jueves, 21 de junio de 2018

Manuel Muñoz, en su mejor momento.



Texto: Noelia Baldrich/ Fotos:Manuel Muñoz



    





“¿Por qué no? ¿Por qué no puedo hacer de mi sueño una realidad?” Es el mensaje que se inyecta cada minuto este cantautor sevillano que aprendió a soñar sufriendo y a sufrir ilusionado. Y de momento la cosa va de sueños cumplidos. Formó el grupo Sinlache en 2004 y, tras tres discos y uno de oro, en 2011 llegó el momento de continuar en solitario: “El arte vive libre, alejado de cobardes y chaquetas que olvidan el talento para vivir con sus carteras llenas”. Así que vagabundo de grandes promociones y padrinos -solo apadrinado por el crowfunding- decide hacerse Independiente (2011). La aventura le dio, además, para calzar la campaña Nadie sin sus chanclas. Suspiros de felicidad para quien forma parte del #ClubLuchadoresdelavida, porque la suya, no ha sido una dulce melodía. Su originalidad no crece entre la malahierba de la industria y no es Ni ratón ni culebra, es una ave que busca su nido con una colorida propuesta. Después de mucha desesperación, de aprietos pero, sobre todo, constancia, el karma le recompensa con Todo va y viene. Tras su aparición estelar en La Voz 4, con su original versión de Capitán tapón que arrancó de Alejandro Sanz: “¡Coño!, la canta mejor que yo”, le llega la ocasión de saltar Más allá del infinito. ¡Qué ganitas! tenía de alimentar su verdad, de mostrar su particular voz de creación neo pop. Tras una segunda campaña de crowfunding, superar la cuarentena de la desilusión y el virus que a la música enferma, lanza 10 canciones desacomplejadas, positivas, de superación personal en las que encontramos a la Bailarina vecina; a su más sincera dama, Ella; a los amores fallidos de Caricias perdidas, pero, sobre todo, mucha Humanidad. Tal vez, lo que necesitaba este sensible cantautor era pasar de la autoestima baja a inyectarse una dosis de confianza. Algo que, por fin, se ha atrevido con su single Yo me quiero a mí. Ahora se deja querer por un público entusiasmado con su nuevo trabajo. N1 en Canal Fiesta, apadrinado por Adriático Records y con las colaboraciones estelares de Miguel Poveda y Andreas Lutz… Les sugiero que abran la puerta a la singularidad de este pirata porque Nunca es tarde para sorprenderse. Manuel Muñoz desembarca en la escena expresando la música a su manera, En Cuarentena (2018, Adriático Records).




Bienvenido a Barcelona, acabas de bajar del AVE y, como siempre, llevas una original camiseta con un piano y la inscripción Over the sky (sobre el cielo).
Sí, el piano y la guitarra van conmigo a todos lados. En Barcelona me he tenido que traer un piano más chico.

¿El Rotulking no te acompaña?
No, el de colores, no. No me han dejado.




¡No me has traído la guitarra firmada por Ricardo Arjona!
Ya, me he venido un poco más flamenco (risas).

(Vídeo entrevista)



Hablaremos de tus referentes musicales pero empecemos por el disco En Cuarentena. “En cuarentena dícese de la acción de aislar a personas o animales un período de tiempo para evitar el riesgo que se extienda una enfermedad contagiosa”. ¿Qué motivos llevaron a Manuel Muñoz a estar En Cuarentena
El título parece un poco tétrico En cuarentena pero es muy colorido. Las canciones son muy positivas, con mensajes como querernos, no dejar nunca de intentar aquello que ansiamos conseguir. Quería transmitir que después de pasar esa cuarentena, esos momentos chungos que nos hacen perdernos y desilusionarnos, con constancia, ilusión y ganas podemos salir del bache. Por eso, esa portada. Mi expresión de cara y tanto colorido para reflejar que a pesar de pasarlo mal sigo aquí luchando por lo que quiero.

“Llantos alegrías, desesperación, amor, amistad, trabajo, constancia, agobios y tantos adjetivos y sensaciones que no podría parar…”, escribes en uno de los agradecimientos más emotivos que he leído.
No es todo tan bonito como parece, es muy complicado poder asomar un poquito la cabeza. Hay cantantes y músicos muy buenos, hay modas muy extrañas que te hacen “agacharte” un poco, porque si no vas en el camino que marcan, no estás dentro de lo que se puede vender o poner en la radio, es chungo.

Dicen que los bajones sino duelen no se aprenden.
Sí, sí, se aprende muchísimo.

“Vengo con maleta llena de aprendizajes y el cuerpo repleto de cicatrices”, y añadiría tatuajes que descifran tu filosofía de vida: “Nunca es tarde”. 
Así, es.




Formaste el grupo Sinlache, después editaste tu primer trabajo en solitario Independiente y ahora En Cuarentena. Independizarse está muy bien pero ¡cómo cuesta! 

Sí, muchísimo. Como siempre digo “Quién no madura, muere”. En la música me ha ocurrido eso. En Sinlache viví unos momentos muy bonitos, muy felices y cosas que tal vez no vaya a vivir nunca más, pero sí que llego el momento de decir tengo que salir de casa, tengo que aprender a hacerme la comida solo, a barrer, a ir por la bombona…”




¡Qué ganitas!
Sí, sí. Hay que aprender hacer esas cosas y me dije "tengo que independizarme musicalmente". Era un momento en que el país estaba en plena crisis, pero soy una persona que me guío por lo que siento. ¿Qué está chungo? Me da igual, vamos pa' delante con todo. Fue muy duro pero a nivel personal muy gratificante porque creo que lo que más feliz hace al ser humano es ir caminando con sus principios por bandera. ¿Qué me he equivocado? Bueno, es lo que he sentido y es lo que voy a hacer. Al final del camino, diré que he hecho y he vivido como lo he sentido, para bien o para mal. Eso es el éxito. 

Estar feliz con uno mismo y, a juzgar por lo que transmites en el disco, positividad, superación personal, lo consigues.
En el single Yo me quiero a mí, he intentado plasmarlo todo. Cuando aprendemos a querernos a nosotros mismos, podemos querer a los demás y a conseguir todo. Cada canción he intentado darle un toque de alegría, solo hay una más de desamor.


¿Carícias perdidas?
Carícias perdidas no es tanto de desamor, habla más de ese amor que nos contamina y tenemos que decirle “váyase usted por ahí, que yo me valoro y sé lo que valgo”. Tal vez, con Miguel Poveda, sí que es más melancólica.

Tal vez si hubiéramos puesto más el corazón hubiéramos salvado la situación.
Sí, así es.


Pasar la cuarentena ha costado pero después no has parado de recoger sueños. Dos colaboraciones estelares, la de Miguel Poveda y Andreas Lutz.
No ve voy a resfriar ya ni… (bromea). Miguel Poveda en Tal vez, un tema más lento pero que después le dimos un toque por bulerías cambiándole el estilo, al principio era solo balada a piano.

¡El 25 de diciembre en Barcelona, bajando sólo Las Ramblas!
El 25 lo pasé aquí, yo sólo.

Ahora entiendo lo de En cuarentena.

Me dijo que el único día que podía grabar era el 26. ¡Pues nada!

Con Andreas Lutz el single.
Sí, del grupo O’Funkillo, quería hacer un rollo rap y creo que él tiene un talento y un sello especial. Yo me quiero a mí es muy alegre y positivo y Andreas le ha dado un toque más enérgico.

Cada canción es un universo sonoro y en cada una conviven estilos muy coloridos. ¿Es producto de grabar entre Sevilla y Figueres, con Jordi Cristau, sumando aportaciones?
Soy muy de eso. Intento que cada tema sea diferente al siguiente y que el disco tenga un abanico de sensaciones para que cada canción te lleve a algún sitio. Por ejemplo, Caricias perdidas no tiene nada que ver con Qué ganitas.

No, suena a chirigota.
Ahí está, un cachondeíto. Un amigo por detrás gritando.

“No te queda ná, Manuel”.
Me recordó, una vez terminado, al rollo de Los chanclas. Un tema en el que te ríes.

A cada tema insuflas el sentido de la letra. En la Bailarina, esas cuerdas que nos trasladan al punteo de la danza.
Sí, siempre que la música acompañe a la letra, lo que se está contando en cada tema.

Ardua tarea para quien “Tiene un talento especial para componer y contar historias” ¿sabes quién ha dicho esto de ti?
¿Quién? 

Miguel Poveda.
¡Ah!

Algo tendrá que ver el tener referentes tan genuinos como Ricardo Arjona.
Yo de Ricardo me emborracho de todo lo que hace.

Comprobamos su influencia, sin ir más lejos, en el tema Bailarina, la suya estaba en el 5º Piso.
Tomé nota. Le escuché en una entrevista decir que los artistas deben beber de otros. Él tiene como referentes a Sabina, a Serrat. Es bonito ver algo de otro cantante que te sorprende y adaptarlo a tu sello pero sin copiarlo. Escucho a Arjona y me quedo flipando: Este tipo, ¿cómo puede ocurrírsele hacer una canción al período de una mujer con tanta elegancia? ¡Por favor! ¿¡Qué tiene en la cabeza!? O letras de Armando Manzanero “Contigo aprendí a ver la luz al otro lado de la luna”. Cuando escucho frases así no salgo de mi asombro y admiración.

Manuel Muñoz también crea frases ingeniosas: “No hay curva que me sepa marear y me aleje de su lado”. Ella, dedicado a una bella dama, tu madre. 
Sí, a mi madre. Tenía muchas ganas dedicarle un tema. Ella incorpora un pasodoble gaditano y como dice no hay curva que me mareé y me aleje de ella.

Pero ha surgido una pequeña curva gaditana, ¿no?
Sí, hay una curva gaditana que me tiene…

A la que le dedicas Más allá del infinito.
Sí, pero la mama es la mama.

Pero hemos roto el tópico y, a pesar de los tiempos, uno sí puede enamorarse.
Sí. Más allá del infinito habla de eso. Todavía hay personas que alimentan ese amor verdadero, que se respeta, que te hace sentir cositas diferentes, aunque está un poquito contaminado.

Gracias de los cantautores que nos ayudáis a enamorarnos.
Sí, pero creo que todavía hay amor del bueno, ¿no?

Sí, Manuel, no vamos a estar En Cuarentena toda la vida (risas)
No, no.

Comprometido socialmente, llevaste a cabo la iniciativa Nadie sin sus chanclas con lo que te sobró del primer crowfunding.
Me harté de comprar chanclas. Parece una tontería pero llega el verano y en Andalucía hace un calor increíble.

En este disco encontramos Humanidad, ¿Qué te duele de esta deshumanidad?
Desde que estaba en Sinlache, en cada disco, hay un tema de compromiso social. En el anterior disco Independiente compuse un tema Me da pena





"Me da pena ver la musica en la calle agonizando por una moneda que no puede más".
Es la verdad.


¿Te atreverías a hacer un diagnóstico del estado de la música? Se habla de una leve recuperación en las ventas, especialmente las digitales. 

Hay que avanzar con los tiempos, ahora los coches vienen sin Cd y se recurre a las ventas digitales, pero, por lo menos, se está aportando y comprando música. La gente no sabe lo que realmente cuesta y lo duro que es esto. Solamente ve lo bonito, pero si supieran el trabajo que hay detrás, desde sacar una melodía, escribir una letra, hasta grabar un disco, promocionarlo, crearlo físicamente… La gente diría ¡Hostia! Voy a comprar el disco.

Hay gente muy comprometida en vista de tus dos exitosos crowfunding. ¿Has cumplido ya alguno de los premios: concierto en el salón de casa, componer una canción…?
Sí, sí. He compuesto cuatro canciones: para una persona de Madrid, otra de Cádiz, de Barcelona y de Granada. Me pasaron su historia y la he plasmado en una canción. Han quedado contentos. Y siempre digo que conseguir el apoyo de la gente con el crowfunding, me puedo pegar con un canto en los dientes, con uno, con tres cantos, con un coche, un camión… Me puedo dar con todo en los dientes porque el apoyo es increíble.

En el segundo, la edición especial era una bolsa de Rosa Pedroche con un kit de “supervivencia del fan”.
Muy bonito, un saquito con una batería para el móvil, dos canciones inéditas, una postal, la invitación para la presentación del disco… quedó muy bonito.

Será bonito el concierto en Barcelona, en la Sala Fizz ¿no?
Tengo mucha ilusión porque sólo nunca he tocado en Barcelona, con el grupo sí que vine.  Me da igual cuánta gente asista, si cinco, diez, veinte o cien, me lo voy a pasar igual de bien.

Además de tu repertorio, siempre te acompañan unos covers.
Sí, hago un mix de Alejandro...

Tan emotiva fue tu interpretación de Capitán tapón en La Voz4. que llegaste a abrir uno de sus conciertos de la gira Sirope.
Sí, siempre digo que no sé dónde vamos a estar mañana pero esos momentitos no me los va a quitar nadie. Siempre viéndolo desde casa, deseando algún día poder cantar juntos o estar con él. Esa canción la hice y la subí a internet con la ilusión de que Alejandro la escuchase algún día y, al final, mira tú por dónde, se la canté en directo. Después, estar en Madrid en la gira Sirope, en un escenario donde no he visto tantas luces en mi vida, ni en el Leroy Merlin, son momentos que no me los quita nadie. 





Has desgastado muchos sueños muy rápido ¿Cuáles son los próximos?
Siempre pido salud, lo demás hay que buscarlo, trabajarlo.

¿Por qué no nos interpretas algún tema de En Cuarentena?
(Se arranca con el estribillo de Yo no me quiero a mí)

Juanes explicaba que, alguna vez, se había preguntado qué hacía él en la música, pero ¿qué hubiera sido de Manuel Muñoz sino hubiera sido por la música?
Ahora mismo estoy estudiando Técnico de Emergencias Sanitarias porque no sabemos dónde vamos a estar mañana. También quería hacer un trabajo que pudiera ayudar a los demás y fuera gratificante para mí, porque en una oficina no me veo. La música es parte de ese trabajo, estás con la gente, compartes con ellos. Y sé que si trabajase de Técnico de Emergencias Médicas la música va estar siempre. El cuartito musical que tengo en mi casa no va a caducar nunca, siempre va a estar ahí.

¿Acabamos con Capitán tapón?
Sí, no suelo hacerla con guitarra.


Actualmente para componer ¿guitarra o piano?
Con el piano, aunque saque la melodía con la guitarra. El piano es el rey, te abre mucho la cabeza para melodías… (Se arranca con la guitarra).

No es la que te firmó Ricardo Arjona pero sí de Álvaro Bernal.
Sí, le hace las guitarras también a Alejandro y a muchos artistas. Es de Sevilla, es muy amigo mío.

El luthier de los grandes artistas.

A Ricardo Arjona también le regaló una en Madrid, compinchado con Alejandro Sanz. La de Arjona la llevo también, pero hoy no podía con todo. 

Si algún día necesitas otro crowfunding, con subastar la guitarra de Ricardo Arjona te llega. 
Por lo menos medio crowfunding tengo hecho.



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YouTube: Manuel Muñoz


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