viernes, 26 de mayo de 2017

Molina suena bonito pa' ti


Texto : Noelia Baldrich / Fotos: Molina





Suena, ¡cómo suena! arte, sin trampa ni cartón, tiene compás callejero y un toque a carnaval, y no le pongo etiquetas porque suena a Salaíta claridad, a libertad ¡corazón!, a verdad. Este músico roteño canta lo que piensa, piensa lo que dice, sigue lo que siente y siente…¡ay! siente lo que no debe. De ahí el guirigay musical que nos cuenta y canta, ni una chirigota resulta tan original. Una Guerra de letras y estilos que bombardean a la cabeza pero que apuntan al corazón. Es el cantautor perfecto para sensibilidades que necesitan de un rescate emocional, con una voz un punto canalla que camela, y un Veneno en los arreglos que engancha. Lo cierto es que desde que se bajó de El tren de los sueños, Antoñito está siendo todo un descubrimiento. Al pop andaluz le ha añadido un carnaval de estilos, turbulencias de cuerdas, metales, percusiones, un Patatín, patatán en el que no voy a detenerme porque, con razón, alguien dirá: “No me entretengas que prefiero escuchar”. Pues, ¡háganlo! les va a sorprender. Han sido dos años Reventao, acoplao a su guitarra, a su piano y a su trompeta, para entregar su alma y partirse la camisa en su primer disco en solitario, tras 13 años de carrera. Sin rendir cuentas a nadie, solo a El Hombre de la Carpeta, empieza su viaje musical en un nuevo tren en el que Ya no más sueños más que los suyos. Y es que tiene prisa, prisa por vivir tranquilo, con su bicicleta, su cafetito, su rompeolas y esas canciones que le buscan y no le dejan descansar. El single Yo soy pa’ ti suena tan fresquito que hay que hacerle un huequecito en el playlist; chelo, fliscornio, flauta, palmas y coros se antojan brillantes en Yo no quiero para mí, y un toque alegre y festivo es el compás de Suena Andalucía. Un trabajo conciso, convincente, que rebosa inspiración, sentió y sensibilidad y nueva esencia artística: Antoñito, Caballero de prosa, es ahora Molina, a su madre también rinde cuentas. Hoy, este músico, con apariencia de príncipe del sur, está en Barcelona y es pa' mí. Así que voy a rescatar a Molina para que me cante Déjame que te cue/ante (2017, Adriático Records).





Cuéntame ¿qué notas definen a Molina?
Es una persona madura, que ha crecido en lo personal y eso va de la mano en el plano artístico. Soy transparente y me gustan las personas y las cosas que son de verdad. Escribo lo que siento, siento lo que pienso y canto la mezcla de todo. Mi vida ha ido cambiando y mi música conmigo. Me doy cuenta que todos nos hacemos mayores, de que mi sobrina Sara antes me decía: “Titi, pan y agua” y ahora directamente: “Titi quiero ir al Burger King”. Cuando esto ocurre, te planteas que la vida es otra cosa y que lo importante realmente es la familia, los amigos, y, este Molina es su música y persona.

La portada es la verdadera esencia de Molina: tu trompeta, tu bicicleta y tu maleta.
Sí, esa maleta de la foto es la maleta con la que mi madre con trece años decidió dejar Sevilla, su tierra, e ir a Rota a trabajar. Allí conoció a mi padre. La trompeta es el principio de todo, empecé tocándola en una banda de música y ahí se me despertaron todos los sentimientos musicales. La trompeta me llevó a la banda, la banda al conservatorio, éste a la asignatura de piano, luego lo que sabía lo trasladé a una guitarra que me regalaron y ya me puse a cantar. La bicicleta es con la que doy un paseo y curo mis penas. Ahí está el principio de todo y creo que no debemos olvidarlo porque las cosas siempre vuelven al origen, y el corazón, también. 

¿Esta maleta no la habrás perdido?, tengo entendido que las pierdes con todas.
Todas las maletas, todas las llaves, la cartera, lo pierdo todo, es una asignatura pendiente, se me pierden las cosas y no las encuentro. Me encantaría ser un poco menos desastre. A mí me gustaría, pero a mi madre le fascinaría.




Siempre con las musas.
No lo hubiera dicho si no me lo dices pero es la verdad, siempre estoy en mi mundo y mis cosas.

Vamos al mundo de tu disco, ¿qué historias viajan en este tren musical?
Son las historias más sinceras que nunca he escrito. A nivel personal he evolucionado mucho y se refleja artísticamente. Un día me senté y me dije: “Me voy a dejar de tonterías y de hacer el idiota”. A veces tengo muchos miedos y, además, como soy libra me gusta todo, todo me entretiene y todo me envenena. Un día mi amigo Pedro Pimentel, mi guitarra y productor del disco, me dijo que le cambió la vida el día que se aceptó tal como es. Así que me planté y me pregunté “¿Yo que soy?” Soy una mezcla de todo lo que me gusta, todo lo que he aprendido y, toco como toco, canto como canto y escribo como escribo. Así me fui quitando etiquetas y sale Molina y estas diez historias. Las más sinceras cantadas a mi manera, sin preocuparme que nadie me diga: “Esta canción tiene un aire a...”. Es que me da igual, ha salido de mí así por algo y así voy a compartirlo con el resto del mundo.

Entonces Déjame que te cue/ante: ¿son historias de Antoñito o respiras otras vidas?
Respiro muchas vidas, me gusta estar cerca de la gente, conocerla y tengo la manía de meterme en su sensibilidad, sufrir cosas que creo que no me pertenecen pero no lo puedo evitar.

“La vida es como un piano, las teclas blancas son la felicidad, las negras la tristeza. Recuerda que las negras también hacen música”. ¿Con cuáles compones mejor?
La tristeza es lo que hace arrancarme y componer una canción, Cuando estoy alegre lo que me sale es mirar a un amigo mío, darle un abrazo y decirle "¡hermano qué suerte tenemos de tenernos!" Cuando estoy triste me da por coger la bicicleta, estoy rayado, agobiado, y al tiempo surge algo.




Tu primer grupo lo bautizaste “Salaíta claridad”, así Machado se refería a Cádiz,  ¿cómo definirías tu prosa?
Artesanal, muy callejera y muy urbana, de tú a tú. Creo que lo que escribo lo podría escribir cualquier persona siempre que sienta lo que yo siento. 

¿Qué músicos escuchas?
Tengo pasión por Alejandro Sanz, por Miguel Campello de El Bicho, Manuel Carrasco, Vanesa Martín, para mí la mejor escribiendo canciones, escucho todo lo bueno.

Un disco que Suena a Andalucía pero pimentado con una sonoridad rica y ecléctica, ¿habías experimentado antes con tantas turbulencias estilísticas? 
Hemos abierto las ventanas, las puertas, hemos quitado las cortinas y nos hemos dejado llevar, que entre aire y que salga. Es que no he tenido ningún prejuicio, he disipado cualquier duda: -“No he utilizado este ritmo porque...” ­ ­-“¿Por qué no?”. -“No, no voy a escribir una canción a esto” –“¿Por qué no?, si es lo que yo siento.” -“No, es que nadie va a conocer quién es El hombre de la carpeta”. -“Me da igual, ya se lo explicaré yo a todo el mundo”.

Explicaremos quién es, pero hay otro hombre que te hizo llorar durante la grabación, Chinchón. ¿Por qué te saltaron las lágrimas?
Mi Chinchorro de mi alma, es Antonio Bejarano, un pianista magnífico que ha producido la canción El hombre de la carpeta. Pues, le dije que metiera un piano y se la llevó a su casa y lo que hizo fue hacerme un arreglo genial. Se la pasó a unos grandes músicos, porque le apetecía, y la grabaron sin ningún coste. La trató con tanto cariño, con esos violines y ese ritmo nuevo..., algún amigo me ha dicho que suena a Bertín Osborne. Me da igual, me encanta, es una canción muy especial porque está dedicada a mi padre.

¿El hombre de la carpeta lleva ahora bajo el brazo tus discos en lugar de papeles?
El hombre de la carpeta lleva mucho tiempo llevando mis discos bajo el brazo. Mi padre es muy peculiar, charlatán, está muy orgulloso de su niño y lo manifiesta mucho por la calle. Le cuesta trabajo contener la emoción, es una persona muy expresiva, muy sensible. Soy más madrero, pero con mi padre tengo mucha confianza, como si fuera el padre de un amigo. Estoy convencido de que le hubiera gustado que terminara los estudios de música, pero, para él es más importante la persona que soy, eso le hace feliz.

A tu madre le has dedicado el nombre artístico, Molina, y he sacado punta a tus apellidos: ‘Caballero’ de prosa, y ‘Molina’ de melodías “de brisa y sol”, por la primera canción que te aprendiste, Adiós España de Antonio Molina.
“Tengo una copla morena hecha de brisa y sol...”, la escuchaba en un disco de vinilo que tenía mi madre y fue la primera que aprendí. A mi madre pienso dedicarle mi vida entera.

Yo soy pa’ ti, el single, viéndote y cómo cantas Molina ¿cómo puede ser que nadie te haya hecho un huequecito en su escalón?
El huequecito que me han hecho en esa canción es diferente. Me han hecho muchos tipos de huequecitos en la vida. Una mujer me ha hecho huequecito en su vida y lo he disfrutado mientras lo he tenido, ahora mismo no tengo.

Con este disco te van hacer un huequecito en el escalón, en la habitación y en el corazón.
Es complicado, creo mucho en el amor, y pienso que cuando llegue alguien es para el último día, y como eso yo lo sé, va a ser complicado.

Mientras tu pareja es tu sobrinita, Sara, con la que has grabado el videoclip.
Es que el huequecito del escalón de esa cosilla pequeña, hasta ahora, nadie me lo había hecho. Mi sobrino, Rafa, también, me llama Titi, pero como es niño es diferente. Sara, aunque tenga tres años, como mujer que es, es femenina y cuando quiere me echa cuentas, cuando no, no me las echa. Me tiene siempre envenenao. Pero cuando me hace el huequecito en el escalón es como otro mundo.

¿Qué tiene que tener una mujer para que te envenene?
Tengo que creerme que me quiere mucho.

Como tu mare a tu pare.
Exacto. En el momento que vea que alguien me quiere como mi madre a mi padre no voy le voy a pedir que sea más o menos cariñosa, que le guste el ping-pong, el fútbol, los caballos, viajar..., que sea rubia, morena, pelirroja, que pese 49 kilos o 112, es decir, lo único, que me quiera bien. 




En el videoclip acústico aparece el mismo camino con Mara en El tren de los sueños.
Sí, es como una continuidad de aquello. El videoclip es en Mairena de Alcor, pero el acústico es ese lugar entre Rota y Sanlúcar de Barrameda, donde hace tres años grabamos con Mara los últimos vídeos. Es como decir vengo con la bicicleta de esos caminos y a partir de ahí vamos a ir para otro lado, pero sé de dónde vengo y ya no se me olvida.

Pero Ya no más ser dos, ni sueños compartidos, ahora es Molina en solitario.
Totalmente. Necesitaba hacer las cosas a mi manera.

Ahora que el disco ha empezado a rodar y se tiende a etiquetar al músico que si Patatín, patatán ¿Cómo mejor te han definido?
Me han dicho cosas muy buenas de este disco mucha gente, pero me quedo con la mejor crítica, la de mis amigos. Son maravillosos, tengo mucha suerte, me ayudan a ser la persona que soy. Me dijeron que el disco era yo totalmente, en la forma de cantar, en el deje... He intentando con este trabajo que lo que yo vivo, con mi guitarra, en un sofá y con ellos cerca, después, cuando le den al play vuelvan a sentirlo. Tenía claro, cuando me puse con los arreglos y la producción, que no se podía perder ni un poquito de esa esencia. Cuando me dicen escucho tus canciones y te veo a ti, eso es lo que quería. 

Tengo la sensación que te has emocionado hablando de tus amigos.
Sí, mucho.

Con ellos echas ratos muy divertidos con la Chirigota. 
Este año hemos sido el primer premio de Rota, y la verdad es que la chirigota me quita mucho tiempo pero merece la pena. De niño, para mí, eran ídolos y tengo la responsabilidad, junto a los míos, de trabajar para que en febrero no falte el carnaval en mi pueblo. Mientras que la salud lo permita no faltaré porque se lo debo. Las chirigotas las escribimos con Iván, Quique, Adrián... entre todos intentamos salvar el asunto. 

Para mantener la salud no hay que perder el tiempo en tonterías ¿en qué no te gusta que te entretengan?
En guerras, no quiero problemas tontos con nadie. Si la vida nos lleva un problema gordo soy el primero en remangarme y decir ¿para dónde hay que tirar? Lo que la vida mande, pero que nosotros lo busquemos, no quiero. No quiero chismes de nadie, no quiero gente tóxica a mí lado. Me gusta la gente de verdad.

Sin embargo, abres el disco con Guerra.
En esa canción explico eso, Guerra no quiero y, más, cuando no te doy motivos, cuando lo que te doy es gloria bendita. No quiero problemas ni con amigos, ni en el trabajo... tengo muy poco tiempo de vida.

¡28 años, Molina!
Imagínate que me muero con 105, ya es poco tiempo, la vida pasa volando, muy rápido.

Hay que aprovechar los momentos, por eso, de todo el tinglado musical ¿qué es lo que sobrellevas peor?
Tener que irme de mi casa cuatro días y echar de menos al Yo soy pa’ ti, a Sara, a Rafa, a Toñi y a El hombre de la carpeta, a mi hermano Samuel, a mi hermana Eva, a mis amigos, a mi Lele, soy muy familiar. No me veo viviendo fuera de mi pueblo nunca. Me veo cogiendo aves y trenes pero no viviendo fuera. Barcelona me encanta y la gente me trata con tanto cariño, pero, si quiero sacar estas canciones no puedo estar aquí.


Los tatoos dibujan un mapa sentimental, descíframe algunos para conocerte mejor.
Esta es la firma de mi padre porque, cuando era pequeño y lo veía firmar, era como un superhéroe. Este, es la parte que más me gusta de Rota: el faro y el callejón para ir al espigón. Una taza de café que me recuerda a mi madre porque siempre deja café hecho para cuando llegue. Y cuando no me lo deja,  le mando una notita de voz de cachondeo: “Muchas gracias por el cafelito que me has hecho”. El barco de papel que pone Rota, un barco que nunca se hunde. Todos los instrumentos de mi vida. Titi como me llaman mis sobrinos. Un jazmín, la flor de mi abuela María; un trébol de la suerte, también lo llevan mis amigos... hay más. Esta gaviota porque pienso que soy como ella, lleva un pescadillo en el pico para comer pero nunca se lo come en el sitio, siempre busca a su familia para compartirlo.

¿Dónde vas a estar comiendo con los próximos conciertos?
Vamos a estar dando vueltas. Ahora Palma del Río, Córdoba; Dos hermanas, Sevilla; Málaga, volvemos a Córdoba, a Huelva, a Palma del Condado, estamos cerrando los conciertos de verano.

¿Qué ilusiones viajan en el tren de Molina? 
¡Uf! La ilusión de estar vivo y tener salud. No le pido a la vida rollo particular, no. Le pido las ganas que tengo ahora mismo de vivir y salud para toda la gente que conozco y esté cerca mío. Y lo que tenga que venir... Estoy feliz, ahora mismo, porque soy consciente de todo lo que pasa y que el único secreto en esto es trabajar. Hay que coger la guitarra, en el coche hay que montarse, hay que ir a sitios y, hay que ir feliz porque tengo salud ¡Qué más se puede pedir!, con la gente que está pasándolo mal en un hospital. 

Un músico que ha arriesgado y ha afrontado el miedo de dejar el Tren de los sueños ¿a qué teme más a un triunfo descontrolado o al fracaso?
Hombre... me asusta el fracaso, pero es que no me veo ni fracasando ni teniendo tanto éxito. Pero, ¿qué es el fracaso? ¿qué no le gusten las canciones a mi gente? Bueno, pues haré más hasta que les guste. Y si el éxito llega muy grande no le tengo miedo, estoy rodeado de un equipazo, rodeado de los mejores.

Con Adriático Records.
Sí, con Lola Triana, una mujer que me ha enseñado muchas cosas, sobre todo, que lo único en esto es trabajar y cómo cree en mí, todo el equipo. Y en Córdoba, tengo toda la familia de Espectáculos Doblea. Después, mi compañero de viaje, mi Lele, que, además, es mi psicólogo personal. Mis amigos, mi familia. Estoy bien rodeado para recibir lo que tengamos que recibir: si es éxito, intentaré cuidarme más para estar a la altura, y, si viene que a la gente no le gusta lo que hago, haré más hasta que guste.

Psicóloga, la música.
Soy muy buen psicólogo para los demás, pero muy malo para mí.



     

Facebook: Molina
Twitter: @MOLINAmusik
Instagram: Molina @a._molina

viernes, 12 de mayo de 2017

Los 'Amores' de Marta Quintero


Texto Noelia Baldrich / Fotos: Senador





Es una Cantaora (1998) como la copa de un pino y una coplera que llegó a pelear con Marifé de Triana Torre de Arena. Su cante tiene exquisitez, elegancia, jondura y dilatada trayectoria a pesar de nacer en un dulce otoño del 82. A los 8 años su primera actuación, le siguió el conservatorio, la televisión y, a los 15, su primer álbum de la mano de Senador. La culpa no era suya, más bien el productor Pive Amador que vio en la de la Rinconada todo un filón de arte, talento, arrojo y prodigiosa voz que pronto traería buen parné. Bien jovencita y bien pagá, la sevillana se tomo al pie de la letra algunos Refranes, como “quien canta su mal espanta”, y comenzó a publicar discos siguiendo La Llama del Amor (2001). En Te sigo amando (2003) y Besos de miel (2005), La muñeca es arropada por uno que sonaba a El Barrio, un Ángel malherido que le regala temas como Requiem por una Magdalena. Encerrada en esa Cárcel de Oro, la joven decide abrirse a la versatilidad de su cante, a buscar su Destino más allá de la canción andaluza y se pone en manos de Ismael Moya con quien graba No te olvido (2007). Si su principio había sido la copla y su fin aún está por descubrir, en las baladas melódicas encontraba un trampolín. Sonaba Encerrada en Libertad y se aventuraba una Mujer nueva y una mamá amorosa. El Dulce otoño (2009) trajo el alumbramiento de nuevo disco y su primera hija; el bautismo del siguiente iba a ser predecible: Como estar sin ti (2012) con la nana Tú eres yo. Y así, poco a poco, fue desnudando su faceta más íntima dando luz a Música en la intimidad (2015), su décimo álbum de grandes versiones donde Vuelve amor con La Fuerza del corazón. Grandes temas bordados solo con los hilos de su voz aguamarina y las vibrantes pulsaciones al piano de Jesús Lavilla. Ahora, el motor de su corazón vuelve a tomar fuerza en un quiebro por sus palos queridos, no Al compás de la copla (2011), sino por sevillanas y rumbas. Amáme, En el año XVI y Tú tienes la culpa son los tres primeros Amores (2017, Senador) que podemos ya escuchar, producidos por Moyares y Carmona, y que en octubre echarán a volar como las Mariposas de Marta Quintero.






Marta Quintero: Ya me has hecho llorar, muchísimas gracias, es maravilloso lo que has escrito.

Maravillosa tu trayectoria Marta, tan pequeña sobre los escenarios.
Sí, desde muy pequeñita. Mi padre era cantante y batería de un grupo y en mi casa la música ha estado muy presente. Con ocho añitos tuve la suerte de que mis padres me llevaron a la academia Adelita Domingo, con mucho esfuerzo porque éramos muy humildes, y se lo agradeceré toda la vida.

Ahora te lo agradecen a ti, después de 19 años de carrera presentas tu décimo trabajo Amores, el primero de sevillanas.
Sí, es curioso porque he grabado sevillanas sueltas pero nunca un disco completo. No sé por qué, porque las amo y desde chiquitita las he cantado. La compañía llevaba años intentando que grabara este disco y, ahora, me alegro muchísimo de haberlo grabado y trabajar con el gran Miguel Moyares, un hombre de una gran sabiduría. Espero que la gente lo disfrute.

El disco se llamará Mariposas pero como adelanto este EP Amores compuesto por las sevillanas ÁmameEn el siglo XVI, y la rumba Tú tienes la culpa. ¿El resto de temas son también inéditos de Moyares?
Sí, excepto uno que son cuatro sevillanas del Rocío de Ecos del Rocío porque quería hacerles ese pequeño homenaje.

(Fragmento entrevista en vídeo)



Te oído decir que vestida con bata de cola te sientes más auténtica, ¿con Mariposas lucirás tu vena más flamenca?
Sí, para mí grabar un disco es maravilloso pero,realmente cuando una se siente feliz es en la transmisión que hay en el escenario. Es ahí cuando me transformo, vistiendo en cada ocasión lo que requiere, y en Mariposas me vais a ver varias veces de flamenca.

Un buen consejo te lo dio Marifé de Triana: “Sobre el escenario hay que ser Marta Quintero”, desplegar todo el arte.
Sí, ella era María Felisa Martínez López y yo soy Marta López, Quintero es mi nombre artístico, y me dijo: "El mejor consejo que te puedo dar es sé muy artista cuando estés sobre un escenario pero cuando te bajes sé Marta López, la persona.”




Sobre las tablas la elegancia te caracteriza ¿cómo consigues ese garbo?
Antes sufría mucho, la responsabilidad no me dejaba disfrutar, pero un bajista me dijo: “Marta tienes muchas cualidades que no sabes aprovechar por ese miedo a que todo salga bien. Tienes que salir al escenario a disfrutar” Y cuando empecé hacerlo es cuando realmente mi actitud cambió, pisaba con más aplomo.

Con nueve años, sí lo disfrutabas.
De pequeña no eres consciente de la responsabilidad que conlleva. Igual que con mi primer disco, Una cantaora, con quince años, no te haces una idea de la repercusión, además, yo he sido una niña muy niña, no entendía nada, solo quería cantar.

¿Qué le diría la actual Marta Quintero a aquella chiquilla de nueve años que entrando en la academia de Adelita Domingo dijo "quiero cantar como esa" y era Pastora Soler?
Que disfrutará de cada momento, que la vida pasa tan rápido. Han pasado 19 años y casi no me he enterado. Disfrutar de cada instante, de todo lo que he vivido.

¿Has disfrutado creando Mariposas?
Ha sido maravilloso. Miguel es muy exigente, la grabación de la voz ha sido dura pero he aprendido muchísimo.

¿Más que grabando a voz y piano La fuerza del corazón, de Alejandro Sanz, en Música en la intimidad, tu anterior disco?
Es verdad que grabando La fuerza del corazón sufrí muchísimo porque Alejandro Sanz graba muy bajo al principio y, después, muy alto el estribillo. Una vez grabado dudaba si había estado a la altura del gran artista, me costó muchísimo. Con Miguel Moyares la dificultad surgía porque es muy exigente con las pronunciaciones, poner la tilde donde corresponde y no donde las ponemos las copleras, que tendemos a cambiarlas. Eso me costó hasta llegar a entenderlo.


       

¿Algún tema especial?
Estoy muy ilusionada con todo el disco pero hay uno muy especial que no se ha escuchado. Cuando me puse ha escoger el repertorio mi marido me dijo: “¿¡No vas a grabar ningún tema de tu padre!?", y es que mi padre hace veinte años le dio por componer para sus hijas, para la familia, e hizo un tema maravilloso para mi madre que se llama En la lejanía, unas sevillanas. No se me había ocurrido, así que, cuando me lo propuso mi marido, me puse a llorar. Se lo planteé a la compañía, aceptó rápidamente y ha sido muy emocionante. Lo he hecho como regalo, mis padres lo desconocían hasta hace unos días que los senté a los dos en el salón de mi casa con la excusa de mostrarles un tema del disco. Sabía que iba a ser muy emocionante. Mi padre, al escucharlo, llorando desconsolado y mi madre y yo, también. Creo que es el más especial, no por ser el más bonito porque hay piezas maravillosas de Miguel, pero si el más especial por la emotividad que encierra y tener un tema de mi padre grabado para toda la vida.

Un emotivo regalo que se acopla a uno de los proverbios de tu Instagram “Adoro a la gente detallista, no de comprar regalos, sino de regalar momentos”. ¿Quién te ha regalado un momento único?
Hay mil, muchísima gente y me emociono fácilmente porque soy una persona muy emotiva. No sé… hay tantas cosas, solo con el hecho de hacer feliz con mi música. Gente que te cuenta que lo estaba pasando muy mal y que con mis canciones vuelve a estar bien, para mí ya son momentos emocionantes que llenan mi carrera.

¿En qué escenarios has amado más tu profesión? 
Me impactó hace muchísimos años cantar ante miles de personas con Justo Molinero en Can Zam, con quince años. Cuando vi aquello me impactó bastante. Luego tengo muchísimos recuerdos en escenarios maravillosos, pero ese se me quedó grabado por la multitud y fue aquí en Barcelona.

Impactantes y elegantes son tus vestidos, en el videoclip de Amores apareces con un estiloso bata de cola ¿alguna costura que guardes con especial cariño?
El que llevé con catorce años para un programa de TVE, que supuso el comienzo de mi carrera a nivel más profesional, porque a raíz de allí surgieron las ofertas de las compañías discográficas. Fue algo mágico, además, fueron siete millones de las antiguas pesetas, y le compré un coche a mi padre. Fue una ilusión muy grande, ese vestido lo guardo con un especial cariño.

Tu tiempo libre ¿lo entretienes con la costura?
Sí, me encanta la costura. Es como mi momento de relax, porque siendo mamá de dos niñas, Marta y Noa, tengo pocos "huequecitos", pero, cuando ellas están durmiendo y mi marido viendo una película, lo dedico a ello, me encanta tener ese momento.

Momento "zen".
Sí, algo así, soy muy zen y me relaja la costura a esas altas horas de la noche. Es mi momento.

Cuando tienes más momentos compones, como Destino y Vuelve amor, ¿sigues en ello?
Sí, sí, tengo un piano en mi casa y cuando no coso me voy al piano, me pongo los cascos, y empiezo a componer. Es, también, momento zen, de madrugada, duermo poco, ja, ja… Ahora he empezado un tema a mi hija Marta y no lo consigo terminar porque empiezo a llorar. Tengo muchas ganas de terminarlo pero no hay manera. Valoro muchísimo la creatividad de los cantautores porque a mí me cuesta, pero seguiré componiendo y con ganas de terminar este tema. 


                

Siempre luces una espléndida sonrisa y dices “Vivir muriendo de risa, eso si es vida”. ¿Tu última carcajada?
Fue una broma de mi marido con mi hija, no la recuerdo pero no podía parar de reír. Y te digo una cosa, yo sonrió mucho pero cuando algo me hace reír de verdad, a carcajada, es una cosa maravillosa para el cuerpo. Lo comparo como cuando estornudas que dicen que se te para unos instantes el corazón y te quedas con muy buena sensación. Además, tengo muy buenos amigos en Cádiz que cuando nos juntamos me río mucho, me encanta es una terapia.

¿El humor es una de las claves para que el amor no se rompa de tanto usarlo? 20 años con tu marido, uno antes que tu primer disco.
Sí, creo que sí, la chispa de las bromas hacen falta en la relación y el respeto, la comprensión… La complicidad para mí es muy importante, y también se tiene que discutir para las reconciliaciones. Y eso de que los polos opuestos se atraen es verdad porque mi marido y yo no tenemos absolutamente nada que ver y después de veinte años juntos algo existirá.

¿Ha escuchado Mariposas?
Sí y está muy ilusionado. Es un apoyo que siempre he tenido, me ve tan feliz e ilusionada que lo vive todo conmigo.

Cuando se está enamorada de la profesión al publicar un disco ¿se sienten Mariposas en el estómago?
Totalmente, sí, hay una expectación porque la gente lo escuche. Soy mucho de mariposas a pesar de tantos años, me sigo arreglando... tengo la misma ilusión… lo vivo todo muy intenso. Creo que en la vida las tristezas y las cosas malas vienen solas, así que me gusta saborear los buenos momentos… Ahora que estoy fuera de casa valoro solo el hecho de estar con mis niñas jugando, con mi marido cenando tranquilamente. 

Marta, tu hija, es una pequeña reina mora ¿quiere cantar?
Le gusta muchísimo, quizá otro tipo de música, Bisbal, Luis Fonsi Ricky Martin… y me dice: “Pero mamá eso es muy difícil, yo voy a ser mejor profesora de niños”. Y le respondo: "Tú estudia y ya veremos", pero le encanta la música y creo que tiene buen oído. 

Mejor profesora que su madre: “No hay ascensor para el éxito hay que tomar las escaleras”.
Sí, porque hay que luchar mucho.

De niña te ponías en primera fila para que te subieran las orquestas.
Ja, ja, sí. Siempre me quedaba con la carita mirando… yo quería estar ahí arriba. 

Y escribes “Me encanta hacer deporte, deseando llegar a la cima". ¿Tienes metas?
Me gusta ir dando pasitos, y mi meta con este disco es ir dando un pasito más, sobre todo el reconocimiento de la gente. Que digan “qué disco más bonito”, “¿Quién es Marta Quintero?, me gusta”. Que el reconocimiento del público siga creciendo.

Tienes un registro vocal muy amplio, para cantar música negra, amante Amy Winehouse, y deseas un dúo con Marc Anthony?
Totalmente, me encanta. Ojalá. Precisamente Recuérdame, que lo canto a dúo con Natalia Jiménez de La quinta estación, me gustó tanto que lo canté con Álvaro Díaz.



Miedo, tengo miedo…
Miedo a que mi familia, mi gente no tengan salud. Es lo único a lo que puedo tener miedo, después, no tengo miedo a nada. La vida es a base de luchar.

“La vida informa: la falta de coraje causa pérdida de momentos increíbles". Aquella ocadión en la que hiciste sacaste agallas y te brindó un gran momento.
Quizás en los momentos en que crees que tu carrera no va cómo crees que debería, porque también he llorado muchísimo. Recuerdo, el momento de Operación Triunfo, estuve a punto de entrar en la primera edición. Hablé con Pilar Tabares, porque como gané el concurso de TVE tenía relación con ella, y me dijo: “Marta sabes que no puedes entrar porque tienes disco ya”. Y no pude entrar. Lloré mucho esa etapa porque era un trampolín increíble. Entonces, en los momentos que he estado más bajita me he dicho: “Oye vamos a seguir para adelante porque amas la música” Siempre me ha dado muchas recompensas ese pensamiento.



Echar a volar como las Mariposas.
Si, siempre, siempre.

En octubre el disco.
Sí, para octubre. 

Mientras revoloteamos con Amores.
Sí, los tres temas ya se pueden escuchar en las plataformas digitales.


www.martaquintero.es
Twitter: @martaquintero
Instagram: Martaquintero2015
YouTube: Senador Musica

lunes, 1 de mayo de 2017

La 'Empatía' de una voz

Texto: Noelia Baldrich / Fotos: Fran Rivera


   


Empatía: dícese de la participación afectiva de una persona en una realidad ajena a ella, generalmente en los sentimientos de otra. Y con esta intención, la de participar en los sentimientos del público, este cantante onubense publica su primer disco. Una obra de sevillanas y rumbas donde el calor de su voz, abraza emociones y el brillo de las melodías mece sensaciones. Todo comenzó en la tradición rociera, en la devoción por la Semana Santa y en una romería por diferentes agrupaciones y hermandades. Una marcha de años que dejaría como Herencia, un grupo rociero, y una vena flamenca con el toque de Joseli Carrión, Rafael de Estad, El Paquiro o, más recientemente, su compadre Paco Candela. Pero, ha sido el son de padre y la determinación de un hijo que le han llevado a peregrinar con su propia procesión musical, antes eran Solo sueños. Un disco en el que este solista y compositor alumbra vivencias y sentimientos con una dulzura y una calidez que llenan de ternura los 10 temas. Y rescatamos, ahora, el concepto de Empatía porque sabe dar lo que el público demanda. Canta al amor incondicional, A mi madre, al que le marca los tiempos, Así te quiero; al que tiene duende, Me enamora cada día… y ofrece algo nuevo a El Despertar Rociero y a la Noche de Luz Rociera. Su afición por la percusión le da un aire fresco a ese Agosto que le roba el aire, y novedoso a los pasos de Por más pasos que doy. Mientras lo escucho, intento cogerle el ritmo pero me vuelvo majareta. Dicen que To pasa por algo, pues, puestos a pensar, será que, como está en Barcelona, tendrá que enseñarme a marcar el paso de sus sevillanas. Es hora de que Fran Rivera alardee de Empatía (2016, Sonografic)




Puesta de largo con ‘Empatía’, ¿te trata Barcelona con empatía?
Mucho, con empatía, simpatía… con todo lo que acabe con “ía”, ja, ja. 

Y alegría… 
Y alegría. 

La alegría la traes los del sur. 
Sí, pero aquí también hay mucha. 

He visto que has empezado a empatizar con el público catalán, visitando La fuente de Canaletas, donde se celebran las victorias del Barça. 
Ja, ja, nos hemos ido hacer la foto por allí. Sí, sí, hemos estado empatizando un poco (risas). 

Empatía porque es una cualidad que tus amigos destacan de ti ¿cómo trasmites esa Empatía en el disco? 
Creo que la transmito en cada tema, en todos en global y en cada uno de ellos. Te tienes que meter en el papel de lo que estás interpretanto, tanto si es tuyo como de otro. Cada canción es de una temática distinta pero todos ellos perfilan mi personalidad, como soy yo, y, al final, sale la empatía por todos lados. 

Por sevillanas y por rumbas. 
Sí, sí, la rumba Me enamora cada día dedicada a Andalucía pero que nombra a una preciosa mujer, que se pasea por cada provincia andaluza, refleja como soy yo. Me gusta mi escapadita, llegar a rincones donde casi nadie llega, soy muy bohemio en ese aspecto. Solo sueños, también una aventura preciosa. Cada tema tiene su cosita y son muy personales. Se fueron eligiendo, precisamente, por eso porque eran parte de mi vida. 



Más personales, los dos de tu propia autoría. 
Claro. Yo tengo más temas míos, pero tenía muchísimo cariño a estos dos y, como también quería temas de otros autores a los que admiro muchísimo, el primer disco tenía que tener todo lo que a mí me gusta. Y más sin saber si habría un segundo. 

Son A mi madre que se ha posicionado muy alto en la lista de sevillanas…
Ahí estamos. 

Junto a Es mi madre de Manuel Orta. 
Sí, sí, el ha hecho Es mi madre y, yo, A mi madre, ja, ja. 

A tu madre se le ha debido iluminar la cara. 
Mi madre se emociona mucho, además, lo presentamos en el Gran Teatro en Huelva ante muchos amigos y familia y mi madre tuvo la suerte de escucharla en directo, ella en un balconcito del teatro y yo en el escenario… precioso. 

Y el otro To pasa por algo, puede ser tu historia de amor con tu mujer. 
Sí, porque son muchos años juntos, y como muchos matrimonios que llevan años, hay que tomar decisiones como darse un tiempo para saber que, realmente, quien es la mujer de tu vida es ella. Tienes que conocer, a lo mejor, otra gente, otros ambientes, otras cosas, para darte cuenta que la mujer de tu vida es la que tienes en casa, la que te quiere de verdad. Entonces, al final dices “ves To pasa por algo”. 

Y entonces le dedicas Así te quiero. 
Eso, Así te quiero.

Como dice la letra uno puede marcar los tiempos pero el amor marca el ritmo.
Aunque ella marque los tiempos yo la quiero así, como la quiero querer (risas). 


Y el resto, ocho canciones de grandes autores.
De grande autores del género. Está José Antonio Muñoz, gran amigo y que, también, hace temas a Paco Candela. Cuando acudí a él, me abrió las puertas de su pluma y me dio Por más pasos que doy. Le expliqué mis vivencias del Rocío y lo que me llamaba la atención del camino y me dio la letra. La música la puso un amigo mío de Huelva y ha quedado mejor que la hubiera hecho yo. Una maravilla. Además temas inéditos: Me enamora cada día de los Hermanos Martínez Bizcocho, El despertar Rociero de "Tachu", los cuatro que hemos mencionado de Pérez Parra, y dos versiones, de Pericón Todo comenzó, y Agosto le roba el aire de Rafael Medina.

Bonitas melodías, muy dulces tal vez por el amor, por la calidez de tu voz y por un aprendizaje muy percusivo… de jovencito compusiste una marcha y ahora incorporas una corneta.
Ja, ja, sí hay una mezcla buena. Creo que también influye que me gusta la música melódica, me lo han inculcado de pequeño. Entré a formar parte de una formación musical, después, con 15 años me hice cargo de la parte de percusión de una banda de cornetas y tambores donde miramos y mimamos mucho la melodía, un desafine ahí no cabe. Después, entré en el coro antiguo de Emigrante que Joseli Carrión, también, era muy meticuloso en la melodía, afinación, vocalización. He crecido en ese ambiente, en la melodía, en hacerlo bonito, más que hacerlo brillante y fuerte. Por ahí me ido defendiendo, me ha ido gustando ese tipo de música, la que se cuela por el oído y te toca el alma. Me siento cómodo haciendo esa música y por ahí la hemos intentado defender. 

La has defendido muy bien en tu puesta de largo en el Gran Teatro de Huelva, ante más de 600 personas. En términos taurinos saliste por la puerta grande. 
Sí, y había un centenar de petición más de invitaciones. Imagínate, yo contaba que fueran unos amigos, ya me conformaba. 

¿A título personal ha sido el acontecimiento más importante?
Sí, presentar el disco en ese momento claro que era el acontecimiento más importante, estás en tu tierra, ante tus amigos. Es verdad que ya estoy acostumbrado a cantar delante de ellos y en reuniones pero era más serio verlos sentados en una butaca mirándote y demás. Es una responsabilidad. Pero cada acontecimiento que me está pasando, después de la presentación, es igual de importante porque me doy cuenta que la responsabilidad es casi mayor en sitios donde no me conocen de nada, porque tengo que intentar llegar a ellos. En el Gran Teatro, habían 600 personas, pero me conocían casi todas. Para mí, todo lo que me está pasando es importante. 

En el cartel del 3 de mayo, La Cruz de Granada, los artistas casi os conocéis todos. 
Ja, ja, eso sí que es verdad. El 3 de mayo, nos conocemos todos, creo que la única que no conozco personalmente es Marta Quintero, pero a todos los demás, sí. La broma que hago, últimamente, es que parece que el cartel lo he hecho yo con el photoshop, ja, ja, y me he puesto allí (risas). Cuando me llamaron para decirme que entraba en el cartel de Granada no me lo podía creer. “¡qué hago yo en un cartel con Paco Candela y con el resto de artistas!” y la primera broma que me salió fue esa “si parece que he puesto mi nombre con el ordenador” ja, ja.

(Continúa en vídeo)

   


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