lunes, 19 de agosto de 2013

Enrique Iglesias, un 'Hero' en Cap Roig

Texto: Noelia Baldrich  Fotos: Mireia Baldrich


Una enorme imagen publicitaria de Enrique Iglesias en una pantalla de leds presidia el escenario minutos antes del concierto.


¡Chapeâu! Merecidísimo calificativo para el Festival de los Jardines de Cap Roig. Tras su clausura, el pasado 16 de agosto,  ha llegado el momento de recoger todas las flores –tratándose de un bucólico enclave que cuenta con plantas y árboles procedentes de cinco continentes-. En su 13ª edición, este número sagrado para los mayas, fue el mejor conjuro para proyectar una exquisita sintonía musical: del 26 de julio al 16 de agosto han sido 19 actuaciones, 17 con “sould out”, un cartel artístico internacional y nacional de primera (Mark Knopfler, Keane, Diana Krall, Katie Melua, Manel, Pablo Alborán, Rosario Flores, Fito&Fitipaldis, Melendi, Malú, Super3, entre otros);  una organización perfectamente orquestada por Ediciones Musicales Clipper’s, con un personal solícito y complaciente para garantizar el bienestar de los presentes; un público de comportamiento respetable (con casi 41.000 espectadores) y de condición respetable (el presidente Mas, Tito Vilanova, Juan Antonio Bayona); y una Costa Brava que izó la bandera de marco incomparable.  Unas inolvidables veladas donde todo ha salido a pedir de boca, además de degustar las “delicatesen” servidas por el Celler de Can Roca. Tan excelsos momentos merecían una despedida estelar propia de una estrella del firmamento mundial y el encargado de poner el broche de oro a tan relevante acto, fue el idolatrado Enrique Iglesias,  con 100 millones de álbumes y sencillos vendidos, y aposentado en los Billboard como número uno. 

Un escenario con cañones de humo para recrear una atmósfera futurista y electrónica muy acorde con los últimos trabajos de Enrique Iglesias. 
  

Sobre el escenario de Calella de Palafrugell, Enrique Iglesias (1995, su álbum debut) demostró que de casta le viene al galgo. Porque lo que ofrece en sus directos traspasa los parámetros artísticos o virtudes musicales, es un “savoir faire” único propio de su pedigrí superlativo: Iglesias-Preysler. Este artista español de 38 años, ha heredado la estrella de su padre,  Julio Iglesias, y su arte seductor de “soy un truhan, soy un señor”; y el exquisito “charme” de su madre, Isabel Preysler, la reina de corazones. Creo estar en lo cierto si afirmo, después de presenciar su directo en Cap Roig, es que este Iglesias lleva en sus genes la fórmula del éxito. Vamos a  intentar dar con ella. La ecuación no radica en que ha compuesto decenas de hits mundialmente pegadizos, que lleva una banda de aúpa, con un espectáculo con todos los medios a su alcance, que presume de un físico atractivo,  que parece Vivir (1997)  “la vie en rose” o que le funcionan las Cosas del amor (1998);  lo que le hace verdaderamente infalible, incluso con el público más escéptico, es su especial don de gentes.



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 Y no se trata del tan manido “es muy cercano”. A la proximidad, la simpatía, el buen karma, el añade un plus pocas veces visto: es él quién regala afecto. Enrique (1999),  sube al público al escenario, conversa con él, le sirve unos chupitos, reparte besos, se hace fotos con ellos, les da abrazos y como colofón se arrodilla a sus pies.  Todo un showman con un "leit motiv": divertir y divertirse y Escapar o Escape (2001)  de cualquier nota de aburrimiento. Quizás (2002) algunos de los que asistieron este pasado viernes al concierto venían por diversos motivos y desconocían su discografía pero les aseguro que tras el concierto todos, pero todos coincidían en los mismos términos: ¡es increíble su empatía!, ¡cómo engancha!, ¡es espectáculo puro!, ¡tiene un no sé que cautiva!, ¡cómo nos hemos divertido!







Enrique Iglesias pasó por Cap Roig como un ciclón. Puro espectáculo a la americana donde el artista demuestra ser todo un showman:  interpela al publico, juega con él, y sobre todo se divierte. 









El artista multiplatino, apareció en el escenario con cuarenta y cinco minutos de retraso,  que se amenizaron con Billie Jean de Michael Jackson, Alexandra Stan y Mr. Saxobeat entre otras conocidas canciones que pusieron al público en movimiento. Sobre las 22:45h unos impactantes sonidos electrónicos, acompañados de espectaculares juegos de luces, cañones de humo y una mega pantalla que reproducía la frase “Are you ready?” (Estás preparado) vaticinaban que lo que íbamos a presenciar iba a ser fuera de lo normal. Y tras su banda apareció él, con su habitual indumentaria: tejanos, camiseta, gorra y una esplendida sonrisa. Arrancó con Tonight I’m loving you toda una declaración de intenciones porque lo que repartió esa noche fue un “quid pro quo” amoroso entre el público y él. Continuo con I like how it feels irradiando tanto calor humano que cualquier intento de resistencia fue en vano. Siguió Dirty Dancer,  -viene a colofón mencionar la bailarina de raza que le acompaña, Imani Coppola, que marcó el paso con más de un baile “dirty”-. Por descontado, todos los miembros de su impresionante formación tuvieron su tiempo para marcar su terrero: hubo apabullantes solos de guitarra a manos de Van Romaine y  Emmett O’malley; Gilmar Gomes, percusionista hizo una exhibición tribal en Rhythm Divine que nos trasladó a ritmos tribales, pero ya se encargó  Enrique Iglesias de devolvernos a Cataluña. “¿Cómo está mi gente catalana?”, preguntó con gran entusiasmo.

Van Romaine, Emmett O'malley, Gilmar Gomes, Imani Coppola, Richard Maheux y Braden Wiggins, llenaron el escenario con sus impresionantes habilidades.

Globos, confeti y mucha juerga durante las casi dos horas que duró el concierto


Las gradas se desbordaron y fue el momento de entonar Bailamos. Y ¿quién no se ha enamorado bailando? Esa noche parecíamos todos enamoramos, tendrían que a ver visto a todo Cap Roig cantando Cuando me enamoro, a todos se nos vino el alma el cuerpo y fue como subir al 7 (2003) cielo. Pero la noche aun reservaba una experiencia única y un momento mágico. Sin pretensión de exagerar y parafraseando una de sus canciones lo que vivimos a continuación fue casi una Experiencia religiosa. Porque después de robarnos el alma,  con una naturalidad inusitada la estrella Iglesias preguntó: “¿Quién quiere subir con nosotros?”.  Pueden imaginarse lo que ocurrió, la gente enloqueció, pedía a gritos ser elegida, y en contra de cualquier pronóstico –chica despampanante a lo Kournikova, esa noche florecían- Enrique optó por una pareja gay masculina de holanda, Wolfgang y Gane. 







 Enrique invitó a subir al escenario a una pareja gay, con la que conversó, invitó a chupitos, se fotografió con ellos y les interpretó dos temas. Toda una Experiencia religiosa.







Lo que ambos vivieron sobre el escenario lo recordaran como eso, como una experiencia casi divina. Sentados junto al cantante y arropados por la banda como un cuadro flamenco  apenas pudieron articular palabra. “You’re my country, relax” les decía el cantante para relajarlos. “¿Estáis de vacaciones en España?”. “No, -esbozaron- hemos venido a verte”. Eso merecía un brindis y con total desenvoltura el pequeño de la Preysler sacó de detrás de la batería –no unos Ferrero Rocher.- pero sí una botella de licor con unos vaso de chupito. Y tras beber, con ese fraseo tan reconocible de los Iglesias, Enrique cantó: “cada vez que estoy contigo descubro el infinito” y sin duda sus deslumbrados invitados subieron al firmamento con él. Aquello mereció un ensordecedor ¡¡¡ALELUYA!!! Antes de bajarlos, aún les interpretó una de sus canciones preferidas que cada noche escuchaba de pequeño: “Conmigo Cataluña vamos a cantar La chica de ayer”. De nuevo, con la banda desparramada dándolo todo en el escenario y él entregándose en cuerpo y alma – dejándose rozar la piel y fotografiándose con el público- continuó con Be with you, Tired y Escape. Era una fiesta desbordada, dando rienda suelta al éxtasis. Y así se despedía… “Bona nit, muchas gracias”. No, no podía ser, sabía a poco, y no es aconsejable irse a dormir con el estomago vacío provoca insomnio o  Insomniac, (2010) titulo de su octavo disco.



Tras unos minutos apareció de nuevo su banda, pero ni rastro de él. Mientras el escenario acaparaba la atención, la traca final se estaba preparando en las gradas.  Una nube de fornidos guardaespaldas, al amparo de la oscuridad, se situaba en el centro de la gente. Y ¡zas!, un intenso foco de luz ponía al descubierto, en medio de esa coraza humana, una silueta esbelta oculta en una sudadera, era la estrella. ¡Brutal! No apto para cardiacos. El público no podía creérselo estaba con ellos, entre ellos, sentándose, fotografiándose. Se desató la Euphoria (2010). Fue tal el delirio y la locura que Enrique intentó poner orden: “Seguridad estamos en España, que haga la gente lo que quiera, tranquila”. Estaba siendo un héroe así que, qué mejor que interpretar Hero.


 Su vuelta al escenario fue un subidón para los asistentes: “lo he tocado”, “le he cogido la mano”, “le he besado”, “me hecho una foto”. Ya solo quedaba interpretar un estruendoso I like it y volverse completamente loco con Tonigh. Fue una noche de shocks, aunque no interpretó su nuevo single Turn on the night up,  de emociones extremas ante un show muy  americano con confeti, globos, una puesta en escena espectacular, unos infalibles hits, una banda de rompe y rasga y un intérprete que es todo un showman, de empatía arrolladora.  Salimos hipnotizados. 


El descenso hacia el coche dejaba un sabor de boca agridulce: completa satisfacción ante un festival que ha dado experiencias musicales únicas y cierta amargura por su clausura. En un intento de apaciguar cierto resquemor las solícitas azafatas de Cap Roig nos obsequiaban con una botella de gin “Bombay Sapphire” con un foulard azul a juego. Un último detalle que se suma a los tantos que han plagado estas noches tan especiales. Un certamen para quitarse el sombrero. 

Otras imágenes:

Enrique Iglesias congregó a un público muy internacional: catalán como la familia Colomer de Girona, un nutrido grupo de rusas como Irina, Tatiana, y Cristina y muchas fans mimetizadas a lo Kournikova.










2 comentarios:

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  2. Woow que bonito el articulo!!!!....Felicidades Noelia.....exactamente asi lo vivimos....una nocho magnifica;)

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