'Viví', el flamante disco de Antonio Barullo

Texto: Noelia Baldrich Fotos: Mireia B./BuconoMusic

Antonio Barullo presenta Viví,un álbum elegante de melodías románticas con mixtura de jazz y flamenco y acompañado de una big band sinfónica.

Es tal el barullo musical que recorre sus venas –sangre gitana, cuna catalana, raíces flamencas e influencias latinoamericanas- que la fibra sensible de su arte hila un disco sedoso que eriza la piel.
Un buen día, este músico gitano catalán decide romper las amarras de su Figueres natal, -ay esa tramontana brisa loca que a la cordura alborota- para vivir, de nómada aprendiz sin buscar puerto fijo. En el 2001 se instala en EE.UU para absorber el latir musical, caminar despacio y saborear cada aventura sonora. En 2007, palpa la intensidad cuando Fuzionando (2006)flamenco y salsa su canción La canto, junto a Oscar D’León, se alza con un Grammy latino al mejor álbum tropical. Una gira de cuatro años con el “león de la salsa” por Miami, Jamaica, Bahamas, y Brasil para cantarle a la luna, a las flores, a las estrellas, a los amores. Era tanta la dicha que poco importaba lo que la letra decía: “Esta canción no tendrá armonía/ Ni melodía ni buena letra/Ni un estribillo de esos que rompen/Pero la canto porque me llena/Porque no parte los corazones/Porque no pide a nadie que vuelva/Y se compuso con mucha guasa /Está compuesta pa´los que sueñan”. Otro sueño de noble ideal rondaba a este principito de piel de canela: ofrecer un disco con la mixtura del duende flamenco y el aguardiente de las rancheras. Sonaba surrealista, pero ¡qué caray! la magia daliniana había imprimido su chispa. Finalmente, desafía la realidad con un disco que “está padre”, es como sentir México en la piel y el cante jondo, menos ortodoxo, en el corazón. Primeros artistas con arte y figura se fusionan para dar luz a México Flamenco(2012), temas clásicos mexicanos que saben a quejió, y que maridan tan bien como la sal y el limón en el tequila o las hojas de menta en el rebujito andaluz. El álbum toma conciencia con un sentido documental, homónimo, destinado a generar en Jóvenes Orquestas proyectos de vida a través de la música. Tan solidaria iniciativa no será El último trago musical de este compositor y productor, ya que por entonces crea su propio sello discográfico Bucono Music. Un encuentro con el músico Joan Valent, en una de esas veladas sin final, con algunos tragos de más, les lleva a imaginar el elixir de una nueva versión de Srangers in the night: Extraños nada más sería la primera nota de un trabajo lleno de carisma y elegancia. Por primera vez decide dar el do de pecho con su hermosa, cálida y sugerente voz en un repertorio de melodías románticas con estilos latinos que van desde el jazz a las reminiscencias de sus raíces flamencas. Convertido en un exótico crooner decide orquestar Esta aventura con la solera de una big band sinfónica, mientras que con sensibilidad suprema arma sus letras. La mayoría, Fruto de la naturaleza(1999), de ese amor por los que tantos perdemos la cabeza. Dame la paz es un auténtico escalofrío con el que estremece y acaricia el alma. Te deseo amor, a ritmo de jazz, es uno de los tres covers que cubre este soberbio álbum del que el autor asegura ir muy en serio: “Yo me quito el nombre si yo no te convenzo de que soy sincero”.
No sé qué pensar de este artista que se toma tantas libertades, que después de permanecer en la sombra y tras ser pulido como un diamante en bruto, resplandece, ahora, con luz propia; que vive Entre orillas -Miami y Barcelona-; y que para redondear la nota, su nombre invita a liarla. Confiesa que todo lo ha vivido y que es un ser que nadie podrá silenciar. Pues, vamos a ello, despierta mi curiosidad una partitura tan singular. 

-Adelante gitano, No te vayas, Cuéntale a la gente la historia que quieras, y a mí no me dejes con las ganas de poder estar contigo para desnudar este disco, para saber cómo has dado vida a tu sueño de niño. Porque Si te vas,de nuevo a la otra orilla, podré decir que con la opera prima de Antonio Barullo, Viví (2014,BuconoMusic).

Recuerdas cómo se llamaba el local de Figueres donde hará unos 27 años debutaste y donde empezó esta aventura?
Sí, era en Roses en el local Grannys. Allí fue la primera vez que canté en público, con 12 añitos.

Una familia donde el arte corre por las venas.
Sí, somos nueve hermanos y de los seis chicos, cinco, nos dedicamos a la música y mi padre, que ahora ya lo dejó pero que nos sigue riñendo cuando hacemos algo mal con la guitarra.

Tus hermanos Los Banis.
Sí, ellos eran otra generación mayor que yo y mi inquietud musical era más atrevida, de fusionar otras músicas con el flamenco. A mis hermanos, Los Banis, siempre les he compuesto las canciones pero ellos han seguido una línea diferente. Cuando les enseñaba un tema más actualizado lo descartaban decían que no se acoplaba a su estilo. Estas divergencias me obligaron a hacer un canal para ellos y otro para mí.

Un canal para ti y para tu primo, José Santiago, con el que formáis el primer dúo, Barullo, una fusión de flamenco y ritmos caribeños.
Sí, porque al ser de la misma edad estábamos en la misma onda.

Dos primos gitanos con aspiraciones que deciden embarcarse en busca del sonero del mundo en Estados Unidos.
Lo de EE.UU. fue una apuesta que nos hicimos. Estábamos haciendo la producción de un disco de Los Banis y le dije: “Si sale bien no eres capaz de irte a América a hacer un viaje” y José me respondió: “Si sale bien no serás tú capaz de ir". Terminamos la producción nos miramos y nos dijimos: “¿Qué, nos vamos?” Y así fue. Teníamos la inquietud de conocer nuevos sonidos. Una vez allí, resultó que en el hotel donde nos alojábamos había un bar español, nos dieron una guitarrita, empezamos hacer una fiesta flamenquita para nosotros, en una mesa, con el dueño del local que era español…

Es la primera vez que el productor y compositor catalán, se decide a dar el do de pecho con un disco en solitario. Diez temas donde su hermosa voz dibuja un mundo de emociones.

Creando ya barullo.
Sí, eso, y apareció un productor, se paró, nos saludó y nos dijo si al día siguiente podía hablar con nosotros. A la mañana vino y nos ofreció un contrato. Le contestamos que “no”, que vivíamos en España, que para quedarnos allí necesitábamos demasiadas cosas, y para sorpresa nuestra respondió: “Decirme que es lo que necesitáis”, y total que acabamos quedándonos diez años.

Componéis el tema La canto, que interpretado junto a Oscar D’León os lleváis un Grammy Latino. ¿Casualidad o destino el encuentro “Faraón de la salsa”?
Bueno, en EE.UU. las cosas se van uniendo solas. Hay mucho movimiento musical y suceden muchas cosas. Puede pasarte que estás en un estudio grabando una canción y que te aparezca Lenny Kravitz, o un artista como Oscar D’León. Te puede pasar. El otro día estaba en Los Ángeles, desayunando, y cerca de mí estaba Harrison Ford, y era real. Es saber estar en los sitios oportunos si te dedicas a esto.

“La canto cuando estoy sereno, cuando estoy borracho”. ¿Qué canta Barullo con una copita de más?
Para la música no necesito ningún estimulante… Cuando canto para mí canto la música que me gusta como puede ser esta, (señala su disco), pero la música en sí -perdón por la expresión- me pone, toda la música que está bien hecha.

Hablaremos en seguida de lo que pone tu disco.
Es un disco elegante musicalmente, y es de aquellos discos que acompañan.

Antes háblame de los cuatro años de gira con "Sonero del mundo", de la intensidad de vivir como aprendiz, estos años americanos.
Fueron años muy buenos, recorrimos el mundo varias veces. Con él estábamos en Miami hoy, mañana a Canadá, luego Bilbao,… era todo giras y un no parar. Nos dormíamos en cualquier sitio, era increíble. Con los cambios de horario llegó un momento que encontrar quince minutos aunque fueran a punto de embarcar eran ¡uau!. Y ¡pam! Te dormías. Jamás lo hubiese pensado porque para dormir necesito cierta comodidad… pero, de verdad, me dormí en cualquier sitio, ja, ja.

Como compositor, arreglista y músico has trabajado para otros artistas.
Sí, para flamenco sobre todo, y en América para artistas reconocidos de Latinoamérica.

Hubo un librito secreto que te inspiro mucho, el de Daniela Konate, con la que formaste el dúo Ipamena(1999).
Ahh! Daniela Konate es una hermana que me salió de mayor. La conocí en el club de Figueres, en el Grannys. Allí tocaba a diario y unas amigas en común nos presentaron. Me vine a Barcelona y con ella salió un proyecto que hicimos para el grupo Tam Tam Go. Con los años nos hicimos como hermanos. En mi casa era una más, y, yo en la suya, gracias a Dios, también.

Imagen del videoclip de Viví
rodado en Bocachica

A raíz de esa amistad nació Fruto de la naturaleza(1999).
Sí, eso fue un disco que hicimos con la discográfica Ariola Records y que nos fue muy bien, tuvo mucha repercusión televisiva e íbamos por los supermercados y la gente nos reconocía. Fue una época bastante buena.

Y fruto de la fusión de culturas editáis el disco México Flamenco(2012) ¿a qué supo esa experiencia?
Este proyecto nace en unos de los viajes con Oscar D’León de regreso a Barcelona. Conozco al que ahora es mi socio, Gustavo Buesa, que en ese momento estaba haciendo proyectos para México, y me propone hacer uno trabajo conjuntamente y no le dije sin dudar: “A mi México me brinda muchas oportunidades y me gustaría agradecérselo de alguna forma”. Empecé a llamar a artistas flamencos para hacer un disco de rancheras cantada por flamencos. Les encantó a todos, tanto a Diego, El cigala, como a Guadiana, a Moncho, todos estuvieron muy abiertos y así se hizo.

Se rodó un documental.
Sí, decidimos filmar todo lo que iba pasando.

El disco fue nominado a un Grammy, en 2012, y el documental recibió premios.
Sí, se llevó el premio Voces contra el silencio y otros.

Imagino que poco silencio hubo en una fiesta privada en casa de Gustavo, en Lloret de Mar, para que Bucono Music se registrara.
Sí,sí. Gustavo tenía mucha ilusión por hacer un proyecto en México, y a partir de ese primer disco decidimos hacer más cosas. Entonces creamos la compañía Bucono Music (2012), que organiza, también, eventos y festivales en España y EE.UU. Yo me estoy dedicando más al disco. Mi socio me inculca la parte empresarial que es básica hoy en día para emprender una carrera, pero, a mí me pierde la guitarra y cuando tengo una en las manos que no me hablen de nada más.

Vamos al disco, Viví(2014). Qué se siente con un sueño en las manos tan largamente esperado?
Musicalmente está terminado y ya se puede comprar en los portales digitales, pero en formato físico aún tardará un par de semanas. Aún tardaré un poco en digerirlo porque ha sido mucho tiempo, mucha elaboración. La próxima vez que nos veamos te cuento cómo está siendo.

Pero ¿satisfecho?
Sí, sí pero aún está en ebullición, hasta que no tenga el disco en la mano.

A caballo entre Miami y Barcelona, el músico, vive su mejor momento: inmerso en la promoción del disco, mientras colabora con Quincy Jones en la creación de una banda sonora. 

Viví, el single, compuesto mano a mano con la cantautora colombiana, María Isabel Saavedra, toda una experiencia vital.
A Saavedra la conocí en Miami, en el primer viaje que hice. Me gustó mucho como escribía, así que le propuse que me ayudará con una canción que tenía guardada mucho tiempo y que me era imposible terminarla. No me prometió nada, pero cuando me trajo el resto del tema me pareció increíble.

Hay tres covers clásicos, que parecen nuevos, y siete temas compuestos por tu pluma.
Sí, son inéditos.

¿Qué inspira tu duende?
Cuando no ser dónde ir, no sé qué hacer, no tengo nada que me ofrezca otra cosa, me refugio en la guitarra y en ese oasis es donde encuentro el océano de la composición.

¿La arena qué te sugiere?
Es una palabra que utilizo mucho porque la arena me recuerda a la niñez. Crecí muy cerca del mar, lo frecuentaba mucho. Al hacerme mayor, también. Estoy cerca y me gusta mucho sentarme frente al mar, en la arena y llevarme en los zapatos arena a casa. Es una materia que está presente en mí.

Y en tus hermanos Los Banis.
Su último disco se llama Viento y arena(2012).

El músico Joan Valent es el que te ha avalentonado para confeccionar un traje sonoro de alta costura.Evidentemente, yo era incapaz de hacer un trabajo de este nivel porque no tengo la capacidad musical para coordinar ese tipo de instrumentación. Yo hago música de la calle, no sé leer música, voy a los estudios para hacer la grabación para otros artistas, me traen la partitura y la retiro. Los que son de estudio no lo entienden. Pero para hacer un trabajo de este nivel, tienes que escribirlo, y saber en qué punto entra cada instrumento, y Joan es un genio de eso.

Pero el Arca de Noé sonoro lo incorporas tú.
Esa es la materia prima, sin ella no puedes hacer esta fusión. Si quitamos la base de acordes que hago, mi voz, los punteos de guitarra… acaba siendo una producción de música clásica. La fusión de las dos cosas es lo que da vida a este producto.

Hay temas que se prestan muy bien a ser bandas sonoras.
Está teniendo una aceptación muy vinculada al cine. Me han dado bastantes referencias para el séptimo arte.

Viví ya tiene videoclip y aunque lo digamos con la boca chica es muy sensual.
Ja, ja, sí lo grabamos en el lounge de Bocachica, muy conocido en Barcelona. Nos reunimos allí una noche con Gustavo para plantear ideas sobre el videoclip. Después de cenar nos subimos al bar y mientras charlamos me hicieron una foto que nos gustó mucho por el colorido. Y Gustavo planteó: "¿por qué no aquí, en Bocachica?" Además, la decoración está muy acorde con el estilo de música. Fue todo muy espontáneo.

Cuatro hermosas mujeres para un lugar tan cool.
Sí, Xenia Deli, Virginia Pizarro, Lindsey Opso y Marina Bukvic, que es una antigua amiga. Todas modelos reconocidas. La idea era que yo no saliera mucho en el vídeo, no soy partidario de vender mi imagen, porque lo que hago es música, no soy bailarín…, sólo en privado. Así, la idea era aparecer poco pero estar envuelto de belleza: con las modelos, el local y todo cubierto con mi música.

No bailas pero desfilas por locales tan emblemáticos como Annabel’s Club en Londres.
Es un club muy exclusivo, muy exclusivo. Tienes que ser socio pagando una considerable cuota anual o ser invitado por un amigo. Es un local al que acude gente muy importante y en el que se desinhibe. Por ejemplo, si a Jack Nicholson le apetece tomarse dos copas de más, va a este local, porque allí todos los clientes son de la misma onda y nadie le va hacer una foto. Lo que ocurra detrás de las paredes del Annabel’s se queda allí. Cantar para este público es muy gratificante porque son gente que se libera y si tiene que levantarse y gritar ¡cómo me gusta! Lo hace. En cambio en un concierto habitual la gente está más metida en el pulso del concierto, “cuando todos griten, gritaré”.

¿Cómo te contrataron?
Me contratan porque me escucha un director de cine en EE.UU. y me comenta que le gustaría presentarme en un local en Londres de actuaciones muy exclusivas. Lo coordinamos para cuando yo estuviera en Europa. Fui una primera vez y fue tan buena la acogida que he repetido tres veces. De hecho, no contratan a los artistas. Hay un micro con un taburete y el artista, pueden ser actores o cantantes, si le apetece se levanta y hace un número. Es el rincón de los artistas. Allí, canté varios de mis temas.

¿Qué te deparan los próximos meses?
Estamos un poco indecisos, teníamos previsto dedicarlos a la promoción del disco pero tengo un trabajo, que me ha surgido hace poco con Quincy Jones para una película de Sharon Stone y Andy García, que está rodada entre España, Rumanía y EE.UU. Quincy pensó en mí para la los pasajes españoles y estamos algo liados.

Tengo la sensación que eres un artista muy modesto, no haces alarde de tus colaboraciones con grandes figuras, hay que tirarte de la lengua.
Ya, la verdad es que no tengo la boca grande para eso.

Ja, ja, tanto grabar en Bocachica.
Sí. En mi familia somos así y a veces hemos pecado de eso.

Con tanto barullo ¿hay tiempo para que la naturaleza dé el fruto del amor?
Va surgiendo y va desapareciendo. Tuve una relación aquí larga de cuatro años pero se terminó con tanto viaje.

Te hubiera gustado ser el autor del tema Fantasy de Earth, Wind & Fire, su letra me ha motivado un par de preguntas.

El cantante expectante ante
la reacción del público

Every man has a place? Cuál es el tuyo?
Te cuento: Mi techo es el cielo y mi cama es la tierra

Come to see the victory?
Sí, sí, totalmente, y ya la he conseguido. A partir de ahora todo lo que vaya pasando es genial y es la bomba pero hacer este trabajo ha sido una victoria en mi carrera.

Your soul is ecstasy?

Constantemente.

¿Vuelves con frecuencia a la patria chica de Dalí, el genio surrealista?
Sí, pero no todo lo que quisiera. Ahora lo tengo cerca, estamos a cincuenta minutos con el AVE, pero…, mi padre me acaba riñendo todas las semanas.

¿No conduces?
Sí, pero el coche lo tengo en EE.UU. y aún así tampoco lo utilizo porque tengo un apartamento en Miami, pero, acudimos a cambiar la maleta. Allí musicalmente no pasa nada, es un punto de referencia, un escaparate donde vives, pero vas a cambiar la maleta y te vas.

Aunque digas Yo me quito el nombre, ni se te ocurraa, que el nombre hace la cosa y hay que hacer barullo musical.
No, no, el nombre no me lo voy a quitar, no puedo.

Gitano nómada al que se te acopla muy bien el mantra de Montaigne: “Es el gozar, no el poseer, lo que nos hace felices”.
Déjame pensarla. Sí, no se puede contradecir eso.

Y como dices en tu tema “queda tanto por vivir”.
Fíjate, acabamos de empezar.

Yo he empezado a gozar con Viví y me quito el sombrero con este disco.
Pues tengo un objetivo cumplido porque es muy gratificante que guste a la gente. Es lo que intento transmitir al público que sienta de verdad lo que hay en este trabajo.

Distendido y locuaz se mostró Antonio Barullo durante la entrevista que nos concedió ayer en Barcelona. 

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