Texto: Noelia Baldrich/ Fotos Muriel Viba y A.S
Álvaro Soler, acaba de lanzar el videoclip El mismo sol, un tema muy pegadizo de sonoridades multiculturales.
Los que tuvimos el privilegio de asistir anoche a la Sala LA [2] Apolo fuimos
testigos del nacimiento de lo que será, con toda probabilidad, una nueva estrella musical que con su flamante
single El mismo sol eclipsará muchos conatos sonoros de este verano. Su
beat refrescante, envolvente y contagioso tiene marchamo de convertirse en hit.
Él es Álvaro Soler, 24 años, hijo de padre alemán y madre española, que tras abandonar la banda Urban Lights, ha decidido emprender en solitario su primer trabajo discográfico. Crecido en un ambiente multicultural entre Barcelona y Tokio, su sugerente ejercicio
musical destila candencias tribales e ecos indígenas muy adhesivos, junto a una mezcla vibrante entre la alegría de vivir española y el palpitante espíritu urbano de Berlín, ciudad en la que el músico reside y donde se ha grabado el álbum. La [2] Apolo fue, ayer, un oasis de mimbres exóticos y étnicos, en medio del tumulto turbador
de una urbe como Barcelona. El atractivo magma sonoro atrajo,
como no podía ser de otra manera, a un mapamundi en miniatura; porque en la
música de este compositor no hay fronteras. La presentación corrió a cargo de Joe
Chialo, representante del sello Air
Force 1 Records, un alemán nativo de Tanzania, que se expresó en inglés dando cuenta de la abigarrada concurrencia. Del este al oeste, americanos, alemanes,
franceses, latinoamericanos, estuvieron mano a mano vibrando en la misma
longitud de onda. Periodistas incluidos. ¡So excited! Dándolo todo, dando
palmas, tarareando los pegadizos estribillos y abandonándonos a un baile a veces
improvisado, otras coreografiado con los brazos alzados.
Autor de todos sus temas, el intérprete barcelonés abordó en la Sala 2 Apolo siete de los trece cortes que sellarán su primer disco en solitario.
Todos contestábamos a
la proclamas de Álvaro: “Aquí estamos todos bajo el mismo sol". Sacando lo
malo, uniéndonos a su amor y celebrando su debut. Fue un festín, no muy prolongado, una escasa
hora, suficiente para conocer siete de los trece temas que habitaran el disco,
previsto para mediados de junio bajo el titulo Eterno agosto y producido por Simon Triebel y Ali Zuckowski.
El ritual
musical comenzó con su corte Agosto, seis músicos sobre el escenario con sus guitarras, teclados y batería más una profusión de originales
instrumentos vintage (kalimba, ukele, xilofón) y él sintiéndose como un “clandestino”. “I'm gonna
speak a diferents languages today", anunció, ya pueden imaginarse que este artista es
políglota y domina unas cuantas. Y así comenzó
su colorido viaje musical, sintiendo que se paraba el tiempo pero sin un minuto
que perder. Enlazó con Volar, un tema rebosante de energía positiva, para
continuar con una canción dedicada a su Corazón que ya no habla de amor sino
de dolor. Pero el jolgorio seguía porque su vena artística supura mucha alegría. Entre canción y canción se escuchaba alguna
que otra traducción simultánea entre un público afanoso también por entender el mensaje.
Esperándote, fue la siguiente, una apacible
isla de percusiones indígenas. Con el single, El mismo sol, no fueron
necesarias explicaciones semánticas. Todos ya han visto el videoclip, una road movie al más
puro estilo de “Diarios de motocicleta”: Álvaro recorriendo espectaculares
paisajes entre Málaga, Guadix o el desierto de Almería, y viviendo festivos encuentros con los lugareños ¡More fun!
Para recrear una atmósfera multicultural el músico barcelonés se hace acompañar de originales instrumentos vintage.
Tras la euforia del recorrido, llegó Tengo
un sentimiento, tema que de alguna manera resumía lo que estaba sintiendo en
ese momento, y lo hacía con una curiosa letra: un juego numérico de tres cifras se va repitiendo
en todas las estrofas recreando situaciones diversas: “4 colegas me llevan al bar, 7 tónicas y una de gin y 20
razones porque celebrar”. Y llegados a este punto, perdiendo las neuronas con
tanta ecuación numérica, el show se acabó de la mejor manera. El público al
grito de “otra, otra”, esta vez en una sola lengua, el castellano, y Álvaro volviendo al escenario. Coreado repetidamente su nombre, abordó su último tema antes del bis del single. Fue
El Camino, un medio tiempo hipnótico, que le permitió aventurar un juego de
palabras: “Espero que hagáis conmigo el camino”. Pues tengo el pálpito que así
será, y a los hechos me remito. Justo antes de publicar esta crónica, al día siguiente de la noche estelar, llamo al artista para conocer mejor su trabajo, y está ya en
París promocionando su tema que suena en las principales emisoras. Después le
espera Italia y más gira promocional sin fronteras. Sin duda, el futuro está
llamando a su puerta y me aventuro a escribir, que como estamos todos bajo El
mismo sol de Álvaro Soler, este Eterno agosto (2015, Universal) veremos su rostro y
nos engancharemos a su atractivo disco.
La banda que acompaña a Álvaro son Jannis Knüpfer (Bateria), Achim Seifert (bajo), Abraham Yusseff (percusión, marimba), Javier Marinello (Guitarra) y Anneli Bentler ( piano y teclas) |
www.alvarosoler.com
facebook: Alvarosoler/Músico
twitter:asolermusic
Fantastico artículo, entendiendo y reflejando muy bien como es el.
ResponderEliminarUn chico joven, fresco, con los pies en la tierra y con mucho que contar.
Nos encantará que nos cuentes más cosas de el muy pronto