Eran canciones perdidas en el limbo o, mejor dicho, que permanecían en el fondo de una caja a la espera de que su autor despertara y, desnudando la ansiedad, las interpretará. Pero, ¿cómo rescatar esos temas que curan las heridas de un corazón que desangra, evitando las canciones de cerveza barata? Es como buscar en el cielo una estrella de mar o un pedazo de luna flotando en la inmensidad. Sin embargo, este músico de l’Hospitalet ha decidido comerse el destino, revolver La Caja de Pandora, con la que obtuvo un disco de platino y dos de oro, y Sin perder el norte (2008), dar a esas inéditas canciones su sentido. Continua en la mítica banda barcelonesa, donde sus músicos no están Vencidos por el tiempo (2003) y su nuevo volumen responde al lema: nuestra música es El tren de tu vida (2011). Pero es en ese tren musical donde este guitarrista necesita en solitario sus atributos musicales reafirmar: Acuérdate bien de mi cara (2006) porque mis atmósferas sonoras, mis letras e interpretaciones son otras emociones. Se trataba al menos de intentarlo, y tras poner La Caja boca arriba, finalmente, ha dado con esos cortes que parten la Noche en dos, despiertan la luna caprichosa y mariposillas revoltosas juegan a sentir A la altura de tu cintura. Ahora en su triple condición de cantante, compositor y guitarrista ha quemado en un disco 10 cortes, con letras y acordes que son su horizonte y con los puntos cardinales de Pandora como únicos resortes. Cuando muero de ti fue el primer resquicio de voz que se coló en el álbum y con el que luego gritó Lo que me queda de mí. Abrazado al compás de un pop rock más melódico, se atreve con el funky para dejar de ser una Sombra en la pared, con trozos de luna llena para suplicar Quédate esta noche para ver Quién me termina? y con una balada de aire melancólico vuelve al fresquito de Madrid para recoger un beso Si pudiera en La Estación del viento. En definitiva, tras 14 años abriendo los éxitos de La Caja de Pandora, dando A nuestra vida otro sentido (2001) con Una de cal y otra de arena, ahora este cantautor nos regala su vida en formita de rosa con una espina instrumental Llorosa. Si tuviera que explicarlo con la frase exacta diría que de La Caja de Pandora Toni Ramos recoge la “chuletilla” Cosas Bonitas (2013).
Canciones que había que recoger porque Pa’ luego es tarde ¿no?
Correcto, Pa’ luego es tarde es el primer single de El tren de tu vida de La Caja de Pandora que compuse hace algún tiempo. Trata de esta debacle que llevamos encima, los únicos culpables somos nosotros, y donde hay dos días que no se pueden hacer las cosas: ayer y mañana; las cosas hay que hacerlas hoy para luego estar.
Así que hoy has decidido extraer las Cosas Bonitas que permanecían en el fondo de La Caja y recogerlas en un disco en solitario.
Cosas Bonitas no es nada más que una colección de canciones que se han ido quedando en el camino a la hora de ir seleccionándolas para La Caja de Pandora. Todos tenemos nuestro estilo musical, todos somos compositores, pero si bien es cierto que ponemos el nivel muy alto a la hora de filtrar las canciones y pasarlas por el calcetín de La Caja. Traemos nuestros temas al local y a partir de ahí entre los cincos seleccionamos cuál se adecua más a nuestra banda de pop rock, y mis cortes siempre han sido de un perfil más de cantautor. Las Cosas Bonitas ha sido recoger todas esas miguitas de pan que se han quedado por el camino. Un día revisando en el ordenador miré y dije: “que canción más guapa, ¿de esto no vamos hacer nada?”. En este país estamos muy en blanco y negro en el aspecto musical, que alguien de una banda inicie un proyecto en solitario hace creer que los cimientos del grupo se vienen abajo, sin embargo, si Mick Jagger hace una historia con el batería de tal decimos: “oye que guapo y los Rolling como molan”, sin ningún atisbo de que la banda vaya a desaparecer.
“Canciones que me dan la vida” pero sobre todo dan vida al Amor.
Sí, al amor de una mujer y a todo lo que rodea al amor. Bien es cierto que es bonito cantarle a tu musa, a tu pareja, expresarle tus sentimientos –de hecho el disco gira alrededor de mi mujer- pero es bonito, también, tratar el amor desde distintos prismas como el tema Quién me termina que habla un poquito de uno, de que te quieran y que te recuerden.
Acudíais a las estrellas con La Caja; Toni Ramos, a una estrella pero de mar.
Sí, en la portada. Esta idea surge del tema La noche en dos, y que -ahora que no nos escucha nadie- la escribí completamente borracho, bueno completamente, no, porque sino no hubiera escrito nada, ja, ja.
Pero si cantas “nada de canciones de cerveza barata”.
Ya pero, sí borracho de cerveza barata, ja, ja. Salió redonda y tiene una anécdota más. Recuerdo que la canción se acabó como a las 2.30h de la madrugada porque me faltaba una frase y mirando al cielo pensé “si pasará una estrella fugaz… la hostia seria que pasará una estrella de mar…y en el mar la luna…” y empecé a cambiar una cosa con otra. Acabé, lo até, lo grabé en el móvil, lo medio escribí en el ordenador con cuatro trazos para no olvidarlo, dado la situación en sangre, y bajé con mi perrita a la calle a que me diera un poco el aire. Entonces coincidí con un amigo que lleva un Nit Bus, lo paré en medio de la calle y le dije: “He hecho una canción preciosa y tenías que parar tú ahora para decírtelo, ahora ya puedes seguir”. Es una anécdota que siempre cuento, la perrita y el autobús en la madrugada, curioso.
¿Has acudido a la banda para fabricar la esencia sonora?
No, si que es verdad que a Paco Zárate, cantante y productor del grupo, le pedí opinión en algún tema en concreto, en A la altura de tu cintura me echó un cable en el estribillo. Paco es un tipo muy sencillo y a la vez muy complicado, pero si él te dice que por aquí a la derecha se va a Roma, tú ya puedes ver Roma a la izquierda que si vas por donde dice él llegas. Me ha ayudado en la producción de varios de los temas Cuando muero de ti, La noche en dos, cortes que yo quería que tuvieran ese toque Zárate de perfección pero pedí, que como había sido grabado en mi estudio, sonará a mí no a una superproducción, sino tal cual. El resultado es lo que buscaba.
Temas de amor que Toni Ramos envuelve con un pop melódico, donde hay desde baladas a un corte funky. |
Quien te ya echado un buen capote en la composición es la luna, eclipsa casi todos tus temas.
Sí, la verdad es que soy bastante ave nocturna…
¿Signo zodiacal?
Acuario.
Bueno, bueno…
¿Qué significa eso de bueno…?
Una vena artística muy marcada, genios de espíritu muy libre.
Eso dicen, no lo sé. Desde pequeñito siempre me ha fascinado esa bola ahí. Recuerdo que me preguntaba porque unas veces estaba rota y otras no, no lo entendía.
“He quemado a sangre estas canciones que me dan la vida, que me curan todas las heridas”. La música como bálsamo.
Sí, la música a veces te da los besos que no te da quién te los tiene que dar.
Hay alguien que sí te daba esos besos. Jugando con un corte digo: “Lo que me queda de mí, es una parte de ti”, y lo relacioné con esas sentidas declaraciones tuyas donde afirmabas que tu música es un pedacito de tu madre.
Sí. La primera vez que escuché una melodía fue por parte de ella y la primera vez que escuché Mediterráneo fue de su voz. Recuerdo a mi madre como algo muy importante, aquella mujer en la que me colaba entre sus piernas mientras tendía la ropa y cantaba, me gustaba mucho como lo hacía… era bonito sentarse en el balcón, escucharla y mirarla y nada más. Recuerdo que mis padres me tenían que mandar de viaje de fin de curso y a colonias a empujones porque yo le decía: “Mamá pudiendo estar cuatro días contigo cómo me voy a ir fuera”, y, de hecho, no me arrepiento porque me hubiera quedado sin esos días porque la perdí muy pronto. Entonces, pienso que lo que le decía tenía alguna razón.
Con la banda preguntabais Quién necesita que yo le escriba, estaba claro que muchos fans, pero tú vas más allá y interpelas Quién me termina, dime ¿quién da luz al músico?
El ciclo acaba en el momento que estás en el escenario y ves en los labios de una persona que canta ese verso por ti en el momento que te apartas del micrófono. El ciclo que comienza en el tren, en el baño, en un avión…, esa situación que grabas en el móvil y que te ha ido persiguiendo todos los días, tardes, noches, la plasmas en un disco que llega a la gente y, de repente, vas a cantarla en algún sitio y te alejas del micrófono para que el público la cante; el círculo se ha acabado, ahí se termina esa canción.
Hay un tema, el primero que escribiste, que por su sonoridad funky, al resto, hace Sombra?
Ese tema tiene mucha historia, es de los primeros que hice a mi musa, mi pareja. Se hizo y se grabó en el 98. ¿A qué no lo parece? De hecho Salva Contreras, guitarrista de La Caja, es el que grabó el bajo y Salva González, el batería, nos echó un cable en las palmas.
¿Te adscribes a alguna corriente estilística?
En este país somos de situar las cosas en algún sitio para equilibrarnos “este se parece a tal”… Sí que es verdad que hay una rama que me gusta mucho de cantautores pero la mayoría de la música que me gusta no se parece en nada a la que hago, simplemente es la que me sale así. Se podría definir como un pop melódico, un “cansautor”.
El guitarrista de La Caja de Pandora actuará esta noche en el Pipiolo Bar, de Barcelona destapando las Cosas Bonitas de su disco en solitario. |
¿”Cansautor”?
Porque cansamos mucho los cantautores, ja, ja. ¡Otro paliza! Lo digo en tono jocoso. Mis compañeros siempre me lo dicen cuando enseño las canciones: “uf, 'Tonichi' está melancólico”. Me llaman así. Pero en Cosas Bonitas las canciones ya estaban, simplemente tuve que hacer una de selección de las deseleccionadas, con lo cual era rizar el rizo. La música estaba hecha, no me planteé si un funky, una balada o una instrumental iban a pegar.Si pudiera, ¿qué intentarías si pudieras?
¿Si pudiera? Eliminar el hambre del mundo.
Hay que ver como viajan las canciones en un tren del viento que parte en l’Hospitalet y acaba en Cuenca con un primer amor francés.
La historia de La estación del viento me hace mucha gracia y me deja pendiente una cuestión con mi abuelo materno. Mis abuelos vivían en Hospitalet en la calle Treball, cerca de la vías, y muchas tardes íbamos a ver los trenes cuando oscurecía y había uno que pasaba muy rápido que era el que iba al aeropuerto, el que llamaban “el tren del viento”. Bien, punto uno. Pero en el momento que te planteas hacer una canción de…, olvídate. La canción iba hablar de mi abuelo y la cosa evolucionó a un amor, no sé si puede catalogarse así, el hecho de mirarse con una niña durante una feria en un pueblecito de Cuenca. Tenía 5 o 6 años, todas las tardes nos íbamos a la feria y al bar, y en ese bar estaba ella y siempre me miraba o yo a ella, no lo sé. El caso es que ni ella ni yo nos quitábamos la mirada. Recuerdo que era una familia francesa, jamás hablábamos en esos cinco días. Al segundo día yo me empecé a peinar y mi madre flipaba. Eso se quedó ahí. Eso lo traslado a mi mujer, que es madrileña, y hablo de nuestros inicios entre Barcelona y el frío de Madrid y es todo eso.
"Jamás nos dijimos nada y nos lo dijimos todo”.
Sí, a veces mejor cállate porque la vas a fastidiar.
¿Con qué curvas sientes más mariposas, cuando tocas las curvas de una española, una acústica o una eléctrica?
Yo soy de acústica. Al principio tenía una guitarrita española y la llamaba la abuela porque estaba vieja y es con la que hice mis primeras canciones y no hacía falta amplificarla, ya sonaba. El sonido es muy cálido, muy bonito y siempre me ha facilitado a la hora de hacer las canciones y si tuviera que decantarme por una sería la acústica.
Muy bravas las playas de la Costa Brava, Port Bo incitó A la altura de tu cintura, y un guiño a Extremoduro.
Sí, sí, es una canción que se llama Cerca del suelo, me acuerdo que cuando la escuché dije: “que frase más guapa” viene a decir algo así como: “quedamos a la altura de tu cintura”. Me pareció que dentro del desparpajo es una manera elegante de decirlo. Te diré off de record otra canción que también dice mucho más y que está mucho mejor dicho.
Adelante.
Cuando se acabe la cerveza. Port Bo es un rinconcito que mi mujer y yo nos escapábamos cuando éramos novios. Somos mucho de Dalí, Púbol… Allí bajamos por las tardes y nos tumbábamos en la playa, no teníamos nada más que hacer que estar juntos, que me parece muchísimo. Supongo que ahí salió esta canción y pensé que el título estaría muy bien.
Ahora que nos hemos puesto algo pícaros, te gusta una mujer que sea luna y sol a la vez, y te gusta igual Woman de Lenon que Dangerous de James Blunt ¿eres un Camaléonico amante?
Ja, ja, podría serlo, sí, sí. La verdad es que yo creo que el mundo vale la pena por la mujer. Una mujer da la rectitud que no da sus curvas.
¡Qué cosa más bonita!
Puedes perder el norte y ella siempre te va guiar. Podemos ser muy cabezones y, alguna vez, tenemos razón pero la mujer va muy por encima y además está capacitada para dar vida, no hay más.
No sé si te gustaría una mujer Llorosa pero sí una melodía instrumental.
Siempre, siempre.
Un corte donde las cuerdas acarician el sentimiento.
Siempre digo que la melodía te encuentra a ti. Hay clarinete, violonchelo, violas, algún pad eléctrico. Es una bonita manera de acabar un disco.
Con La Caja de Pandora cerrasteis un disco con un soberbio tema instrumental Isla de Palma.
Es una muy bonita manera de terminar un disco y con La Caja siempre voy detrás de ellos: “un temita instrumental”.
La banda es una caja sonora muy compacta, sólida.
Sí, es un grupo. Todos somos compositores y la canción de cada uno de nosotros la hacemos nuestra, pasan por el calcetín de La Caja, como decimos y toman ese cariz.
Muy apañado con el videoclip, cámara en mano y solito a rodar.
Sí, es que llamé a varios… es broma. Era uno de esos días que tienes tiempo para hacerlo todo y no tienes nada qué hacer y, por matar el tiempo, cogí la cámara, la cargué –una hora de batería porque en Collserola no hay muchos enchufes- me pasé la canción al móvil… Llegué muy pronto y aún así tuve que esperar porque unos abuelos ya estaban desayunando, rollo bota de vino… Estuve paseando y cuando se fueron grabé. Luego en casa edité, ya lo había hecho con El tren de tu vida.
Entre manos tienes A la altura de tu vida.
Sí, mi idea es publicarlo en Nochevieja, está la cosa que arde.
Más, si entremedio están las noches mágicas en la Masía Can Pucoll, en Palleja.
Sí, muy bien. Lucas Maciano es el artífice de toda esta movida y creo que ha acertado plenamente. Barcelona presume de que es una ciudad musical y ¡a ver cómo lo digo bien! para que no me metan en la cárcel. Ya lo he dicho. Buscábamos un sitio para hacer música sin molestar a vecinos y Can Pucoll es un sitio extraordinario y liamos unas noches brutales. Ahora iniciamos un proyecto que se llama 'Noches Marcianas', este sábado estaremos en la sala Fizz, en Barcelona, y nos juntaremos una serie de artistas no se sabe para qué.
Para hacer el marciano.
Correcto. Yo puedo subir para cantarte una canción e igual te cuento una historia, luego se sube Lucas… Son noches sin guión, sin ideas y sin prisas, lo que vaya saliendo. El músico o el artista debe tener la capacidad para que el interlocutor se olvide por un momento de sus problemas, pero, lo que el público no sabe es que el músico también se olvida de los suyos durante esa hora y media.
'Tonichi' o 'Antoine', como le llaman sus compañeros de La Caja de Pandora, confiesa tener predilección por las curvas de una acústica. |
¡Has visto que día! Como dice aquel: “Yo no soy supersticioso porque trae mala suerte”. Será el último concierto del año de Cosas Bonitas. Sé como empezaré y a ver dónde nos depara.
¿La Caja de Pandora trae también un nuevo álbum?
Estamos con los nuevos temas, lo que nos queda por decidir es la manera de darlos a conocer, no sabemos si vamos a sacar un disco, un doble disco, un DVD. Queremos hacer algo distinto.
¿Los presentasteis en la PaRockia, en Balsareny?
Algunos, como Que no nos falte amor, temas de El tren de tu vida y los éxitos de siempre Dónde voy, Una de cal y otra de arena, Te esperaré, Acuérdate bien de mi cara.
Paco, Salva “guita”, Salva “tacayuyu”, “tonichi” y Álex Capdevila, nuevo bajista, ¿qué supone su incorporación en el muestrario sonoro de La Caja?
Dar más aire y libertad a Paco en el tema de la voz. Cuando hablamos que en la dirección musical el listón lo ponemos bastante alto, es cierto. La líneas de bajo que son las que hace Paco son muy complicadas, no se basan en tónicas y negras y tira pa’ lante, son unas figuras muy complicadas y si tienes que cantar encima… Se puede hacer pero pudiéndolo hacer mejor, más cómodo. Álex es un excelente músico, enseguida vimos que tenía que integrarse a la banda. No le dimos el millón de euros que le dieron al bajista de Metallica cuando lo cogieron… porque en ese momento no lo llevábamos encima ja, ja.
¿En los nuevos temas de la banda habrá cosas tan bonitas como No me abandones: “Pídeme el mar y el cielo, pídeme el mundo entero, pídeme que me muera, pídemelo y yo me muero”.
Es una de las cosas bonitas que yo, “tonichi”, siempre iba tocando por ahí, lo cantábamos en hoteles y me decían: “Antoine –así me llaman- son cosas bonitas pero habría que darle…” siempre quedaba hasta que tuvimos que escoger las canciones para El tren de tu vida y Paco dijo: “Porqué no metemos No me abandones de Antoine y, tal cual, a guitarra y voz”. En el videoclip sale mi perrita.
Claro, como el anuncio: “No la abandones, ella nunca lo haría”.
Me la llevé al rodaje y la dejemos atada, el director me dijo: “vamos a sacarle un par de planos porque está como llorando, con cara de no me abandones.
Muchas Cosas Bonitas guarda la Caja de Pandora a los largo de estos 14 años, como hacer temblar el suelo de la Plaza Mayor.
¡Uf! Una de las pocas veces que me han temblado las piernas a la hora de subirme al escenario, lo que no quiere decir que me haya subido nunca sin estar nervioso, eso, siempre, pero que no te aguanten las piernas, que no te mantienes en pie, esa sensación la tuve en El Foro, en Madrid, la cuna de la movida madrileña, donde habían salido la inmensa mayoría de grupos que me gustaban. “¿Y ahora me toca a mí?” Esto es un sueño cumplido. Salir allí ante miles de personas que votaban y, como el metro pasa por allí, retumbaba el suelo. Ese momento y en las fiestas de La Mercè, en el 2002, ante 45 mil personas en el paseo de Gracia, fue espectacular. Momentos, infinidad: buenos malos, de llantos, de risas… Estar en la sala Salamandra de Hospitalet y ves que se acerca alguien con algo que brilla y te da un disco de oro… Muchas cosas…los viajes en avión que odio a muerte.
¿Pánico al avión?
No puedo, no puedo. Hace poco fui a París a conocer a Stephen King, mi ídolo, y el viaje de vuelta fue el peor viaje del mundo mundial, de la vida, de la gente que ha ido en avión y no se ha matado. ¡Allí estuve yo! Iba al lado de dos chinitas que iban ¡llorando y gritando!, al lado de un hindú que estaba cogido del asiento y me miraba y yo decía ¿¡por qué me miráis todos a mí si soy el que tiene más miedo!?
Hubo turbulencias.
Todas, todas, fue el 16 de noviembre, una tormenta espectacular.
Respóndeme a lo que tú preguntas en tu Facebook ¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo por primera vez?
Es muy buena pregunta. Pues… es difícil, no sabría decirte, tendría que pensarlo y recordarlo, porque si me dices qué has comido este mediodía te diría “un momento, despacio, que me amontono”. No es mía la frase la vi en un telediario y pensé en compartirla. Te podría decir ir a París y ver de cerca a uno de mis ídolos.
¿La última cosa bonita que te ha ocurrido?
Esta. Estar seis horas en una cola y decir esta ahí el hombre que no me ha salvado la vida pero “¡Déu ni do!” (madre mía). Soy un tipo que siempre va con un libro bajo el brazo y probablemente de cien libros que me lea al año ciento veinte sean de él, porque los vuelvo a leer. Es alguien que me acompaña desde los once añitos. En quinto de EGB como lectura voluntaria me fui a una librería y vi una portada con un vampiro y dije ¡este! Era 'El misterio de Salem’s Lot'. Sus libros es algo que me sostenido en mucho tiempo. Me estoy guardando para Navidades 'Doctor Sueño', la segunda parte de 'El resplandor', el libro que presentaba en París.
Durante la entrevista en Barcelona, donde las palabras fluyeron con la mejor de las melodías. |
Nuestra Al olor de nuestro incienso. Y El sitio de mi recreo, de Antonio Vega. Con él y Amy Whinehouse tengo unas sensaciones, una comunión muy especial. Te cuento algo que me pasó: una mañana me dio una taquicardia brutal, algo que nunca me había pasado, finalmente, conseguí tranquilizarme y puse la radio para evadirme y justo daban la noticia de última hora que acaba de morir Antonio Vega. Algo increíble pero es verdad. Lo pasé muy mal llorando muchos días y con Amy, igual, pero creo que eso es bonito.
Toni Ramos, un “cansautor” que es un “sacia-autor” de Cosas Bonitas. Nos quedamos saciadas.
Facebook: toniramos
Toni Ramos, un “cansautor” que es un “sacia-autor” de Cosas Bonitas. Nos quedamos saciadas.
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