.

Desvélanos las ensoñaciones sonoras de la Intro, Por en medio y Cierre, que resultan tan magnéticas.
Te agradezco que me lo preguntes porque si me preguntan por las canciones que representan a Último Clan son las otras, pero yo quería hacer tres cortes instrumentales: uno al inicio, otro a la mitad, y otro al final. La Intro la hacíamos en los conciertos pero era más larga, así que la recortamos y nos gustó mucho. Por en medio se acoplaría perfectamente a una sintonía como cabecera de un programa de televisión, y la que me gusta mucho es Cierre. Es un tema que si un director de cine lo escucha podría quedar muy bien en cualquier película.

¿En qué te inspiraste para componer ese Cierre tan envolvente?
Primero decirte que volver a componerlo no me sería tan fácil. Hay armonías que ni siquiera yo sabía lo que hacía. Tuvimos que quedar con el pianista y un estudioso guitarrista para que nos lo descifrara. Vas probando cosas hasta que suena bonito. Buscaba algo bello e iba pensando en mis viajes a París y Nueva York, me venían imágenes pero no sabría decirte… creo que era el subconsciente el que actuaba.



Actuáis en Luz de Gas el 24 de febrero. , ¿qué rocanroleareis?
Tocaremos todo el disco menos el Cierre, es una lástima pero es complicada de tocar, hay dos guitarras españolas, piano, trompeta, fliscornio y contrabajo con arco, así que la infraestructura es algo complicada. Tal vez, con dj al inicio o al final. Después haremos tres temas de cada disco anterior. 

Ven a la luna ya con videoclip.
Sí, muy contentos de grabar otro videoclip, desde el 2010 que no lo hacíamos y a parte de habérnoslo pasado muy bien estamos muy contentos con el resultado y lo que nos llena es que está gustando, que es lo importante.

¿Te asusta algo?
No, lo que nos gustaría es que hubiese una continuidad. Cuesta mucho sacar un disco, tiempo, dinero, todo, pero habrá otro, no el año que viene pero no será tan espaciado como el último parón.

Contáis con un buen mentor, Aurelio Morata y su discográfica.
Sí. Cuando empezamos con Aurelio teníamos los mismos mánagers, Roberto Tier, de Sidecar, y Quin Blanco, ya fallecido. Tuvimos muy buena relación, grabamos un mini LP que es lo que enviamos a Polydor y a raíz de ahí nos ficharon y se editó el primer trabajo.

Unos agradecimientos extensísimos.
Son agradecimientos a todos los que han intervenido en nuestra trayectoria desde los inicios. 

A Ediciones Musicales Clipper’s por...
Esto es importante. En la canción Stop Your Sobbing The Kinks tuve cierto miedo porque tuve que hacer una adaptación, sin perder el espíritu, bastante diferente y nos costó cuatro meses tener el permiso de los ingleses Kassner Associated Publishers. Y una vez que estos y Ray Davis –decimos en broma- nos la concedieron, la autorización en España se hace a través de Clipper’s. Pero fueron cuatro meses pidiéndonos muchas cosas, para empezar tu adaptación en inglés porque querían saber lo que estabas diciendo… y más y más.

Como abogado de profesión tampoco te las dan.
Ja, ja, es verdad. Cuando empecé llevé muchos artistas entre ellos Peret que en paz descanse. Le tenía mucho cariño porque una vez al mes venía al despacho. Le gustó mucho el disco Las escaleras son largas, los temas Cuando y Yo y mi otro yo, y eso que nuestros estilos eran como el blanco y el negro, la rumba y el rock.

Los clientes del bufete son conocedores de tu faceta de rockero.
Sí, y algunos clientes vienen a los conciertos.




Todo viene y va ¿dónde deseáis que os lleve este carrousel sonoro?

Primero que llegue a la máxima gente posible y que les guste, después, poder defenderlo en los máximos sitios posibles.


Qué ruede el carrousel del redondo.
Se me ocurrió como portada viendo la película El golpe. Llevaba días pensando qué imagen puede transmitir Todo viene y va, y me acordé del que aparecía en la película dando vueltas, y así fue. El fotógrafo Joan Cortadellas hizo esta foto y me remarcó lo de la noria en segundo plano y me pareció perfecto porque también da vueltas.





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