domingo, 29 de abril de 2018

Samuel: "'La Manuela', a bailarla todo el mundo".

Texto: Noelia Baldrich / Fotos Samuel/





“Soy cantautor y tengo varios hits, los aplausos son mi alimento, el público es sabio y tiene la última palabra”. Así reza su mantra, si bien dejó sin palabras al público de Got Talent tras su interpretación de La Manuela con un “calvo” en toda regla, y no con unas falsas hombreras que creía ver Jorge Javier. Tal fue el cachondeíto en el talentoso show que casi consigue el pase oro, con un Risto en pleno desafío. Pero el alegre pasar por la música de este showman sin complejos, viene de lejos, son muchos años subido en el tren musical: primero como Doctor Samuel y, más tarde, haciendo algo el bestia con Los Bestias. Sin embargo, sus principios leoneses, bien grabados de su progenitor – “Soy minero de oficio y porque canto por Antonio Molina”, le indicaron su trayecto: unas canciones titiriteras convertidas en hits del verano para todos los públicos y otras más serias, baladas con pluma de autor. Debutó con Vivencias, después, con Aquí baila hasta mi tatarabuelo y el salto a la popularidad le llegó tras ganar el primer Premio en el Festival de Almácera. Grabó Embriágame, y su publicación embriagó a las emisoras nacionales con tres sencillos como número uno: Embriágame, Vuelve Amor y Zapatos de Hierro. Este valenciano de ritmo acelerado, comenzaba, entonces, sus salidas por los amplios caminos del éxito. Sus pegadizas canciones de aire rumbero, con palmas y remezclas se convierten en bombazos del momento. Quién no conoce a La Manuela, "la más buena", o Ata la Jaca con ecos de arabia. Videoclips desenfadados caricaturizado como un jeque árabe con su harén de mujeres, -con La morita incluída-, ponen en solfa sus intenciones de pasar un rato distendido y divertido. Así siempre lo ha reconocido: “Mi misión en este mundo es compartir mi alegría”. A todo le busca el doble sentido, también a sus canciones comprometidas con el sentido de la vida. Quiero olvidarte ya, La niña del rellano, Vuelve amor, El Tren, Quisiera ser son temas dónde, aquí sí, hay palabras para reconocer su talento como cantautor: “Quisiera ser el sentimiento que refleja en tu mirada. Quisiera ser tu mejor recuerdo para que me recordaras. Quisiera ser quien soporta el peso directo de tus pisadas. Quisiera ser quien te roba el tiempo que a ti no te importa nada”. Un edén poético que esta bala perdida mezcla entre la algarabía de sus hits y temas de corte italiano. Tu vuò fà l’americano i L’Italiano son algunos cortes que versiona en su último trabajo. “Yo soy un español y siento ganas de cantar una canción en italiano porque Italia es el país del amor”. Ahora, tras pasar por T5 y volverse aún más mediático, guitarra en mano, vuelve a tirarse a la piscina de la promoción –un sector que conoce bien por su doble profesión-. Saturado de entrevistas, mueve su culito Paquí-Pallá, para a todos sitios llegar. Y todo por culpa de una mujer y “un calvo”, entiendan el doble sentido: Samuel se lanza con La Manuela, Ata la Jaca … y otras.





Samuel ¿las piscinas de obra o prefabricadas?
¡También lo sabes! ja, ja. Un consejo, de obra, son para toda la vida. Al cliente en lugar de decirle "te doy diez años de garantía", hay que preguntarle: “¿Cuántos años quieres de garantía?”.

¿Cúantos años quiere estar Samuel en la música?
Yo hasta los ciento veinte años, y si duro más, más, toda la vida. Hasta dentro de la tumba quiero cantar.

Tu trayectoria viene desde…
Nanete, y ¡bien nanete!

Desde que escuchabas a tu padre por Antonio Molina.
No es que haya crecido mucho más, ja,ja.


(Fragmento en vídeo)



Pasar por Got Talent con La Manuela, y de vuelta tirarse a la piscina de la promoción.
Sí, pero he tenido que hacer una nueva remezcla porque la ha cogido una nueva productora que, además, hace maquillaje corporal y estilismo. Las cuatro bailarinas que llevo van completamente desnudas, pero les han puesto un vestido de pintura a mano alzada y parece que van vestidas.

¡En el videoclip van vestidas!
En este sí, es en el nuevo que va a salir. Y, además, la nueva canción tiene un poco más de marcha, de ritmo.

He oído que incorporas palabras en inglés.
Esa es otra versión para Inglaterra.

¿Cuántos años tiene La Manuela?
Hace unos tres años, cuando vine a Barcelona de promoción. Era más lenta, no el reggaeton de ahora. Para mí una canción es cantada no hablada, una canción hablada es una poesía.

Te conocemos por los hits La Manuela o Ata la Jaca pero compones otros cortes con pluma de cantautor.
Sí, me meto en el personaje de cualquiera. Tengo corazón y vida. A veces soy friki, y persona como debe ser, tengo los pies bien puestos en el suelo.

Y muy bien calzados, ¿de la estilista del videoclip?
Si, de Vanesa Díaz. Salen en el videoclip. En una semana lo lanzamos. Con más luz, más alegría, más tipo Peret, la guitarra también está diseñada. Te adelanto que cojo el zapato lo lanzo y le cae a la cabeza de La Manuela, ja, ja. Es suerte caer el zapato encima de La Manuela.

¿Qué tiene La Manuela, para que se haya convertido en un hit?
El doble sentido, es una canción metafórica. Hablo de cuatro mujeres, en ningún momento digo ninguna grosería, porque no me gustan en las canciones y, a parte, porque tampoco me las pinchan. Los niños no saben lo que quiero decir, pero, es que hay mayores que tampoco saben a lo que me refiero. 

¿¡No hablas de cuatro mujeres!?
Escucha bien la letra. Es metafórica. Hablo de diferentes formas de proporcionarnos placer sexual. Me hago una "manuela" que me da felicidad. Cuando estuve en Got Talent, el jurado no lo pilló, lo entendió después.





Me ha costado también pillarlo.
Eso es lo que quiero, que la gente tarde en pillarlo. No digo ninguna obscenidad en ningún momento. Hay gente que actuando me pide "canta La Manuela", y luego me dicen -“Nano de que está hablando ahí? -"Estoy hablando de cuatro mujeres, ¿no lo has oído bien? y La Manuela es la más buena".

Es la más buena o ¿son Layla y Silvia las más buenas?
Esa son mis hijas, son muy guapas. Son muy buenas, la verdad, están muy bien educadas porque su madre más que yo, porque he estado en el trabajo, se ha encargado de educarlas como Dios manda. Yo también les he enseñado muchas cosas... y cada una tiene su puesto de trabajo.

Seguiremos con nombres de mujeres, después…
Pues tienes que sacar buena lista.

¿¡Sí!? ¿Tienes una buena lista de mujeres?
¡Uf! Ni las he contado. 

¿Cómo se llama la reina de tu amor? ¿No es La Morita?
No. De momento… es que hay siete u ocho que son las reinas de mi amor.

No me buques el doble sentido.
Hay una chica que me gustaría que fuera el futuro mío. La conozco desde que ella tenía ocho años.

No será La niña del rellano.
No. Empieza por C, pero no quiero que se entere.

Dedícale una canción haber si pilla el doble sentido.
Le voy a dedicar Quisiera ser. “Quisiera ser la hermosa planta que se llama Enredadera para enredarme en tu cuerpo de los pies a la cabeza”.

“Quisiera ser quien soporta el peso directo de tus pisadas, quisiera ser el tiempo que a ti no te importa nada”.
En Valencia lo piden prácticamente todos los días, un par de veces en las emisoras.

Hay que pegar también con los temas de cantautor.
La verdad es que sí. Gané un primer premio en un festival parecido al de Benidorm, no a nivel nacional sino regional, pero venían de toda España. Lo gané con la canción Embriágame, que tiene una letra preciosa. Era una balada muy lenta y aquí incorporo la guitarra española.

¡Una buena guitarra española!
Kike González y Luis Gabarri, han sido alumnos de Paco de Lucía. Eso se nota.

¿Hay videoclip de Quisiera ser?
Estuvo en YouTube pero lo retiramos porque mi ex mujer me comentó que su actual pareja cada vez que nos veía besándonos en el videoclip se ponía celosa.




Del que sí podemos ver el videoclip es de Quiero olvidarte ya, con una pareja de baile.
¿¡Lo has visto!? ¡Qué película! Tengo cara de asesino, fumando.

Embriágame ¿Qué tiene que tener una mujer para que te embriague?
No hace falta que sea guapa ni que tenga buen tipo… Eso sí, que sea inteligente, si puede ser más que yo. Además, que las mujeres sencillas sois más inteligentes. Que mande sobre mí.

Que lleve ella los pantalones.
Claro, ja, ja. Y que tengamos química, lo que dicen vulgarmente morbo.

Morbo italiano hay en las dos versiones del disco: Tu Vuò Fà L’Americano y L’Italiano.
Sí, son dos canciones que me gustaban muchísimo y las he arreglado a mi forma, un poco más movidas.

Piano, piano.
Jo parlo italiano piano, piano.

¿Parli italiano?
Parlo italiano piano, piano, si vas muy deprisa ni me entero (risas).

¿Y qué estás preparando en inglés?
La Manuela en inglés, con alguna palabra española, como La isla bonita de Madonna. La vamos hacer para los ingleses porque los dos productores que están haciendo el videoclip se marchan para Inglaterra y la van a promocionar allá. 

Do you speak english? A little bit?
No, no, speak English. Yo hablo “we dimarts, demà dimecres”.

Ah!, molt bé, ja, ja.
Leyéndolo sí lo entiendo, pero hablarlo… sólo very good, tu beautiful… Las palabras más interesantes son las más fáciles.

¿Qué sabe nadie… de Samuel?
Es una frase que llevo un “porrón” de años. 

¿Por qué?
Es una costumbre, como el que dice “cago la marsalá”. Yo digo “qué sabe nadie”.

¿Qué sabe Samuel de la música?
Nunca terminas de aprender todo. Me ha enseñado a hacer música y letras de temas que nadie habla. Por ejemplo, La Manuela nadie habla de eso, Ata la Jaca, tampoco nadie había hablado de eso, y estoy pensado la próxima, ya tengo el titulo.

¿Cómo?
Rascachum. La canción explica la historia de una jovencita de dieciocho que se encapricha de un hombre mayor con pasta. Él, que sabe a lo que ella va, le dice: “Tú dame bom, bom, bom darambom, que yo te daré rascachum, rascachum”. Es decir que ella se aprovecha del dinero pero él se aprovecha de los mejores años de su vida, se come su juventud. Lo explico de manera diferente. El tema lo sacaremos el próximo año, ahora estamos con este disco que tiene canciones muy bonitas. 

Como El tren de la vida.
Una realidad como una casa. ¿En qué estación estás ahora?

Te lo iba a preguntar ¿en qué estación estás?
La que hace 6.

Pero si tuvieras que definirla: la de las ilusiones, fracasos, ambiciones…
En la estación de las ilusiones, sí. 

¿Es tu mejor momento musical?
Ha habido otros pero este, después de pasar por Got Talent y ver que la gente se ha reído conmigo, me encanta.

¿La broma estaba preparada?
No, fue a revuelo. La chica que me acompañaba nunca había estado en televisión y nunca había pisado un escenario para bailar, y se atrevió. Hizo lo que pudo y, además, tiene un problema auditivo, no oye. Por eso, no va al ritmo y hace gracia.

Más si no lleva roba interior.
Sí que llevaba pero no lo parece, era un tanga muy fino. Me sorprendió que antes de escuchar la letra, Edurne apretara el botón. Pensé: "Ya me vendrá la mía, después, hablando". Así que cuando se produjo el malentendido de las hombreras en el pompis, le pedí a Marga que lo mostrara, e hizo un “calvo”. 


¿Marga te acompañará en tus conciertos con tus cuatro bailarinas?
No, solo fue ese día. Me acompañan cuatro bailarinas y cuatro músicos.

Este verano es para que La Manuela sea número uno.
Estamos con ella. También se la llevaran para Inglaterra.

¿Dónde se puede adquirir el disco La Manuela, Ata la Jaca… y otras?
En mis redes, en Facebook pueden pedírmelo, y en las plataformas digitales está la canción de La Manuela.


En el vagón de las ilusiones ¿cuál sería la máxima ilusión con este disco?

No pretendo ser la canción del verano, ¡ojalá, fuera! Pero sí pretendo que sea una de las que más se baile, eso sí me gustaría. Y que se conociera también mi faceta de compositor más serio. Cuando canto Quiero Olvidarte ya o Dulce café, un bolero muy bonito, siempre pongo un punto de gracia aunque la canción sea seria. Les digo al público: "Os voy a invitar a un café pero lo vais a pagar vosotros porque no tengo bastante dinero, sois muchos". 

Próximos conciertos.
Los anunciaré en las redes, pero el día 3 de mayo ya tengo en Alfafar, Valencia. También tengo concierto el 20, 22, y más.

¿Y quién lleva las piscinas?
Yo también, por teléfono. Y mi hermano, mi primo… 

Aprovecha a hacer promoción. 
En www.piscinasamuel.es. Las diseño yo. Hay una con forma de Mickey Mouse con jacuzzi y lo que quieras.

El próximo videoclip en la piscina.
Sí, bueno, en Ata la Jaca alrededor de la piscina hay un harén de chicas y, entre ellas, están mis dos hijas. Si es que me gustan tanto las mujeres que solo sé hacer mujeres. ¡Espérate! A ver, si sale alguno por ahí.

¿Un sueño?
Con las ilusiones vienen los sueños, y mi sueño es que La Manuela la baile todo el mundo, no solo en España. Tengo en el Facebook amigos mejicanos, japoneses, chinos, filipinos.

¿Por eso lo de Kiss?
Claro, kiss lo entiende todo el mundo.

Ha sido un placer, Samuel, salam malecum.
El placer ha sido mío aquí en este harén, aunque seas solamente 
una pareces siete.







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viernes, 20 de abril de 2018

Soledad Pastorutti, bajo el cielo de Barcelona.


Texto: Noelia Baldrich/ Fotos: Soledad Pastorutti





Vivir es hoy (2015), y hoy el “Huracán de Arequito” está en Barcelona para empezar a vivir su gira europea, tras tocar el cielo del folklore en Latinoamérica. Serán diez conciertos en España, pero también la esperan en Londres y Dublín. Acérquense a descubrir esta referente del folklore argentino que, hace más de dos décadas, revoloteó con su poncho el Festival de Cosquín, poniendo en pie la escena gauchesca. Su historia está marcada por hitos, y me supone un hito detallarlos aquí, pero pueden hacerse una idea si les digo que aquella chiquita, de 16 añitos, con garra y fuerte voz -dos octavas-, cambió la historia del folklore de su país y, de retruco, la suya. Sus dos primeros discos Poncho al Viento (1996) y La Sole (1997) fue un fenómeno nunca visto ni un oído en un referente femenino. Y pasados los años sigue en la cumbre de la música tradicional con 16 discos, más de 2000 shows, dos Discos de Diamante, Disco de oro, multipremiada -un Latin Grammy, Gaviota de Oro y Antorcha de Plata, Premio Gardel-, apadrinada por Horacio Guarany, al que dedicó Juntos por única vez (2002), ha cantado frente a El Papa en Brasil, ha hecho duetos con “papás de la canción” como Serrat, Mercedes Sosa, Santana, Carlos Vives, o “hermanos” como Abel Pintos, Lucyano Pereyra; además, ha sido invitada en tributos a Calamaro, Rocío Dúrcal o Sandro y no me extiendo más. Su carisma ha tapizado grandes templos En vivo, en Obras (2006), -perdí ya la cuenta de cuántos Luna Park y Gran Rex, megashows con 150 mil espectadores-, y como buena gringa que canta A mi gente (1998) porque dice Yo si quiero a mi país 1999, ha interpretado el Himno Nacional Argentino en la ABC y en la Copa Davis. Resumiendo: si Diez años de soledad (2005) es toda una obra discográfica, una gesta en estos tiempos de Soledad (2000), para esta estrella con su propia estrella en la Ciudad de Buenos Aires, 20 años (2016) bien se merecen Una Fiesta (2009). Un Brindis con los mejores del Folklore (2008) que celebró en el antológico Festival de Cosquín. Ahora, que en Argentina tocó el cielo, espera que algo más suceda. Se carga su país a las espaldas y Libre (2001) viene con ganas de revolotear Europa con sus Tambores del sur y su inseparable poncho. Así lo Canta (2017): “Canto al amor y a la vida, a la injusticia que duele, siempre a las cosas que importan, a las que no, solo a veces”. Sus coplas de Raíz (2014), como Vivo en Arequito (2010), las suelta al viento para que Adonde vayas (2003) te sientas Bajo el cielo de Mantilla. A ella, donde va, le acompañan sus dos soles, Antonia y Regina; el faro de su Jeremías, y la lubre de su hermana que también canta: Nati-Me dejo andar (2007) Nati Fui Yo (2011). Pero si es la “polvorita” que es, es por su papá, Omar, que le arengó a cantar chacareras y la promocionó de la mejor manera, y, por mamá, Griselda, siempre tan atenta. Atento público con esta argentina chiquita de estatura pero grande de corazón palpitante, lleva el oficio en el alma, la poesía a flor de piel y dice las cosas cantando porque hablando nunca podría. "El fenómeno de Arequito", Soledad Pastorutti, ha venido con ecos de su tierra para revolotearnos los sentidos.




Bienvenida a Barcelona, no es la primera vez.
No, a cantar es la primera vez, pero hemos venido otras veces en gira de prensa. Cuando estuve en Francia me hice una escapada para España e hice la presentación de un disco en vivo que se llamó A mi gente y tuve la suerte de compartir con Serrat una cena. Esta ciudad es maravillosa. ¡Ojalá! en esta ocasión, también pueda recorrerla un poco.

Serrat nació en el barrio en el que nos encontramos, el Poble Sec por eso el apodo “El nen del Poble Sec” (el niño del Pueblo Seco). ¿Prevista una charla con él cuando vengas a cantar?
Soy una persona que ha tenido la suerte de compartir escenario con artistas que jamás hubiese imaginado, que han sido mis ídolos de muy pequeña, Serrat ha sido uno de ellos, pero siempre espero que la oportunidad se dé naturalmente. Los considero tan grandes, tan intocables, aunque son tan accesibles, que me gusta respetarlos de esa manera.

Fragmento en vídeo


 


Tu carrera está, también, marcada de hitos, desde los 16 años, empezando en lo alto.
Exacto, eso es lo difícil de mi carrera, arranqué en lo más alto que uno puede soñar en su país y, creo, que el gran trabajo vino después de eso, porque todo el mundo dice “quiero llegar”. En una carrera artista quiero llegar ¿qué es? Se puede hablar de venta de discos, de tickets, de un premio pero después hay que mantener esos logros. Para mí fue súper difícil, lo sigue siendo. Empecé con 16 años, no era una artista formada, ni siquiera había decidido serlo, estaba todavía pensando si terminaba secundaria en mi pueblo, qué iba hacer después, muy difícil todo. Pero creo que ese amor por lo que hago y los resultado me llevaron a decir "me quedo acá".

Tocado el cielo en Argentina, “espero que pase algo más” y te vienes para acá.
Yo lo describo así que toqué el cielo con las manos porque fue realmente impensado para mí.De todas maneras como soy muy exigente y, como todos los seres humanos no nos conformamos con lo que tenemos, pienso que siempre se puede ir más allá. En Argentina probablemente sí, pero, es muy interesante como persona, no solo como artista, intentar el camino desde cero en otros lugares. Quizás en España no sea tanto desde cero, porque alguna vez se me entregó un premio por un millón de copias vendidas, en el 1997. Tuve la suerte de que comunicadores españoles se enamoraron de esa niña que vino con su poncho y me hayan dado un lugar privilegiado, pero lo dejé estar. Así, que la idea es esa, esa búsqueda de una nueva aventura, nuevo público y medirme en un escenario diferente, le va a poner un poco mas de pimienta a mi carrera.


¿Qué vas a poner sobre los escenarios españoles?
Hoy por hoy son siete músicos los que me acompañan más el coro, que es Pablo Cordero, el autor de una de las canciones, Cantante, y Natali, mi hermana, que siempre me acompaña. En esta ocasión, venimos cinco músicos y yo. Las canciones que vamos a abordar serán muy variadas porque cómo no conozco el público, supongo que vendrá mucho argentino que se fue del país que va a querer, nostálgicamente, traer ciertas canciones. Entonces, armé un repertorio que tiene que ver con eso y con mi actualidad. El folklore argentino siempre estuvo presente con canciones emblemáticas que se quedaron en el corazón de la gente de hace mucho tiempo, pero creo que esas canciones tienen, no sé si un reemplazo, pero sí una renovación, y lo que pretendo es que ese público que se fue conozca lo que pasó después.

El folklore ha evolucionado junto a la chiquita, de 16 años, que incorpora, junto a los instrumentos indígenas, la guitarra de Carlos Santana en el tema Vivir es hoy.
Por ejemplo, eso fue una locura mía, ja, ja. En realidad a partir de mi cuarto disco empezó esta fusión, cuando grabé con Emilio Estefan, productor general del disco, en el que participaron gente como Calandrelli, arregladores como Kike Santander, gente muy interesante y muy premiada. Yo era muy joven y no tomaba por las riendas mi carrera y quedó a medio camino aquel producto pero, a partir de ahí, empecé a intentar fusionar. 

Con nuevas sonoridades.
Sí, compuse Vivir es hoy, que le dio título al disco, y cuando la terminamos pensé y por qué no soñar que Carlos, que me había invitado ya a cantar en su disco anterior, introdujera su toque. Si no estuviera, hoy por hoy, esa guitarra no sé si el tema estaría en el disco porque le dio mucha fuerza.

Más allá del folklore, suena a pop rock.
El ritmo utilizado es el malambo, que no tiene una forma de canción, simplemente, se baila, se zapatea, el gaucho hace eso, pero nunca se había hecho un malambo canción. Lo que hice fue tomar ese ritmo, componer una letra, con una melodía que había hecho entonces Pablo Santos, mi director musical, y ahí le imprimimos todo el rock and roll que, creo, que tiene malambo, porque malambo es una muestra de "aquí estoy yo", el gaucho en su mayor expresión de destreza, mostrando a los demás lo que sabe hacer.

¿El futuro del folklore argentino pasa por una fusión? ¿Y el de Soledad Pastorutti va entrelazado, o toma otros caminos estilísticos?
Tal como están las cosas es muy difícil darte una respuesta, porque siento que es todo tan posible, tan amplio, que nos perdemos un poco. Está lo que uno siente y uno desea pero, a veces, se esconde detrás que se vendan entradas, discos… Lo estético tiene que ver. Con respecto al folklore creo que el tradicional nunca va a morir, siempre va estar, ha habido, también, un cambio generacional muy grande. Me doy cuenta que aquellos abuelos que le hablaban a sus nietos de ciertas canciones ya no están, y el traspaso, de boca en boca, ya no es tal. Es un poco lo que me preocupa, nos faltan canciones que nos cuenten la realidad de otros tiempos, canciones que nos cuenten la realidad hoy. Que ese espacio lo ocupó hoy el rap, el hip hop, no sé, en Argentina la cumbia villera, si se quiere, -con todas las cosas que puedan criticarse a las formas de decir-, pero, creo, que el folklore tiene un gran trabajo por delante y tiene que ver con nuevos compositores, yo me considero compositora pero a la hora de escribir no soy tan folklórica. Siento que hay mucho por hacer y en mi caso sería ideal, volver a tocar el cielo con las manos, encontrar esa fusión que no suene extraña, natural, que la gente diga "esto es música de mi país, de raíz". Me preocupa que por querer ser algo dejemos de ser lo que éramos.

A quien se lo pusiste muy difícil fue a los que dijeron “Che hagan algo y embarácenla”.
Ja, ja, son mis colegas, mis compañeros de trabajo. Fue Chaqueño Palavecino, una de las figuras más emblemáticas de los últimos tiempos, este es el gaucho más moderno que tenemos, y dijo una cosa así, porque ¡claro! con 15 años donde iba arrasaba, había una locura, suena extremadamente exagerado pero había una “solemanía”, la gente me agarraba, chillaba... Pasé por toda esa etapa y, después, por suerte, me pude estabilizar y encontrar al artista. Al principio, era la aparición de esta nena que revoleaba el poncho, que arengaba al público, en un momento del país que mirábamos mucho hacia a fuera, había mucha privatización y la gente tuvo como una reacción y, ahí, yo tengo la gran oportunidad.

Ser madre te ha dado más fuerza.
Ja, ja, creo que lo pensaron antes de casarme para que se trunque la carrera, pero me casé con un chico de mi pueblo, tenemos dos niñas, y cuando mucha gente pensaba que por ser mamá, un pensamiento que lamentablemente se tiene hasta hoy, iba a recluirme en mi casa, yo trabajé hasta los ocho meses de embarazo, al mes de mi primera hija ya salí de gira de nuevo... y sigo haciéndolo con ellas.

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Y te dieron motivos para componer Eres.
Me dieron muchos motivos, además, me dieron una fuerza que no pensé tener jamás. Las giras es una vida dificilísima y para las mujeres más. El hombre es más fácil camuflar el cansancio, las mujeres necesitamos un toque extra, sin embargo, el amor es más fuerte.

Una amor incondicional el de tu papá y la promoción que hizo de ti.
Sí, la verdad, un convencimiento total. Se debía un poco a la situación que estábamos viviendo, mi papá estaba pasando un momento difícil -arreglaba autos, mecánico-, mi mamá, en su momento, salió a trabajar –cuidar chicos, a limpiar en una casa-, y él vió que algo pasaba conmigo porque donde íbamos algo sucedía. Pero, más allá de eso, había un convencimiento total y cada auto que arreglaba, como olvido, dejaba un casete mío. Esa fue la primera promoción. Después, me llevaba a todos lados, pedía por favor, de cantar en un festival, en una peña y vendía los casetes después de que yo bajara del escenario. Cuando Sony, saca mi primer disco, él mismo, desde mi pueblo, Arequito -en la provincia de Santa Fe, a 360 kms de Buenos Aires-, se iba, primero, con un autito muy pequeño, a comprar los discos desde donde se distribuían al país. Los compró todos, porque había leído en el contrato que si no se vendían los primeros cinco mil se rescindía el contrato. Los compró en dos veces porque no podía, con plata prestada. Después, los vendíamos en el interior, que era dónde yo era muy conocida y funcionaba, no había llegado a Buenos Aires, a la gran urbe, todavía. Hasta que llama el presidente de Sony a la persona que compraba todos los discos para preguntarle qué hacía con ellos. Y mi papá le dijo “Soy el padre, yo los vendo, ustedes tienen que hacer más promoción”. Además, pasaba por las disquerías y decía a los vendedores “te doy esta fotito, la pegáis en la puerta y te regalo un CD y dos casetes para que los vendas por tu cuenta. Voy a pasar todos los días”. Y así es. A él le debo lo que soy y siempre digo, se han hecho películas de mi viaje, pero me parece que alguna vez hay que contar esta historia desde cero, desde este lugar. Es fácil decirlo ahor pero, en aquel tiempo, era el medio loco del pueblo, un tipo que perdía el tiempo con sus hijas, además, medio desafinadas, ja, ja y que iban por ahí.


Le dedicas el Disco de Oro por Vivir es Hoy.
Sí, así es.

Tu historia está plagada de hitos, más de dos mil shows, numerosas veces en el Luna Park, en el Gran Rex, has cantado con todas las voces importante del folklore, Mercedes Sosa, también con Serrat… ¿Qué hito o sueño aún no te ha cuajado, siendo tan joven?
Soy muy joven pero el tiempo que uno tiene para arriesgar, poco más de lo que va arriesgar en los próximos años, es ahora. Conduje un programa en la televisión pública en Argentina, Ecos de mi tierra, y hablando con un montón de colegas me he dado cuenta que la parte más rica de una carrera artística, generalmente, se da entre los 30 y 40 años, donde uno tiene las ganas, las energías, sigue soñando y volando. Siempre he sido una soñadora y, a pesar de tener 37 -la gente me da menos edad por mi forma de ser-,  siento que hoy tengo que apostar toda esa energía y fuerza, estoy acá por eso. Hay muchos sueños por cumplir, por qué no pensar en el folklore argentino por el mundo, eso es una etiqueta, y, a veces, abre y cierra puertas, sino, decir que mi música tiene las mismas oportunidades que cualquier otro estilo. La única persona que va a defender eso voy a ser yo, y lo hago mejor en el escenario que en los discos, que en una entrevista, la única manera que tengo es que el público me vea en vivo y en directo. Después, cada uno sacará sus conclusiones, el que quiera volver volverá, y, el que no, esperemos que, por lo menos, lo haya pasado bien.




El 4 de mayo en Barcelona, en L’Aliança de El Poblenou, el folklore de La Sole del s XXI.
Para los argentinos, que hace tiempo que no me ven, han cambiado muchas cosas. Crecí, y antes me vestía de gaucho, con bombachos de gaucho: el jean y la bombacha de gaucho -una especie de moda- y el poncho de mi papá, que le había regalado a mi mamá cuando eran novios, más el atuendo del gaucho que me regalaban en los festivales. Con los años, pasé a tener un atuendo más femenino, sigue teniendo tintes folklóricos, pero la idea es aprovechar que la estética, hoy por hoy, también es importante.

¿Pero te veremos revolear el poncho?
Depende de cómo se dé. Eso que se convirtió en mi gesto característico, en algún momento, me vi presa del mismo. Hasta se dijo, alguna vez, Mercedes Sosa, -mal tomado por mí, pero creo que lo dijo con la mejor intención-: “Cantar folklore no es solo revolear el poncho”. Y es verdad. A partir de ahí, empecé a tomar con otra seriedad mi carrera.

¿Qué noches tienes para el recuerdo, “por otra noche como esta doy mi vida"?
No sé si volvería a repetirlas, son todas para el recuerdo, ya pasaron y me hicieron muy feliz, pero creo que las mejores están por venir. Si tengo que nombrar: mi primer Cosquín, que me dio la oportunidad de ser quien soy hoy; el Cosquín de los 20 años porque cada canción tuvo un invitado especial, fue la primera vez, en años, que este festival veía a todos los del folklore reunidos en un escenario y era en mi festejo; el festival de Viña del Mar, fui un par de veces, con todas estas cosas que trae el folklore de argentina que cuando nos empiezan a presentar, después de un humorista que había ido muy bien, la gente empieza a silbarme -es una característica del monstruo que decide quién se queda y quién no-. Arranco mi presentación con el pulgar para abajo, no porque había hecho las cosas mal sino porque la gente quería seguir escuchando al anterior. Y empezamos a remontar con Que nadie sepa de mi sufrir y con el poncho, y me terminé llevando la Gaviota y la Antorcha; haberle cantado a El Papa... Hay muchos momentos pero ya pasó, ahora hay que ir para adelante.

Conseguiste también darle un disco a El Papa.
Sí, con Juan Pablo II. Fue cuando estuve en Israel, hice una novela que me llevó para allá y, a la vuelta, pasé por Roma con mi hermana y nos quedamos unos días a ver si lo veíamos. Desde lejos hice la gran Omar Pastorutti, que es mi papá, que fue entregarle un CD.

Haciendo ya promoción.
Creo que lo más importante de un artista es eso, cuando eso no lo seguimos teniendo…

¿Sangre italiana?
Pastorutti Di Chiara, Zacchino Racca son mis cuatro apellidos. De los dos lados. La única bisabuela que conocí es la mamá de mi abuela materna, que se llamaba Laura Racca, de Potenza Picena, de la provincia de Macerata. Fue con la única que tuve la oportunidad de tener una charla. Vino después de la guerra, escapando del hambre, le habían prometido en Argentina una mejor vida y resultó que la esperaban para sirvienta. La salvó mi bisabuelo que pasó, se enamoró de ella y la sacó de eso. A ella le gustaba cantar, juntaba el maíz a mano -concuñaba maíz-, empezaba el surco cantando y jugaba a la carrera con sus compañeros que al oirla cantar se distrían y les ganaba. 

¿Carrera en Italia?
Me encantaría. Si eso, alguna vez, ocurre, sería muy fuerte, porque siento que hay mucha conexión ahí, que no es casualidad que yo sea cantante y que mi apellido sea Pastorutti.

El apellido puede abrir puertas.
Además, en mi país yo soy una gringa cantando folklore, que eso no es un tema menor. Hoy, ya es más fácil, pero no tengo sangre originaria, -en mi provincia Santa Fe, llena de emigrantes, no se ve así-, y para los folkloristas más acérrimos… era raro, era casi como una burla del destino que yo hubiera elegido el folklore. Pero para mí es un orgullo y he aprendido mucho de mucha gente que ha hecho mucho por el folklore.


Llegaste hoy de Argentina, hay una gran distancia de El Cielo de Mantilla, ¿qué echas de menos cuando estás aquí?
La verdad que como vengo ocasionalmente no hay muchas cosas… Me traigo el mate que si bien no es lo mismo con el agua de aquí, pero no hay muchas cosas. Sigo viviendo en Arequito, a pesar del éxito, tiene de siete mil habitantes y allí me recluyo. Aprendí que se puede volver cuantas veces uno quiera. ¿Quién no es habitante del mundo? Me encanta ir a lugares nuevos y conocer, y si vengo acá no quiero mi comida, quiero la de acá, el vino de acá, quiero saber qué es lo que piensa y qué hace la gente de acá. Lo mío ya lo conozco y lo elijo las veces que quiera.

“Cuando todo pierde claridad, busco alguna forma de volver, de renacer” letra de Vivir es hoy, ¿Qué es lo que hace renacer a Soledad Pastorutti en momentos complicados?
El amor, fundamentalmente. Me críe en una familia muy religiosa, no soy practicante, pero las veces que necesité que alguien me tirase una mano se lo pedí a la Virgen de Luján, a Jesús, me he sentido protegida. También me aferro mucho a esta sed que tengo de que la vida hay que vivirla intensamente. Cuando me bajo del escenario -pocas veces estoy contenta con lo que hago, cien por cien, siempre soy muy crítica conmigo-, al otro día, me voy a correr y a nadar y me digo que eso se tiene que superar, que lo puedo mejorar, creo que todo está en la mente. Nace del corazón pero pasa por la mente. Las cosas que visualicé se cumplieron hasta ahora.

Hablando de sed, cerramos con Brindis
Brindis compuesta por Afo Verde. Dice: “Brindo por esos días por venir, por ese brindis para mí, por regalarle a la intuición el alma mía”. Porque dice que siempre he sido una persona que se ha manejado por la intuición. Nunca fui calculadora, siempre fue intuitivo y pretendo seguir haciéndolo así, porque ha sido la firma más honesta con mi público. Empecé a cantar folklore puro, purísimo, con dos guitarras y un bombo y, a veces, me ven cantando un tema de Cerati de Soda Stereo, y a nadie le resulta extraño porque saben que lo hago de corazón. Ese tema me lo hicieron en un momento muy difícil de mí, de mucha duda, de transición y Afo me regala esa canción que fue como un renacer, desde otro lugar, no siendo una niña. Sostener aquella energía con los años, a veces, es difícil, hay que crecer y hacer unos cambios. Creo que gracias a mucha gente que me rodea lo hemos logrado.

"Cada tanto muero y aquí estoy".
Sí, a veces, uno parece morir pero estamos.

¿Por qué brindamos?
Por la paz en el mundo. Y por ponernos en el lugar del otro. Encontrar esa claridad y poder vivir juntos en este mundo que es gigante y pequeño a la vez. 

Todos somos un pueblo.
Exactamente, Todos somos pueblo, un solo pueblo.




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sábado, 14 de abril de 2018

Enjoy La Década Prodigiosa.


Texto: Noelia Baldrich/Fotos: La Década Prodigiosa.





Oye chiquillo, si te quieres divertir ven con La Década. Su nuevo trabajo se mete por las venas y hasta el final dura la fiesta. Son más de tres décadas prodigiosas, con una veintena de álbums, 4 millones de copias, discos de Oro y Platino, participación en Eurovisión, reconocimientos y giras interminables. Ahora dime ¿Quién no Baila con la Década (1994)? Su aparición en el 85, creación de tres mentes prodigiosas -Javier de Juan, Manel Santiesteban y Manolo Aguilar-, fue todo un pelotazo en el panorama musical. Su exitosa fórmula “remembers+canto+baile” revolucionó tanto la escena que distintas generaciones hemos bailado Lo mejor en vivo de los 60, 70, 80 (1990). Al principio, sus pegadizas producciones sonaban a recopilatorios pero su paso por Eurovisión con La Chica que yo quiero, Made in Spain -ese día la chica escogida fue otra, Céline Dion- les abrió el camino a composiciones de sello propio. El proyecto triunfaba -un logo a lo Rolling Stones que les hacia rodar el canto- y Las ganas de vivir (1996) se reflejaban  en Lo Mejor de La Década Prodigiosa (1999) y con popurrís tan sonados como Disneymania (1995), Seguimos la fiesta (2002), Una década latina (2003), Technostalgia (2006), Los éxitos internacionales de los 80's (2004) o Spanish Dance (2010). Una enciclopedia musical para acercarnos lo mejor de cada década, supersingles con veinte años de vida interpretados por las notas de la juventud. Así se han recorriendo más 100 mil kilómetros (2009) por gira. Y aquí están, con una nueva operación triunfo: la formación renovada, temas que huelen a hits y más bolos que días en el calendario. Javier, Patricia, David e Iris, son los 4 jóvenes -sobradamente preparados en cante, baile e interpretación- encargados de esta nueva acrobacia musical. Con el alma en el escenario y el cuerpo en el ruedo presentan un tema propio, un lambada electrónica muy pegadiza Enjoy la fiesta y un atractivo revival de Éxitos latinos del 2000 que nos devuelven la Licencia para bailar (1991). Que si “un 1, 2, 3, un pasito pal’ ante. 1, 2, 3 un pasito pa’ tras”, y Suavemente a lo Salomé o con la adrenalina de un Torero nos van atrapando y elevando. A esta marchosa e histórica formación le sobra ritmo: “bang, bang” y ganas: “baila que báilame”. Seas de la década que seas, su historia es la tuya –fueron el grupo más representativo de la historia del pop español en Expo Zaragoza 2008- por lo que La Década Prodigiosa Eres tú (2015). Prepárate con la del milennium y su ritmo embriagador. ¡Vente con La Década Prodigiosa y Enjoy la fiesta!






“Enjoy with everybody and dance until the end of the night”, ¿es la filosofía de siempre de La Década Prodigiosa?
Javier de Juan: Esta es la filosofía a la que hemos llegado, porque cuando surgió el proyecto La década Prodigiosa quisimos llamarlo Historia del Pop, pero las mentes de la discográfica optaron, al ser éxitos de los 60, por La Década Prodigiosa, por ser la década de la revolución musical, cultural, etc. Nosotros, encantados, aunque al principio nos dio algo de corte, pero ahora ya nos hemos acostumbrado (risas). Empezamos haciendo un recorrido por los éxitos, luego, hemos hecho musicales, actuaciones con orquestas sinfónicas, teatros… lo que ocurre es que al combinar los popurrís de canciones con bailes, hemos tendido más a las verbenas, a las fiestas, celebraciones y, en eso estamos, en muévete hasta el final de la noche. 

La Década Prodigiosa nace en el 85, año en que aparece el Max Mix en España, ¿hay influencia? ¿adoptáis la fórmula de los maxixes para crear algo así como un max mix revival en carne y hueso? 
Javier de Juan: Lo hicimos un poco con esa idea, pero con una formación. Quienes llevamos la producción musical éramos Manuel Santiesteban, Manolo Aguilar y yo, y luego estaban los cantantes. La idea era que tenían que ser jóvenes interpretando éxitos de 20 años atrás, con buenas voces y siendo bailarines. 

(En vídeo)



Una fórmula que ha funcionado a lo largo de tres décadas ¿con el nuevo milenio y los cambios en la música exige nuevas aptitudes a La Década para seguir siendo prodigiosa? 
Javier de Juan: Eso es el público quién debe decirlo. 

Javier Enzo: Creo que no. Antes, cuando los componentes llegaban al grupo eran artísticamente más vírgenes pero, con los años, las nuevas incorporaciones tienen un bagaje y, por lo tanto, no es que nos exijan, quizás somos nosotros los que le exigimos a La Década, a la hora de trabajar, de hacer, de movernos… Lo importante del grupo es que se unen las ganas de La Década de seguir adelante con cuatro artistas que tienen inquietudes, ganas de trabajar, que lo van a dar todo en el escenario y que, al fin al cabo, cuando se fusionan crean la magia de La Década Prodigiosa. 


Cuatro jóvenes, sobradamente preparados, dispuestos a dar mayor triunfo, impulso a la década. 
Javier Enzo: Tengo un concepto muy diferente de lo que es el triunfo. Para mí no es sacar un disco, vender dos millones de copias y ser súper famoso. Me considero un triunfador en lo que hago y que consiste en perfeccionar eso que, poco a poco, he ido consiguiendo y ¡vivo de la música! Eso ¡ya es un exitazo! Vivo de manera cómoda, soy feliz con lo que hago, si es necesario me levanto a las seis de la mañana para ir trabajar y no me cuesta. Es un triunfo acostarme por la noche, pensar que he hecho durante el día, y decir “estoy completamente contento con lo que hago”. 

Vamos a los éxitos que estáis presentando. Enjoy la fiesta, una lambada propia. 
Javier de Juan: El tema nos lo han compuesto para nosotros y hemos modificado algunas cosas, letra, producción de sonidos... y luego los chicos son los que le han dado esas voces con ese timbre, esa alegría. 

Iris: Justamente, lo que queremos con este tema es llegar a esa generación milenial, jovencita, que a lo mejor no conocen a La Década Prodigiosa, animarles a que la escuchen con este toque fresco. 

Un baile muy fresco en pareja David con Patricia y Javier con Iris. 
David: Es casualidad, en el escenario, según lo que vayamos interpretando vamos cambiando de pareja. 

Me pareció que los que saben más de baile -David e Iris por sus acrobacias- enseñan a Patricia y Javier. 
Javier Enzo: (risas) Podrían perfectamente porque lo hacen muy bien. 

Y Éxitos latinos, el popurri. 
Javier de Juan: Sí, el sello de la casa, el popurrí, canciones de hace veinte años con caras jóvenes. 

David: Al tiempo que lanzamos Enjoy la fiesta para la gente joven, hacemos un popurrí con canciones de milenial, de hace quince o veinte años, para que todos los jovencitos que ahora tienen esa edad se identifiquen. Van a escucharlo y van a reconocer todas las canciones. Está teniendo una acogida muy buena. 

¿Qué tal el videoclip de Enjoy la fiesta?
Patricia: Mucho frío, era el cuatro de diciembre, dos grados en una terraza al aire libre en Madrid, fue duro, duro. 

Exige mucho a nivel vocal y físico. 
Patricia: Sí, los conciertos son una hora y media en la que no dejamos el escenario. Estamos continuamente bailando y cantando, por  lo que, o tienes una formación física que te permita tener la voz en su sitio, o es francamente complicado. 

Javier ¿qué cualidades tienen los integrantes de esta Década? 
Javier de Juan: Tienen madera de artista, con eso nacieron los cuatro, de hecho vienen dedicándose al arte y al escenario desde muy jovencitos. Patricia tiene una voz muy, muy especial, un gran sentido del ritmo y un encanto particular que cuando sale al escenario o está en una entrevista y te mira te transmite todo lo que lleva dentro. Antes de La Década estuvo en Qué tiempo tan feliz, entre otras muchas cosas. Eso es lo bueno que tienen las redes, que ahora se pueden informar de toda la trayectoria artística de los componentes. David, es la última incorporación, hicimos un casting, lo encontramos y nos sorprendió por todas las cualidades que reunía. Iris, viene del campo de la danza. En uno de los musicales que montamos hace unos cuatro años llevamos seis bailarines e Iris era uno de ellos. La veíamos en los ensayos y también cantaba. Cuando sube al escenario, con su bagaje de haber trabajado en vodevil, en muchas coreografías, destaca cómo se mueve y por su voz gruesa que llena todo. Cuando canta Te pido la luna te quedas... Y Javier, tiene muchas, lleva ya seis años y se ha convertido en mi colaborador en muchas facetas de producción, relaciones públicas, redes sociales. Trayectoria en orquestas, en cruceros, en programas de televisión, canta copla y tiene ¡un corazón! Cuando anima al público a subir al escenario todo el mundo se apunta. 





¿Qué os aporta representar La Década Prodigiosa teniendo ya trayectoria en otros proyectos? 
Iris: Es un regalo, porque cuando lanzas un trabajo en solitario estás a expensas de cómo va a reaccionar el público. Con La Década contamos con que la gente ya se sabe las canciones y les gusta mucho. Que el público cante las canciones que tu cantas es muy gratificante. 

¿Qué otros popurrís lleváis? 
Javier Enzo: Hacemos un viaje musical por los 60, 70, 80, 90 y este año los 2000. Recogemos toda esa historia musical que todo el mundo lleva en la retina y que recuerda con nostalgia, momentos bonitos de su vida. Temas que siguen ahí pero que no están de actualidad, La Década Prodigiosa los pone de nuevo sobre las tablas, lo mismo que se hizo en un primer momento: temas que no se escuchaban, que no tenian la notoriedad de los actuales, los volvemos a resurgir en movimiento con el cariño del público. 

¿Anécdotas? 
Javier de Juan: El otro día llovía un montón e hicieron el show debajo del escenario. 

Patricia: Hicimos un corrillo con la gente en el suelo y cara a cara les encantó. 

Javier Enzo: Al final, es la naturalidad con la cual planteas el asunto. Hay dos opciones o nos vamos y no actuamos, o, actuamos y lo hacemos así: un corrillo, sin pedir permiso, y lo hacemos como creemos. 



Javier, tu mirada refleja ilusión con esta Década, ¿revives años atrás y los ves proyectados en está?
No, no, estoy viviendo los momentos actuales, te lo puedo asegurar. En los 33 años de La Década hemos vivido momentos de todo tipo, gloriosos, de tristeza, ha habido percances, ha habido una crisis que ha vapuleado el país y nos afectado mucho, y, en este momento, estamos resurgiendo con un país que parece que se levanta, que hay más dinero, que nos contratan más y que estamos haciendo una gran promoción. Si nos vieras en la furgoneta, los viajes, las comidas, después de las actuaciones, se te pondría la mirada igual que a mí. 

¿Ilusionados por cruzar el charco? 
Javier de Juan: Estuvimos hace años en México. Nosotros estamos siempre con la maleta hecha. 

Los ritmos latinos que interpretáis allá son éxitos asegurados y sin nada que envidiar a los bailecitos de Chayanne. 
Javier de Juan: Sería lo suyo, como ir a Eurovisión. 

¿Os gustaría representar a España, como lo hizo La Década en 1988 con La chica que yo quiero. Made in Spain
Javier de Enzo: Yo participé como candidato para ir en el 2007. 

Patricia: Yo en el 2010 y la experiencia fue muy buena. 

Javier de Enzo: Tenemos que formar una plataforma de apoyo. 

Javier de Juan: Quedamos en 11º lugar. Ese año fue la gira que más nos contrataron, la más cara, vendimos 400 mil discos. Es curioso, La Década, que tiene el sello de hacer popurrís, cuando más discos ha vendido ha sido con un tema original. 

Enjoy la fiesta apunta.
Javier de Juan: Es un tema muy eurovisivo y la puesta en escena que podemos hacer va muy dentro de la línea de lo que Eurovisión es. No lo que puntualmente un día puede ganar, como ocurrió el año pasado con el representante de Portugal con un talento tan grande y una canción tan bonita que es avasallador. Eurovisión es show. Con Enjoy la fiesta ya no, porque es un tema de este año, pero con uno de estas características yo creo que La Década puede. 

¿Tenéis algún otro tema porque Javier es compositor?
Javier Enzo: Estás muy informada, me estas asustando. 

¿Qué os gustaría vivir con esta Década? 
Patricia: Seguir como hasta ahora, con trabajo ya es un triunfo. 

David: Vivir de lo que te gusta y poder decir en un futuro "viví de lo que me gustaba, disfruté",  y ¡ojalá! veamos a nuestros sucesores cantando las cosas que nosotros dejamos para ellos. 

Iris: Eso es, y si hay que ir a Miami, pues vamos. 

Javier Enzo: Creo en el trabajo, el trabajo llama al trabajo y el esfuerzo recompensa siempre de alguna manera. Si tiene que pasar algo pasará, confío mucho en el destino, y, tener siempre la filosofía de estar ahí, de tener buena actitu, al final, siempre habrá alguien que te vea y te abra la puerta. Eso sería un triunfo, seguir con este camino. Y cuando tenga ochenta años seguir viviendo de la música y continuar a pie de cañon como Javier –que tiene menos de ochenta- pero que está despierto, con espíritu, es incansable, eso es un triunfo. 



¿Invitarnos a algunos conciertos? 
Iris: Este sábado en Lugo. 

Patricia: En Barcelona, el 23 de junio en el Casino de Barcelona. 

Javier de Juan: y en cap d’any (final de año) en el Cotton Club de Barcelona. 

¿¡Ya cerrado!? 
Javier de Juan: Sí. El año pasado, el 23 de junio, ya estuvimos en el Cotton Club y cerramos para este año y para cap d’any. Es millor que vagis fent la reserva. (Es mejor que vayas haciendo la reserva).

Ara m’hi poso (ahora me pongo).




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jueves, 12 de abril de 2018

El canto alegre de Marta Gómez.



Texto: Noelia Baldrich/Fotos Marta Gómez.






Les hago una Confesión: esta artista latinoamericana viene de una región que está embrujada, de una tierra a la que le sobra corazón y voluntad. Su voz, como un Diamante, cristalina y transparente, transpira el aire de los andes y sopla la brisa del pacífico. Hay tanta raíz imbricada en sus cuerdas vocales que dicen que lleva un país atravesado en la garganta. Murmurar su nombre es invocar el folklore criollo: zamba, cumbia, vallenato…un Carnavaliando con ecos de jazz y pop acorde a su devenir musical: Solo vivir (2003) para cantar. Nacida en Gigardot, pronto se trasladaron a Cali donde, de bien chica, se empapó del compás indígena. Podríamos resumir su partitura de vida como CaliCanto CaliCuento. Entre muchos cuentos y muchas verdades aprendió a crecer entre Aquellas pequeñas cosas que le dejó un tiempo de rosas en La Finca. La adolescencia la pasó en Bogotá y en Boston fue a Berklee, la universidad. Sus primeros escenarios fueron callejeros -pusieron notas hasta en la promoción de un café, no sabemos si de Juan Valdez-. Luego vino Nueva York y los míticos templos del jazz. Su disquera la llamaba Noah Jones latina, otros, la Mercedes Sosa o la Violeta Parra colombiana. Tras una década en la ciudad de los rascacielos, llegó el cuento del amor de su vida y haciendo caso del abuelito “aprenda a andarse con mañita”, a Barcelona se vino a enraizar con la excusa de una maestría. Siguió con sus Cantos de Agua dulce (2004), porque así puede describirse la particularidad de esta trovadora colombiana. Entre cada palabra (2006) brota una Musiquita (2009) orgánica que “canta el viento, a veces se ríe un río y hasta se escuchan los murmullos de la tierra”. Tierra, tan solo, pero llena de vida. Sus cantares son Ritualitos que le salen del alma y desbordan humanidad. Afri-Spaans (I, II. 2010), El corazón y el sombrero (2011), cualquier pretexto es bueno para su canto, y con la maternidad dio luz a cuatro trabajos infantiles Coloreando (2013) Canciones de luna (2016) y Canciones de Sol (2016). Le valió un Grammy y con el siguiente disco, Este Instante (2014) -a esta caleña le vale un instante para robarte el corazón-, llegó un segundo Grammy por su diseño. Como su alma es Tierra movida, igual que la de los hormigueros, su doceava producción nace de buscar debajo de las piedras, en La raíz, y, de tantas certezas, aparece dibujada la geografía de su corazón. Cantos que pueblan historias como las de Celia o Basilio, cuentos como La mujer y el río, recuerdos indelebles en Yo te espero, una esperanza en Mírame, una vida posible en Si regresas otra vez, o la vida sin vida de Un día… Todo Lo innombrable en su voz cabe: los antojos, el miedo, el sueño, la sal, el deseo… “Si algo quieres decir dilo cantando, y si algo quieres llorar, cántalo, también, que cuando cantas las penas se van revolviendo en canción”. Para desangrar una pena un tema irradiando Solo Luz; para pintar la melancolía un corte con alas, Canción alada; para la risa, el sortilegio de Si me miras tú. 17 amigos cantautores le han de vuelto la mirada y la llamada para conformar esta exquisita producción. Una aguacero de alegría y canto, un festejo que derrama magia con las voces de Pedro Guerra, Georgina Hassan, Nano Stern, Guafa Trío, Raquel Riba, Idan Raichel, Liuba María Hevia, entre otros. Poéticas canciones antológicas revestidas con nuevos trajes sonoros para traernos una renovada paz porque Para la guerra, nada. Trovadora de mano firme cuando escribe, sus manos representan las Manos de Mujeres que rezan y se desviven por el porvenir de los más necesitados. Más que nunca de sus canciones precisa el mundo, y a pesar de la distancia entre su Cali de cuna y su hogar de Barcelona, no hay un lugar tan lejos que se resista a La Alegría y el Canto (2018) de Marta Gómez. 






¿Desafiando a Armando Tejada? 
Eh… sí.

Practicando La Alegría y el canto en un mundo, a veces, muy complicado, decía Armando: “Es absurdo ensayar en la tierra la alegría y el canto, porque de nada vale si hay un niño en la calle”.

Lo tengo tatuado en el brazo: “Ensayar en la tierra la alegría y el canto”. Intento que sí, que la vida sea, al menos, ensayalarlo. Si se practica y puede vivir así, genial, ino se ensaya. 

Marta Gómez lo ensayada y practica en este disco. Un festejo con 17 extraordinarios cantautores para interpretar con alegría canciones antologías.
Sí, tenía muchas ganas, porque las canciones que he ido cantando con músicos, que pasan por Barcelona, se han ido quedando para los discos de otros o guardadas y, luego, eran difíciles de incorporar en un disco mío que ya tenía un concepto. Después, del último disco, Este instante, se nos ocurrió juntar estas canciones. Tierra movida fue grabada hace siete años, en un gira de Georgina Hassan en Barcelona, otras, cinco años y otras tienen un mes. El reto ha sido que al recopilarlas no se oyera como un reguero de canciones sino que tuvieran una línea. Pensé ¿y si esa línea la diseña un ilustrador que nos conozca, que ha venido a los conciertos, a muchos los ha visto en vivo y los ha dibujado? ¿qué tal si esa es la línea? Y al final, hay unión, es la misma voz y las historias que me conmueven siempre son las mismas. Quedó como una fiesta, una reunión de gente.

(Fragmento en vídeo)

 


Hay la sensación de un hilo argumental, abres con Tierra movida, La raíz; las historias de Basilio, Celia ¿quién te la inspiró?
Es un poema de Fernando Valverde, un poeta español. Está dedicado a su sobrina el día que nace. Empieza a describirle todo que ella va a hacer “tu no conoces ni los árboles, ni la tierra pero eres ya un bosque”. Me enamoré pero lo cambié completamente, era muy largo, pero al poeta le gustó.




Ritualitos define tu musiquita ¿Qué novedad trae esta musiquita después de una trayectoria tan nómada: Colombia, New York, Barcelona, y del disco Este instante y los infantiles?
Es difícil pensar en eso después de Este instante, tan maravilloso , producido por el músico Juan Andrés Sospina, que le dio un vuelco a las canciones y las disfrazo con piano, con orquesta sinfónica...  Va ser muy difícil hacer otro disco como ese o más bonito. Pero La Alegría y el canto tiene una parte muy importante de mí que es, justamente, la alegría. Es algo que no se conocía porque soy muy nostálgica y se refleja en mis temas esa tristeza y ese dolor de haber dejado mi país, búsqueda de paz y no conseguirla. Después publiqué Para la guerra, nada que fue un grito de rabia por más que la música sea dulce. En este trabajo se refleja la alegría que me da reencontrarme con mis amigos, por eso digo que es una excusa para tomarnos un café. Quería que se notará esa parte alegre de la amistad, de ahí que todos los temas son dúos musicales, o con un cuentacuentos o con un músico que toca la marimba..., todo para reflejar la alegría que vivimos los músicos cuando conocemos un alma gemela musical y hacemos música.

¿Ha sido complicado mantener la sonoridad criolla aún teniendo una banda establecida aquí?
Como has dicho soy más colombiana desde que estoy acá. Tengo unos amigos colombianos viviendo en Canadá y yo no he visto una casa así en Colombia, con banderas, toda una exageración. Yo hago igual, llegas a mi casa en Barcelona y hay telares en todas partes que nunca hubiera puesto en Colombia. Entonces, sí, uno tiene esa conexión más fuerte cuando sale, aunque, también soy más del mundo, más latinoamericana, soy capaz de reconocer un acento al momento, si es de Costa Rica, de Guatemala… Por lo que, soy más tolerante, más abierta a cualquier cultura.

¿Algun ritmo nuevo?
Sí y no. La raíz es un ritmo que no había experimentado, es de los llanos de la parte venezolana pero no difiere tanto de lo que había hecho antes, pero, sí hay sonoridades nuevas porque al tocar con músicos nuevos me unía a lo que ellos hacen. En el caso de la Raíz canté con Guafa Trío de Colombia, la compuse pensando en cantarla con ellos, entonces, ya no era mi sonido, mi guitarra, sino el suyo, la flauta. Cuando estaba componiendo Lo innombrable quería algo catalán, -vivo aquí, es mi ciudad, la quiero tanto- y con alguien femenista y pensé en Raquel Riba Rossy, dibujante de la caricatura de Lola Vendetta, y que canta precioso, y quieras o no algo sonaba un poquito más a rumba catalana, ritmos que yo no manejo. Por tanto, sí y no, hay variaciones pensando en las personas que voy a tocar.

Solo luz, preciosa a voz e instrumento.
Su historia es muy bonita. Hubo compositor argentino Raúl Carnota que compuso mucho para Mercedes Sosa y que conocí hace muchos años. Nos teníamos amor total. Cuando iba a Buenos Aires me llevaba a sus conciertos a que yo cantara. La última vez que lo vi interpretamos juntos Solo Luz. Al año siguiente, al volver para cantar juntos, ya había muerto. La quise cantar sola para simbolizar que había estado con él en el mismo teatro un año antes. De repente se me acercó un músico y me dijo “Soy Franco Luciano y toqué con Raúl muchos años”. Le invité a interpretarla los dos, -él toca la armonica-, y llorábamos porque era muy reciente su perdida. Ese tema es un homenaje a Raúl, y desde entonces Franco y yo tocado muchas veces. En las ilustraciones del disco aparece el fantasma de Raúl (lo muestra).



Bonitas ilustraciones, parece un cuento.
Son de Pedro Strukelj, un mexicano que vive en Barcelona y es cronista musical, se va a los conciertos y, en vivo, va dibujando con una solo línea lo que le llama la atención. Se lo pedí, porque somos muy amigos y me ha visto en muchos conciertos, y me contestó que se lo había puesto muy fácil porque ya tenía a muchos dibujados.

No es fácil editar una obra tan artística sin un disquera potente.
Sí. A mí me encanta ser independiente, me encanta tener la libertad de decir "quiero un objeto hermoso". Cuesta cuatro veces más de lo que cuesta un disco pequeño, pero el público lo valora. Hay gente que lo tiene de las plataformas digitales y, después, me lo compra en físico. Es grande para que no quepa en un lugar fácil de la casa, que tenga un sitio especial, que lo vean siempre y quieran oírlo, de ahí también el color llamativo. Me gusta mucho.

Llamativa también tu camiseta a juego -merchandising-, ¡bendito crowdfunding!
Sí, gracias a estas plataformas podemos hacer muchas cosas. Es la segunda vez que recurrimos a ella y la gente responde inmediatamente, logramos doce mil euros para terminar de producir el disco. No cubre todos los gastos, pero nos ayuda mucho para pagar a los músicos, al ingeniero…

Recompensas para los participantes.
Sí, hay básicas como recibir el CD por adelantado, pero hay otras de más locas como me tomo el café con ellos ¡ya me he tomado veinte cafés por todo el mundo! Tengo que preparar dos cenas cuando vaya a Colombia para cuatro personas, serigrafías, firmas por artista, canciones que voy a componer con temáticas que me han sugerido, clases de composición… cualquier cosa para tener este disco.



¿Se puede vivir de lo que se ama?
Sí, por supuesto que sí. Sé que es un privilegio, no todos lo pueden lograr, lo agradezco, pero, también, es importante saber cómo quieres vivir. Creo que nos han engañado mucho haciéndonos creer que necesitamos muchas cosas y no necesitamos tanto. Si me preguntas ¿se puede vivir siendo músico independiente? Sí, ahora, tener una casa con piscina y tres coche y pagar una escuela privada, no. Pero a mí eso no me hace feliz. A mí me hace feliz que mi hijo vaya a una escuela pública, ir en bicicleta, tomarme un café al lado de casa… Para vivir así, sí que te da.

¿Qué necesita Marta Gómez para componer estas canciones tan exquisitas?
Creo que ser sensible, andar con los ojos y el corazón abierto a historias que te puedan conmover. Estar atento, estar abierto a leer libros, a ojear revistas, a ver películas… me inspira absolutamente todo.

Paisaje no visto, paisaje muerto, en el caso de la música causa no cantada causa ignorada. Has cantando a las grandes causas Para la guerra, nada; al feminismo One women, Manos de mujeres y, precisamente, las tejedoras mayas de Guatemala están reivindicando su propiedad intelectual ¿crees que la música puede acompasar los cambios históricos o cambiar el cuento?
Sí, quiero creerlo y vivo para eso. ¿Una canción cambia el mundo? Seguramente, no. ¿Detendrá una guerra? Seguramente, no. Pero sí que las canciones han movido cosas. En el caso mío, no mueven tantas cosas porque no logro llegar a tanta gente. Cuando lo han logrado Bob Marley o Bono o quién sea… es porque han tenido la suerte de tener una maquinaria y poder llegar a la gente. Yo no la tengo, pero tengo internet, y no tengo tampoco el interés de cambiar el curso de las cosas, si logro que una persona sea más feliz después de un concierto creo que he logrado un montón, porque he conseguido que esa persona no vaya a gritarle a su marido, a sus hijos, a su empleado… Va por ahí, por ir poco a poco. Con una madre que amamante contenta y que cante una canción de cuna se cambia el mundo absolutamente.

Concierto Marta Gómez
La alegría y el canto
Viernes 13 abril, 20.30h
Teatre Joventut, l'Hospitalet de LL.


Puedes cambiarnos en pequeño formato el 13 de abril.
Sí, el 13 abril es el lanzamiento oficial en el Festival BarnaSants, festival de canción de autor, en el teatro Joventut de L’Hospitalet a las 20.30h, con todo el grupo y me acompañara Raquel Riba Rossy, Antonio Masei pianista de Celia, Clara Cantore y Lorena Astudillo argentinas… va ser una fiesta.





¿El videoclip de Lo innombrable se puede ya nombrar?
Nosotras ya lo grabamos ahora falta que los expertos lo monten, estará en un par de semanas. Ha sido una iniciativa muy bonita, contamos con el apoyo de Oxfam Internacional, al ser un tema de la mujer quiso aportar. 

Uno de tus sueños era cantar con Pedra Guerra, y lo has conseguido en este disco, en Un día. Has cantado con Javier Ruibal, por nombrar a uno de aquí… ¿Con quién más te gustaría? 
La lista es larguísima pero hace años que quiero cantar con Jorge Drexler, que también es como nuestro porque vive en Madrid. Hemos intentado hacerlo y no hemos podido coincidir por tiempo, pero es el siguiente, esperando el turno.

Dulce y humanitaria ¿qué te enoja?
La intolerancia, mía también, porque, a veces, pensamos que los intolerantes son los otros. Nos encontramos con situaciones que quien no piensa igual que nosotros, inmediatamente, lo queremos atacar. Me irrita la guerra porque es un engaño, me irrita que engañen a la gente los mal gobernantes. Un montón de cosas me enfadan.

¿Qué le falta al mundo?
Canciones, poesía, arte, escucharnos más quizás. Y escucharnos más a nosotros mismos, porque lo que parece una frase de cajón “conócete a ti mismo” no lo es, es que no nos conocemos. Ves a la gente que no es feliz porque no hemos aprendido a escuchar realmente lo qué queremos hacer.

¿Marta Gómez ha aprendido a conocerse?
Sí, me conozco muy bien, sé lo qué me gusta, lo qué no, y me encanta ir creciendo porque uno se despoja de muchas inseguridades. Al principio, a los veinte uno está “yo quiero ser así…” y ahora es “mmm, esto quizá no lo vaya a lograr”, pero lo asumes ya con alegría. Cada año de vida me gusta más, estoy feliz con mis años, mi familia. Soy una persona sencilla, disfruto de las cosas sencillas, he aprendido que un helado de chocolate en el mejor momento es una bendición. He aprendido a saber lo rica que soy por poderme tomar un café con mi esposo cada mañana, por poder amanecer abrazada a mi hijo Aleandro y dormir con él, y quitarme prejuicios y provocar.

¿Qué le cuentas en esos diarios que le escribes en los viajes?
Tengo ya dos diarios y le escribo todo lo que siento y quiero que sea. Le digo que quiero que cambie el mundo, luego pienso “pobre, con esa responsabilidad”, pero quiero que viva para eso.

¿Músico?
Espero que sí, ahora está tocando la batería. Cuando veo a Javier Ruibal con su hijo Javi, un genio en la batería y con su hija Lucía, que baila, ¡ay! me gustaría tocar con mi hijo algún momento de mi vida.

¿Qué le produce a Marta Gómez La alegría y el canto?
Tengo que decir que es mi hijo. Tiene seis años y sé que poco a poco se irá alejando, y, mientras llega ese momento, estoy absorbiéndolo todo, disfrutándolo, y él me produce eso. Tener un hijo saca lo mejor que uno tiene. He sido la única mujer de tres hermanos y he sido una mimada, consentida, malcriada y, además músico, cantante... tenía todo para ser diva y, a veces, lo era “¡ay! no puedo hablar porque estoy descansando mi voz” y llega un hijo y te da vuelta todo. Ha sido tan maravilloso entregarse a un ser humano y saber que tienes toda la paciencia, sin ser yo una mujer paciente. Con él nunca me enfado, no grito nunca, soy absolutamente feliz. Es como estar en un éxtasis constante. La adolescencia ya veremos cómo será, ja, ja, pero hasta ahora es mi hijo Alejandro mi alegría y canto.



¿La canción que mejor defina a Marta Gómez?
Confesión que dice: “Vengo de una tierra que le sobra corazón y voluntad. Sueño con el día que le sobre la razón para cantar”. Eso es Colombia, la tristeza y el dolor, es la guerra más profunda pero, también, la alegría y el baile. He crecido con esa nostalgia alegre.

¿Cómo está el proceso de paz?
Se firmó finalmente pero es muy difícil, ahí vamos. Se está cumpliendo con todo lo pactado, la guerrilla ya es un partido político que tiene bastantes seguidores pero no parece que vaya a gobernar. Tengo varios amigos que están trabajando –después que la guerrilla entregara todos los planos- para desactivar todas las minas antipersonales y se están cumpliendo los plazos.

Es otro motivo para La alegría y el canto.
Falta mucho, pero por lo menos ya no va haber minas ni esta guerrilla, ahora nos toca lidiar con otra guerrilla, más pequeña, con la injusticia. Mientras haya tanta desigualdad seguirá habiendo guerra, pero por lo menos hay una menos.

¿Alguna pena que Marta Gómez tenga atravesada en la garganta?
Hay un montón, personales, tendría que pensarlo, pero sí hay muchos temas, por ejemplo, la inmigración es un tema pendiente del que me gustaría hablar. Cuando vivía en EE.UU y veía toda esa gente esperando en los camiones para que los recogiese y los llevase a trabajar, tanta gente que se ha tenido que ir, dejando sus hijos en Centroamérica, con sus abuelos, y veinte años después los vuelve a ver. Me gustaría ponerlo en canción y no he podido.


Me he fijado en tus tatuajes ¿qué significa el de tu mano derecha?
Me lo hice cuando murió una tía que quise muchísimo. Mi hijo era pequeñito y yo no me permitía el lujo de llorar mucho delante de él, entonces, cuando soplábamos un diente de león le decía que era su tía y me permitía llorar un poquito. Así que me dije voy a recordarla siempre con un diente de león tatuado. 

¿Morirás como La chicharra?
Espero que sí, cantando como loca.

¿Qué canción te hubiera gustado componer?
¡Oh! Las pequeñas cosas de Serrat, fue un error, es un error de derechos de autor ja,ja, pero me hubiera gustado componer algo así.

Una imagen grabada en tu retina de tu infancia, de tu vida y en tu carrera.
Imagen de mi infancia tengo La finca, una casita de campo muy pequeñita que tenían mis padres en las afueras de Cali, allí pasé mis momentos más felices, irnos con todo la calma del mundo a prender el fuego y cantar. Un sonido, sobre todo de esa época ha sido Pedro Guerra, que me encanta. Recuerdos musicales tengo muchos pero haber abierto el concierto de Mercedes Sosa fue algo muy potente, porque es mi ídolo principal, como la mujer que yo quiero llegar a ser y, tenerla al lado, fue demasiado para mí. Fue un sueño. Imágenes de la vida siempre son cantando, con cuatro años ya en un coro y hasta ahora.

También en Nueva York, en los templos del jazz.
Sí, en todas las partes en el Blue Note, en todos los lugares míticos he tenido la suerte que me han invitado, pero, tengo que decir que lo disfruto igual que en un escenario más pequeño. En Argentina, por ejemplo, vamos siempre a una casita de unos músicos y cantamos para unas veinte personas -en cada gira voy-, y la emoción es la misma. No he sentido un momento más importante por el lugar, es más la gente, si está conectada. A veces, en un festival con mucho público no conectas tanto que cuando hay cuatro personas que están atentas mirándote.

Y si regresas otra vez ¿esperan en Cali tu regreso definitivo?
¡Ay! No lo sé, yo creo que no. Bueno, no se puede decir que no. Encuentro que Barcelona es mi ciudad, la tranquilidad que tengo aquí, a pesar de los momentos tan difíciles que se ve policía en todas partes donde nunca se veía. Estoy muy feliz acá, me encanta tener el mar y la montaña. Si tengo que volver a Colombia lo haré y estaré feliz, pero no es el plan.




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