Sabían que con la publicación de su opera prima nada sería como ayer, -esos 6 años grabando maquetas sin publicar en la Soledad de un clandestino local de la Verneda-, algo iba a cambiar. Tendrían que luchar por tantas noches de trabajo, por tantas canciones sin final, pero tras una mirada de complicidad, este cuarteto de Barcelona y cercanías se promete no dejarse caer y editar un álbum empapado de pop rock con una infalible sonoridad americana. Ecos yanquis con prominentes secciones de batería y guitarras les han guiado a un sonido rotundo creando un disco potente, fresco y adictivo, con letras vitalistas, positivas y combativas. Atrás quedaron los Recuerdos en aquella playa; la vida pasa Barriendo huellas y viviendo deprisa. Cuentan que: “He huido de todo lo malo y lo bueno aún queda por hacer si estás Siempre conmigo”. Músicos que parecen “marionetas de colores” siguiendo su particular sonoridad a sabiendas de que Todo va a cambiar y que con un Grito sus ganas de vivir se materializaran: “Sólo quiero que me entiendas ya no soy un alma en pena que no sabe dónde va”. Pasarán de ser un Héroe de Alquiler, a héroes de enérgicos directos; La Caja de Pandora de Paco Zárate ha producido un sonido superlativo. A ello también ha contribuido el estudio de grabación que Gerard Cabot puso a disposición, Dream Republica Studio, con unos asistentes muy felinos y para culminar, la masterización de Mauricio Tonelli, por su reputación. Están de promoción y la banda va contando las batallas, camina en buena dirección, vive cada segundo que pasa y parece llevar la vida de un Loco soñador. Se sienten felices, aunque su vocalista Rafa, asegure: “A veces que con tanta locura se me deshace el corazón y siento que Me quedo atrás… demasiadas cicatrices que aún tenemos que cerrar”.
“Pues ahora que te tengo enfrente Rafa, Tu mirada me hace dudar de ese malestar que cantas. Pero si así es, tendréis que cuidar la herida del silencio haciendo sonar vuestro álbum rockero”. Se vislumbra mucha trabajo, pero Diez(2013) es Cuestión de suerte.
¿La suerte de un músico es cuestión de trabajo?
Carlos González: Si, yo creo que sí. Somos del parecer que trabajando, con un álbum bien hecho y trabajo duro al final consigues algo.
Rafa Sáez: Sí, la suerte puede influir, pero la suerte se busca también.
Cuestión de suerte, son muchos años en la recámara de un pequeño local de ensayo. En el 2006 es cuando, vosotros que sois primos, empezáis a consolidar el proyecto.
Rafa: Sí, yo empecé en solitario con una guitarra en casa, tocando canciones de otros grupos y al final me decidí a escribir también. Tampoco tenía muy claro si ponerme a cantar o no, nunca lo había hecho y es algo que aprendí, como todo, de oído. Pasó el tiempo, tenía unas canciones en una carpetita y grabé una maqueta. En una ocasión quedé con Carlos, que tocaba la guitarra, y empezamos con canciones de otros grupos hasta que un día dijimos: “Oye, vamos hacer algo nuestro a ver qué pasa”.
Carlos: Sacó Rafa las letras que tenía por ahí guardadas y les dimos un poco de forma. Desde ese momento yo vi que Rafa tenía un don para componer. Sus letras no son las típicas, explican algo de manera diferente, una historia muy bien hilada. Es sorprendente, le doy un riff de guitarra y en cinco minutos te saca la letra, que es como un poema, es increíble.
Finalmente presentáis Diez (2013) con una maquinaria perfectamente engrasada con ecos yanquis.
Carlos: Desde un buen principio yo tenía claro que el sonido tenía que ser muy contundente, compacto y la visión que tenemos de la música es un sonido inglés o un sonido yanqui, americano. Fresco pero a la vez rock’n’roll.
¿Cómo encajasteis las 10 piezas en La Caja de Pandora de Paco Zárate?
Le comentamos exactamente lo que queríamos y fue muy fácil trabajar con él. Le mostramos el proyecto y en esa especie de maqueta que le enviamos vio algo: “¡Ostras! aquí hay material del bueno”. Lo fuimos forjando para que sonara a lo que estábamos buscando. Y en esa evolución vimos como Paco fue cogiendo el gusto hasta que finalmente quiso formar parte como productor y se incorporó como bajista, tras la marcha de Rubén, al que le enviamos un abrazo. Es muy importante que el grupo tenga claro el sonido que quiere crear.
Sólidos ejercicios guitarreros ejecutados con una aparente tranquilidad, aunque los directos te quedes sin aliento.
Carlos: Ja, ja, sí. Son muchas horas de ensayo, pero también al hacer lo que realmente te gusta sale con naturalidad. Al final consiste, no en ser el más perfecto tocando algo, sino el que transmite algo.
Rafa: La importancia de un directo es el transmitir a la gente. Hay guitarristas que son muy buenos tocando pero en el escenario son un palo. Prefiero que el músico que esté encima de un escenario me trasmita energía, buen rollo, más que las notas que sean clavadas y perfectas. El espectáculo es lo primero.
No sé si a Kissy le transmitisteis muy buena onda.
(Risas)
Rafa: Estábamos en el estudio de Joan Cabot, en Manresa, y los gatos estaban por ahí rondando, y como no hacen ruido, Kissy se metió en el bombo de Jota. Cuando empezó a tocar te puedes imaginar cómo salió el gato de escopeteado.
Carlos: Tendremos que meterla en la portada del próximo disco, ja, ja. Habían tres gatos pero Kissy era como el líder de la manada y estabas haciendo cualquier cosa y estaba siempre ahí. ¡Qué gran animalito!
Paco Zárate, bajo; Carlos, guitarra; Rafa, frontman, y Jota, batería, son los integrantes de
Cuestión de Suerte
|
Tendréis que dedicarle una canción en el próximo elepé.
Rafa: Creo que sí. Recuerdo que estaba gradando la voz, llevaba una hora y media y, cuándo paré para descansar, apareció entre las guitarras. ¡Llevaba todo el rato allí, escuchando!
Te costó ponerte a cantar ¿cómo fue la primera vez que lo hiciste?
Rafa: ¡Ostras! fue especial. Yo simplemente cogía la guitarra y tocaba encima de las canciones que sonaban en el reproductor. Un buen día el dueño de un bar del barrio les propuso a mis padres que bajara a tocar. Aquello fue un reto, no iba a bajar tocando solo la guitarra porque o eres un crack con las cuerdas o quedas más que soso. No tenía nada y tuve que prepararme una lista de temas… y empecé ahí a cantar. La gente me dijo: “Pues lo haces bien, dedícate a esto, haz una canción tuya”, y al final son los comentarios del público los que te hacen crecer por dentro, practicar y tirar para adelante.
¿Recuerdas el primer tema con el que te enfrentaste a un micrófono?
Rafa: Uff! Creo que fue La flaca de Jarabe de Palo.
En las letras, pones en liza un buen repertorio de recuerdos, sensaciones, experiencias con una interpretación ambigua.
Rafa: Pienso que las canciones son como cuando lees un libro. Leemos el mismo pero tú imaginas el personaje de una manera y yo de otra, por muy bien que te lo expliquen cada uno en su imaginación lo construye diferente. Las letras de las canciones tienen que ser así, que cada uno la interprete según sus circunstancias. Es lo bonito. Que no te lo den todo mascado sino dejar volar la imaginación de cada uno. Puede un tema estar hablándote de un amigo y tu mente se traslada a aquel verano en la playa…
¿Imaginabas tu destino siendo músico?Simplemente escribía, cantaba, hice solo una maqueta con seis temas pero sin pensar que quería ser músico, lo hacía porque me gustaba. Poco a poco la gente me fue animando con sus comentarios que elogiaban mi estilo. La gente es el motor.
“Que la inspiración te pille trabajando”, se dice ¿ahora trabajas en exclusividad para la musa?
Rafa: Sí, ahora sí. Cuando quiero componer cojo la guitarra y me pongo a trabajar, pero a veces las canciones vienen solas, no hay un método a seguir. Trabajo conjuntamente con Carlos y lo curioso es que hay canciones que no tienen nada que ver cómo las empiezas a cómo acaban, se les ha dado completamente la vuelta.
Carlos: Es la magia, a nivel de composición es una pasada ver cómo va evolucionando un tema.
Una vez lanzado Diez en 2013, ¿es cuestión de suerte llegar al público?
Rafa: Pienso que algo de suerte hay. Nunca se sabe qué va a pasar con tu trabajo, si a la gente le va a gustar. Te crees que una canción va a gustar mucho y resulta que ese tema no es, sino otro el que más está gustando. No hay nada predecible.
¿Y hasta qué punto hay que saber jugar bien las cartas de la baraja musical?
Carlos: Eso para nosotros es lo más difícil. La gente ve la dificultad en el proceso de creación y composición, pero para nosotros esa es la parte fácil, la parte difícil es encauzar, saber a qué puertas has de picar…
Rafa: Es un disco que lo hemos autoeditado, sin discográfica detrás, ni empresa que nos lleve. Estamos vendiendo un producto que lo hemos sacado de nuestra ilusión. Luchamos para que el disco suene en todos los sitios, medios, y a ver qué pasa.
Rafa: Creo que sí. Recuerdo que estaba gradando la voz, llevaba una hora y media y, cuándo paré para descansar, apareció entre las guitarras. ¡Llevaba todo el rato allí, escuchando!
Te costó ponerte a cantar ¿cómo fue la primera vez que lo hiciste?
Rafa: ¡Ostras! fue especial. Yo simplemente cogía la guitarra y tocaba encima de las canciones que sonaban en el reproductor. Un buen día el dueño de un bar del barrio les propuso a mis padres que bajara a tocar. Aquello fue un reto, no iba a bajar tocando solo la guitarra porque o eres un crack con las cuerdas o quedas más que soso. No tenía nada y tuve que prepararme una lista de temas… y empecé ahí a cantar. La gente me dijo: “Pues lo haces bien, dedícate a esto, haz una canción tuya”, y al final son los comentarios del público los que te hacen crecer por dentro, practicar y tirar para adelante.
¿Recuerdas el primer tema con el que te enfrentaste a un micrófono?
Rafa: Uff! Creo que fue La flaca de Jarabe de Palo.
En las letras, pones en liza un buen repertorio de recuerdos, sensaciones, experiencias con una interpretación ambigua.
Rafa: Pienso que las canciones son como cuando lees un libro. Leemos el mismo pero tú imaginas el personaje de una manera y yo de otra, por muy bien que te lo expliquen cada uno en su imaginación lo construye diferente. Las letras de las canciones tienen que ser así, que cada uno la interprete según sus circunstancias. Es lo bonito. Que no te lo den todo mascado sino dejar volar la imaginación de cada uno. Puede un tema estar hablándote de un amigo y tu mente se traslada a aquel verano en la playa…
Rafa, vocalista y autor unas letras, ha plasmado diez temas vitalistas y combativos |
“Que la inspiración te pille trabajando”, se dice ¿ahora trabajas en exclusividad para la musa?
Rafa: Sí, ahora sí. Cuando quiero componer cojo la guitarra y me pongo a trabajar, pero a veces las canciones vienen solas, no hay un método a seguir. Trabajo conjuntamente con Carlos y lo curioso es que hay canciones que no tienen nada que ver cómo las empiezas a cómo acaban, se les ha dado completamente la vuelta.
Carlos: Es la magia, a nivel de composición es una pasada ver cómo va evolucionando un tema.
¿Qué proceso, desde la creación hasta la publicación, disfrutáis más?
Carlos: Parto de la experiencia que cada momento es único, pero uno de los momentos que más me gusta es cuando entras al local de ensayo sin tener idea clara de cómo va a ser la sesión y conseguimos sacar un tema a partir de un riff de guitarra o porque Rafa ha traído una melodía. Acabar el ensayo sabiendo que tienes un corte casi acabado es increíble. Sales diciendo: ¡Qué bien, qué temazo hemos sacado!Una vez lanzado Diez en 2013, ¿es cuestión de suerte llegar al público?
Rafa: Pienso que algo de suerte hay. Nunca se sabe qué va a pasar con tu trabajo, si a la gente le va a gustar. Te crees que una canción va a gustar mucho y resulta que ese tema no es, sino otro el que más está gustando. No hay nada predecible.
¿Y hasta qué punto hay que saber jugar bien las cartas de la baraja musical?
Carlos: Eso para nosotros es lo más difícil. La gente ve la dificultad en el proceso de creación y composición, pero para nosotros esa es la parte fácil, la parte difícil es encauzar, saber a qué puertas has de picar…
Rafa: Es un disco que lo hemos autoeditado, sin discográfica detrás, ni empresa que nos lleve. Estamos vendiendo un producto que lo hemos sacado de nuestra ilusión. Luchamos para que el disco suene en todos los sitios, medios, y a ver qué pasa.
Habéis contado con la complicidad de Discos Castelló y Cadena 100, ¿surgió el mismo "feeling" con el público del FNAC?
Rafa: Siií, nos quedamos flipando. Se llenó por completo incluso Paco Zárate se sorprendió. Fue un acústico a tope de gente.
¿Dónde más vais a tocar?
Rafa:El 5 de abril en La Maquinista, luego en el FNAC de Las Arenas, también en el Auditori de Sant Cugat y fechas que tenemos aún que cerrar.
Vuestra presentación en la Sala Salamandra fue de auditorio.
Carlos: Sí, ja, ja. Hicimos una fiesta con catering, photocall, firma de discos, regalábamos el disco con la entrada…
Muy en sintonía con el espíritu del disco. ¿Vuestras fotos como “marionetas de colores” sugieren alguna interpretación?
Rafa: Ja, ja. Nosotros queríamos una portada de fondo blanco pero Joab, el diseñador, quiso una que destacase entre los otros discos. Al final nos convenció. Está segmentada en cuatro partes con los rostros de los cuatro componentes del grupo.
Carlos: Representa la unión del grupo y transmite frescura en sintonía al sonido que tenemos.
¿Os habéis prometido algo como banda?
Carlos: Como concepto general tener una banda es tener un grupo de amigos, otra familia, casi. Como objetivo primero pasarlo bien, hacer lo que nos gusta y transmitir nuestra energía para que el público pueda captarla.
Rafa: Y llegar al máximo público posible para que escuchen el trabajo que hemos hecho durante este tiempo, que ha sido laborioso.
Captas muy bien las miradas en tus letras, Rafa.
Rafa: Una mirada dice mucho, es el espejo del alma. Dicen más que las palabras.
Y desmiente a las palabras.
Rafa: También es verdad, ahí pillas a mucha gente.
Miradas que hablan y silencios que ahogan ¿Cómo pensáis combatir la herida del silencio de una industria cada vez más muda?
Carlos: Si los discos ya no se venden como antes tirar de redes sociales, plataformas y buscar alternativas. Tirar de la música en directo, que hace mucha falta.
Rafa: Se están cerrando muchas salas y poniendo muchas trabas pero se intenta combatir con muchas ganas, mucha ilusión y haciendo mucho ruido.
Como locos soñadores ¿qué necesitáis para seguir realizando vuestros sueños?
Carlos: Música, tocar, rock’nroll y pasar buenos momentos.
Siempre conmigo, ¿quién es esas persona cómplice y que sin ella hubieras dicho Me quedo atrás?Carlos: Puaf! No hay una sola. La familia, los padres.
Rafa: Sí, además es la más crítica pero tanto para lo
bueno como para lo malo siempre van a estar.
Están algunas canciones en la recámara?
Carlos: Siií. Tenemos la libreta mágica de Rafa, abres la libreta y sale luz.
Miradas que hablan y silencios que ahogan ¿Cómo pensáis combatir la herida del silencio de una industria cada vez más muda?
Carlos: Si los discos ya no se venden como antes tirar de redes sociales, plataformas y buscar alternativas. Tirar de la música en directo, que hace mucha falta.
Rafa: Se están cerrando muchas salas y poniendo muchas trabas pero se intenta combatir con muchas ganas, mucha ilusión y haciendo mucho ruido.
Como locos soñadores ¿qué necesitáis para seguir realizando vuestros sueños?
Carlos: Música, tocar, rock’nroll y pasar buenos momentos.
Las baquetas de Jota imprimen un sonido contundente al disco |
Siempre conmigo, ¿quién es esas persona cómplice y que sin ella hubieras dicho Me quedo atrás?Carlos: Puaf! No hay una sola. La familia, los padres.
Rafa: Sí, además es la más crítica pero tanto para lo
bueno como para lo malo siempre van a estar.
Paco Zárate, de La Caja de Pandora, se ha puesto a la producción y al bajo. |
Carlos: Siií. Tenemos la libreta mágica de Rafa, abres la libreta y sale luz.
Rafa: Hay temas para hacer dos y tres discos. Hemos escogido diez y nos ha venido de perlas para ponerle el nombre al disco.
De perlas os vino la frase “la suerte está echada” para ponerle nombre a la banda.
Rafa: Sí, estaba escrita en un corcho donde ponía las fotos y de ahí surgió la inspiración.
Carlos: La gente nos preguntaba por el nombre del grupo y nos mirábamos sin saber que responder: “Ya veremos –decíamos- es cuestión de suerte” y al final se quedó así.
Para terminar ¿qué os parece si atribuimos algún mérito a la suerte y decimos que es Cuestión de Suerte de que estéis hoy aquí?
Ja, ja, sí, sí, y de Juan Parrado, nuestro road manager.
De perlas os vino la frase “la suerte está echada” para ponerle nombre a la banda.
Rafa: Sí, estaba escrita en un corcho donde ponía las fotos y de ahí surgió la inspiración.
Carlos: La gente nos preguntaba por el nombre del grupo y nos mirábamos sin saber que responder: “Ya veremos –decíamos- es cuestión de suerte” y al final se quedó así.
Para terminar ¿qué os parece si atribuimos algún mérito a la suerte y decimos que es Cuestión de Suerte de que estéis hoy aquí?
Ja, ja, sí, sí, y de Juan Parrado, nuestro road manager.
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Q grande Noelia!
ResponderEliminarUn abrazo.