viernes, 10 de febrero de 2017

Erika Leiva comulga con Manuel Alejandro.



Texto: Noelia Baldrich / Fotos Erika Leiva









Podría llamar a su exquisito redondo "Etiqueta negra Vol.II", dando así continuidad al Etiqueta Negra publicado por el insigne compositor de la canción romántica, Manuel Alejandro. Y es que, sin duda, el disco que nos presenta esta cantante gaditana de voz privilegiada tiene la categoría de reserva, atendiendo a la crianza de los temas y a una materia prima de pura cepa. Esta “leona”, como la apodaron en el programa ‘Se llama Copla’, le ha arrebatado 11 temas a Alejandro “El grande” -éxitos de “La más grande”, de Julio Iglesias, Raphael, José José, El Puma, Nino Bravo…, para presentar un compuesto Grande, muy grande (2008). A que no te vas, Si la noche de anoche volviera, Que no se rompa la noche, Frente a Frente, Ese terco corazón, son algunos de los cortes que interpreta En carne viva. La de la Línea de la Concepción posee unas cartas de ases: Notables registros vocales, sublime interpretación -temperamento y sensibilidad, potencia y matiz-, y unos arreglos frescos e impecables. Es de suponer que la linense ha perdido la cabeza por el amor del jerezano pero, como cantaora de fuste, derrocha arte, duende y sal a mares, el de su Línea y el de la Bahía. Así, que No lo puedes negar, es una obra de gran belleza e impacto digna de un certificado sobresaliente. Como todos los artistas, sus antecedentes son de lucha y esfuerzo, aunque su voz viniera de serie. De pequeña, entre palmas, guitarras y bata de lunares, fue un Torbellino de colores arrancándose por el ciclón Flores, e imaginaba, Tras el cristal (2006), subirse con Señorío a las tablas del Teatro de la Maestranza y por cuarta vez lo ha cumplido. La última, con su espectáculo Sevilla siente a Rocío. Hoy, este huracán de arte está en Barcelona en la Encrucijada de presentarlo a los medios, y ya goza de su beneplácito, pues, si se granjeó la gracia de Marifé de Triana, no hay voz con autoridad para romper la magia de este sueño hecho realidad. Un homenaje a Manuel Alejandro que Erika Leiva etiqueta con un pata negra: Amar y Querer (2016, FodsRecords). 




¿Para dedicarse a la música más que quererla, hay que amarla?
Por supuesto, me considero una amante de la música, no concibo mi vida sin música y para entregarse a un público primero tienes que amar lo que haces. Amar tu profesión para sentirte tú misma y poder transmitir esa magia con la que los artistas jugamos siempre.

Y “AMANDO”, lo has grabado.
Sí, amando completamente todas las canciones que he elegido porque me ha sido muy complicado quedarme con solo diez. Este autor es tan grande, con un legado tan maravilloso, que me ha resultado una tarea bastante complicada, pero escogí estas porque de verdad las amo y así las presento: con Erika Leiva en cada una de ellas. En algunas me identifico más pero todas tienen un contenido muy grande y semejante al género de la copla porque, aún siendo canción romántica tradicional, por la intensidad de las letras las considero la nueva copla.

Aún así, ¿supone un cambio de registro interpretativo?
No tan grande porque las letras están tan cargadas de dramatismo como cualquier copla que escuchemos de Marifé, Rocío Jurado, Juana Reina, y tantas y tantas que han defendido este género, que no me resulta complicado quitarme la máscara y volver a ponérmela, sino que me entrego tal cual. Son letras que me dicen tanto que no me resulta trabajoso el demostrarme, abrirme y trasladarlo al público, de verdad que no.

¿Alguna te ha exigido una mayor entrega?
Todas tienen mucha complejidad porque Manuel Alejandro destaca por su maravillosa pluma -eso es indiscutible- y también por su forma de componerlas, comienzan suaves y después tienen un estribillo muy potente. Ese corte es su sello personal. Cuando escuchas a artistas como Rocío Jurado, Raphael y tantos cantando un tema identificas inmediatamente la autoría de Manuel Alejandro. En esto era el número uno. Una de las canciones que me ha costado trabajo de interpretar es Amar y Querer y por esta razón le puse el nombre al disco. Cada vez que hacia una toma en el estudio salía llorando porque me emocionaba, no se puede describir mejor la diferencia entre el “te amo” y el “te quiero”, cuando algo va ser duradero o cuando te encaprichas. Me llego al corazón, me arañó un poco más que las demás. En cuanto a la interpretación vocal, hay una que es muy complicada que me la tuve que trabajar un poquito más, la interpretó en su día Nino Bravo, Como todos. Es una de las más difíciles con las que me he enfrentado.

Erika ¿has tenido Frente a frente a Manuel Alejandro? 
No. Me paso una algo muy curioso en el programa Se llama copla, en el 2007, cuando iba terminando la temporada el director de orquesta lo conocía y me comentó que estuvieron hablando de mí y que le gustó mucho lo que yo hacía… Pero, fíjate, siendo jerezano y yo viviendo muy cerca nunca lo he conocido, no se ha producido la ocasión. Me encantaría que llegará el día de poder mostrarle este trabajo pero me impone mucho, me da mucho respeto. No sé si sería capaz. De momento, el disco está recién sacado del horno lleva dos meses en el mercado.

Así calificaba Manuel Alejandro a los artistas de sus éxitos: 
Rocío Jurado. El temperamento. Voz única de terciopelo y afinación exquisitos.
Isabel Pantoja. Reina de la Copla. Intuitiva, hábil.
Raphael. Lo inesperado.
Julio Iglesias. El buen hacer.
Nino Bravo. Fantástico ejemplo del derroche vocal.
¿Cómo te gustaría que te definiese?
No sé, no sé, cómo me podría definir.

Mira que te han dicho cosas bonitas: “Huracán de arte y fuerza en el escenario”, “ El aire del sur se contonea al compás de tu mirada”, “Un ciclón, una fuerza desmedida en el escenario y una aplastante seguridad”.
Pues… no sé, lo que sí me gustaría es que estuviese contento con el resultado, que sea de su agrado. Con eso me conformaría y estaría dichosa, de verdad. 

Manuel Alejandro espolea carreras.
Eso sí. Ha tenido la facultad de hacer canciones a medida y eso siempre lo destaco. Hay compositores que escriben pensando más en ellos o en sus propias vivencias, pero él ha tenido la capacidad de componer por encargo teniendo en cuenta sus habilidades y puntos fuertes del artista, y ha sabido llevarlo, y eso es muy complicado. Por eso, parte del éxito de los que han cantando sus temas se lo deben a este gran compositor, sin quitarle el mérito a cada uno de los cantantes, pero ha influido mucho la persona de Manuel Alejandro.

¿Tu carrera está espoleando un cambio de género?
Siempre he sido muy inquieta. Empecé con la copla pero nunca he dejado de interpretar otros registros, tirar por otros derroteros. Soy muy curiosa, me gusta hacer cosas diferentes, la monotonía no va conmigo, soy muy sagitario y cuando llevo mucho tiempo haciendo lo mismo me aburro e intento darme la vuelta y renovarme. Tenía ganas de hacer esto, a parte de mi admiración por Manuel Alejandro, me apetece cantar otro tipo de canción que no siendo copla se asemeje, pero no es. Al público hay que ofrecerle otra carta, otra faceta tuya, que vean tu versatilidad. De hecho, doy clases de flamenco, también. Estoy todo el día “enredá”, como yo digo.

Un Torbellino de colores.
Sí, sí, ja, ja. Mi gente no se cansa. Perdona, ¡sí! se cansa, pero ya están acostumbrados a mí, a mi forma de ser, de vivir, de entender la vida: que no la entiendo sin música. Han comulgado con ruedas de molino.

Seguirás como Vendedora de coplas.
Sí, de hecho en mi espectáculo no voy a dejar de hacer copla y nunca se sabe de aquí a un tiempo hago un disco de copla, me encantaría, con una buena calidad, con una orquesta en directo eso es maravilloso. Lo han hecho grandes artistas y luego han sido discos que se han vendido muy bien. El concepto de la copla lo tenemos un poco equivocado porque luego en el directo la gente agradece más una copla que otra cosa. Es un género que levanta, levanta pasiones y yo lo compruebo cada vez que subo a un escenario.

Una actriz de coplas se “desnuda” y en este nuevo disco te muestras en la portada En carne viva.
Sí, para que la gente me conozca tal como soy, se entiende que la imagen está muy cuidada. La limpieza, la pureza que muestra es lo que quería transmitir al público. Estoy en un momento de mi vida muy serena, tengo una estabilidad, me he encontrado a mí misma haciendo lo que quiero… Estar en un punto de tu carrera en el que puedes ser tu misma es muy importante, y es lo que he querido proyectar. Fondo blanco, sin abalorio alguno, transparencia.

Entonces, acostumbrados a verte como un Nardo con bata de cola ¿cómo será el estilismo de este espectáculo en el Teatro Alcalá de Madrid, el 2 de marzo?
Ja, ja, pues ¡imagínate! con lo que me gusta un vestido de cola. El espectáculo lo he dividido en dos partes. La primera, dedicada a mi faceta más coplera, a ese registro que llevo haciendo desde que era una niña y que no voy a abandonar nunca, son canciones que la gente me exige; y la segunda parte irá más dedicada al disco, a las canciones de Manuel Alejandro, y las combinaré con otras que se asemejan a este corte de baladas e incluso las alternaré con opera, ¡ahí lo dejo! Voy a sorprender. Iré con orquesta en directo, diez pedazos de músicos que me traigo de Andalucía, que trabajan conmigo dirigidos por el maestro Daniel Mata, mi pianista, llevo trabajando con él cerca de 8 años y existe una complicidad muy importante. Las cuestiones técnicas -iluminación y sonido- también están muy cuidadas. No va a pasar desapercibido este concierto. 





¿Seguirás confiando en tus diseñadores fetiches, Lina y Miguel Reyes?
¡Ah! Sí, sí. Lina y Miguel Reyes estarán el 2 de marzo conmigo. La primera parte, más folklórica, sacaré mi bata de cola y luego serán trajes más elegantes, de fiesta. 

Concierto de apertura, pero habrá más fiestas ¿no?
Sí, esto va ser la apertura, luego iré anunciando sobre calendario pero la verdad que se está presentando todo muy bien, no me puedo quejar. Cada día hay más interés por Lerika Leiva y este trabajo, y estoy encantada de poder vivirlo al cien por cien, sin ataduras de ningún tipo. Bueno, tengo una pareja que me entiende, que me sobrelleva muy bien. Ya te digo, disfrutándolo a tope.

Esa pareja que te entiende porque nació con la pandilla, son años, y que sobrelleva tu crecimiento artístico, que no es fácil, ¿te atreves a desafiarla cantando A qué no te vas?
¡Hooombre! ja, ja, yo creo que no se va a ir nunca, porque si ha aguantado tanto, si se va ahora, ya es para pegarle. Pero sí que es verdad que como se vaya… ¡vamos! Imagínate ¡cómo puede ser una Erika Leiva enfadada con la peineta tiesa! ¡uuhhh! (risas).

El pisito en Sevilla ¿ ya lo has encontrado?
En ello estoy todavía, porque en marzo ya tengo que estar en otro sitio, pero no tengo tiempo de buscarlo, le tengo la tarea encomendada a una amiga y, verás, la pobre ya…

¿Tampoco tienes tiempo para cocinar? Con lo que te gusta.
¡Tampoco! y mira que me gusta, me encanta. Cuando estoy en el pueblo, en mi casa de siempre, hago mi puchero, mi comidas más caseras, que me ha enseñado mi madre y en su día la abuela, tradicionales pero también vanguardistas.

¿Con qué plato cautivas?
Verás, un puchero no es muy para conquistar, pero me encanta… a mi novio le gusta mucho mi arroz caldoso, dice que me sale muy bien.





¿Cocinaste algunas de las canciones recogidas en tu primer trabajo discográfico Tras el cristal (2006)?
No, todavía no he compuesto, tengo cosas escritas en mis momentos que tengo en casa, pero es una asignatura pendiente. Estoy por eso estudiando solfeo para tener nociones, me he pedido un teclaíto, la guitarra la veo más complicada, le tengo mucho respeto, hay que ser muy virtuoso y cada maestrillo su librillo.

¿Tienes maestrillo para tu voz?
Sí, me cuido. Tomo clases de canto todos los días, técnica vocal por la mañana, e intento cuidarme la alimentación, todo. No solamente es la imagen lo que el público ve, sino que hay un trabajo. Es una herramienta que como la descuides después retomarla es muy complicado. Y más en este género, te tienes que entregar mucho, consumes mucha energía y tienes que tomarla como sea. Me gusta mucho meditar, en mi casa, sola, me pongo mi música zen… Al ser una profesión en contacto constante con la gente y el bullicio, llega un momento que te apetece desconectar, el silencio… me devuelve la calma completamente.

Libros de autoayuda también lees, ¿qué tres cosas tienes por hacer?
Pues, lo típico ja, ja, tener un hijo…

Tiras de sobrinitos.
Sí, ¡más guapos! y te da cosa vivir lejos de ellos porque te pierdes verlos crecer aunque tengo contacto todos los días por el grupo de WhatsApp pero hay cierta añoranza… pero esto es así… ¡Qué ¿qué me queda por hacer?! Tengo muchos sueños por cumplir. Por ejemplo, me encantaría estar en concierto en Barcelona, pisar la tablas del Liceu… El Palau ya sería lo más. Pero, bueno, soy una soñadora nata y no descarto porque cuando era pequeña soñaba con ser cantante y lo he conseguido. Cada cosa que persigo, como lo hago con tanto interés, soy muy pesada… No descarto nada de lo que sueño, la verdad.

¿Qué cosas sencillas te gustan a propósito de una canción que decías “hablar con las estrellas y escuchar a Camarón”?
Soy una persona muy tranquila, de estar en mi casa, me gusta ir al gimnasio, hacer pilates, leer, el cine, estar una tarde con las amigas de compras y tomarte un café… No tengo gustos lujosos.

¿De gustos musicales variados?
Sí. El flamenco me vuelve loca, la verdad, pero me encanta Mónica Naranjo, Alejandro Sanz desde que era una niña y tengo todos sus discos, Miguel Poveda al que conozco y tengo relación, es una persona maravillosa, y Alaska que no tiene nada que ver. Me gusta el rock, el pop.

Con quien te he visto muy bien acompañada, A tu vera, es Manuel Orta.
Sí, hicimos un homenaje a Lola Flores y a Caracol. Me llamó, me expuso la idea y me la propuso. Salimos en concierto con un espectáculo muy bonito y cuidado, ahí me cambiaba hasta seis veces de vestuario. El público lo agradece porque es teatro y hay que darle algo diferente. Manuel era la parte más flamenca de Caracol y yo la coplera de Lola Flores. Ha sido una fuente de inspiración muy importante para mí Lola.

¿Qué canciones te han acompañado siempre?
Por ejemplo, de Lola Flores Limosna de amores, que no va a faltar en mi espectáculo; Tengo miedo, un clásico que tantas artistas han defendido y tampoco va a faltar; Y sin embargo te quiero, eso es una maravilla del trío de ases Quintero, León y Quiroga… Son coplas que nunca van a pasar de moda, a pesar de los años, siguen ahí.




¿En qué momento artístico se encuentra Erika Leiva?
No sé si es mi momento pero intento disfrutar de todo lo que se me viene, de lo bueno, de esta entrevista, de encuentros que voy teniendo. Mi meta es disfrutar el momento porque como todo pasa tan rápido intento quedarme con un buen sabor de boca. Y que en cada encuentro no solo conozcan al artista sino a una buena persona. Teniendo esa sensación creo que mi trabajo está hecho.

Antes persona que artista, fue un buen consejo.
Sí, de buena maestra, Marifé de Triana. Admirar a una artista tanto, tenerla delante y que sea una persona tan cercana, tan humilde, tan de verdad, esa es la mejor lección que se puede dar a una persona que empieza, y me la dio a mí.

Empiezas a despuntar y ¿a encontrarte con alguna Encrucijada?
Sí. El público ve el resultado pero no el trabajo que hay detrás de todo, ¡imagínate! cuando haces incluso un videoclip… todas las horas que tienes que estar preparando para un momento de nada, o para un show…. todas las horas que hay detrás de ensayos, arreglos, coordinar vestuario maquillaje… En fin, es todo un trabajo. Después te subes, te entregas y el aplauso es la mejor medicina para el artista.

Como diría Manuel Alejandro "AMANDO".
Es que como no te entregues amando difícilmente vas a hacer feliz. 




Mientras esperamos que Manuel Alejandro publique Te voy 
a cantar mi vida, ¿por qué no nos “cantas” si Este terco corazón pasará por el altar? ¿Es otra de las cosas que te quedan por hacer?
Ja, ja, pues, sí, es una de las cosas que me gustaría hacer pero lo veo tan complicado en este momento, no tengo tiempo de nada. Sería una boda muy íntima, con mis amigos de siempre, la familia y nosotros dos, y ya está.

El traje ¿íntimo o más espectacular?
Sí, pero no orientado a los volantes, porque ese estilo es parte de mi trabajo, estoy tan acostumbrada a llevar bata de cola que me inclino más por un corte totalmente diferente. Para eso Miguel Reyes. Una vez me entró la fiebre de casarme pero al final lo dejamos ahí, en standby, para cuando podamos… cuando podamos… y al final ¡fíjate!

¿Qué canción le dedicas a tu chico?
Contigo, esa es una de mis canciones favoritas y él sabe que cada vez que la canto va por él.

Con tanto viaje ya podrían darte el título de Turismo.
¡Oh! Viajando ya me voy a licenciar, ja, ja. Me falta una asignatura, tengo delito. Pero te digo una cosa: la vida da muchas vueltas, pero mucho cambio me tiene que dar para dedicarme a eso, porque cualquier cosa ya no me llena. 




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