domingo, 11 de marzo de 2018

Gustavo Almeida: "La creatividad nunca me ha dejado en fuera de juego".


Texto: Noelia Baldrich/ Fotos: Gustavo Almeida






De repente, este músico brasileño, afincado en Pontevedra, salta al terrero de juego del gran público con una balada enérgica marcando el mejor gol en sus 12 años de musical carrera. Influencias brasileñas, pop y un sentimiento desenfrenado han sido la estrategia. “Aquí no se vino a empatar, sino a ganar”, con esta mentalidad de ex futbolista del Celta de Vigo, dispara este cantautor libre de marcajes su cuarto disco. El colgar las botas no Fue de repente, una lesión y su pasión por la música, heredada de Ellen de Lima, su mamá, acompasaron en 2002 el cambio. Desde entonces, los partidos dieron parte a los conciertos y una canción vale más que un gol. Su carrera viene avalada por Por si me escuchan (2005), Cabaña (2008) y Desde el coche (2014), un hat-trick discográfico que navega contracorriente a los cánones del recetario popular. Maldita manía de querer a todos encasillarlos. Entre su voz y nuestros oídos existe el Teorema de un corazón que late honrado. “Creo más en mis canciones que en mí mismo”. Se basa en conjugar el verbo sentir aunque sea Basado en nada, con los años tiene grabado aquello de Solo sé que no sé nada y que es la vida quién manda. Así que él, Queriendo querer todo, Mira De frente y se decanta por componer canciones poniendo del derecho el alma para cantarlas en portugués-brasileiro, castellano, catalán o "falando na lingua que fala". Una gesta sonora que Será que vale la pena, todo sueño lo vale y no sirve La excusa del autosufrimiento. Su experiencia como músico le ha cambiado la vida y le ha llenado de historias, A punto de ser padre del ilustrísimo B’Luan, la de Valentín y La Librería, algunas Tras la puerta o Detrás del hilo, las hay Desde el coche, pero todas tocadas de oído y cantadas De corazón. ¿Quién puede resistirse a su ritmo tan sentido, sensual, mestizo que acaricia los oídos? Sobre El escenario este trovador hace malabarismo con su son, ahí están las jam poperas con toque irónico que durante años La Cabaña registró. Si tú quieres mientras esperamos su nuevo lanzamiento discográfico, escuchamos como Gustavo Almeida regatea con Fue de repente (2017, M2 Music Group).





Fue de repente, a riesgo equivocarme has roto con los principios que hay en ti, tus influencias brasileñas.
Puede que sea en este single, pero las hay y en el disco las hay también, y siempre habrá no puedo despegarme de mi esencia. Quizá en Fue de repente más la parte armónica y melódica y, tal vez, tenemos ese tópico del toque brasileño marchoso, samba y Fue de repente de samba poco.

Tambien en portugués, Foi de repente, el segundo idioma más sexual, después del francés.
Sí, el single estaba llegando mucho a personas y músicos del Brasil, así que hubo que hacerla también en portugués.

(Fragmento en vídeo)




¿Alguna versión más en portugués en este cuarto disco?
Otra más. Y lo bueno de ahora que se estén sacando singles es lo que puede ocurrir por el camino. Entonces, no descartemos que haya alguna versión más en portugués, no descartemos que tras Foi de repente, lanzado también en Portugal, tenga que hacer un disco todo en portugués para el mercado de allí y para brasileño.

"Un cantautor muy singular, un fruto raro" ¿sabes quién te ha dedicado estas palabras?
Me suena… ¡ah! Nacho Mañó, el productor. Yo ya era muy fan de Nacho desde Presuntos Implicados como en sus producciones, de hecho, algunas de ellas sabían que me gustaban pero no sabía por qué y cuando leía en el librito su nombre decía: “¡Ah! Claro ahora sé porque me gustaba tanto este trabajo”. Por cierto, aprovecho para reivindicar que en la música se hable menos de números y seguidores de redes y se hable más de los músicos que graban y los productores que están detrás los discos, la gente que está detrás de la cara visible y son tan importantes como el que sale en portada. En este caso y en las demás canciones se nota que está Nacho como productor.

¿Qué ha aportado?
Quizás Nacho lo que ha hecho ha sido direccionar un poco más ese lado variopinto de Gustavo, todo lo de Brasil y todo lo de aquí. Creo que la mano del productor es dar una cara, un carácter a las canciones, aunque ahora parece que los discos pasan de moda y todo son singles, a mí me siguen gustando los discos independientemente del formato, que el artista tenga algo que contar a través de una serie de canciones. No me gusta ni siquiera los EP, con dos o cuatro canciones.





¿Cuántas canciones componen el disco?
Doce. Diez canciones y dos versiones en portugués.

Dices: "Creo más en mis canciones que en mí mismo", vamos a allá ¿de qué hablan?
Siguen la línea de mi primer disco Por si me escuchan pero mejorcito, componiendo mejor a nivel literario como musical, tratando de cantar mejor también. Trato de no ser monotemático de amor y desamor, que al final es lo mismo. Hablan de experiencias de vida, de otros tipos de visiones del fin de una relación como Quién, que hablo desde un tono muy sarcástico, muy carioca. 

Quién ¿la que presentaste en Hit-la Canción?
Exactamente, pero arreglada por Nacho Mañó. Hablo desde ese lenguaje positivo de la vida que siempre he tratado de tener y que intento reflejar en las canciones.

Un tema hace referencia a tu trayectoria “Crucé el Atlántico con botas y recuerdos, sobre la hierba alimentaba mi pasión”.
Sí, la de El escenario es una canción autobiográfica que habla de mi cambio tanto de Brasil a aquí, como del fútbol a la música. Quizás, ¡es verdad! sea mi disco más tontorrón.

Padre, dos hijos…
Sí, pero eso fue en el disco anterior, que fue más educativo. Este es como más visceral.

¿Más "cortavenas"?
Porque tal vez hay cuatro o cinco baladas.

Trabajar con la poeta Carmen Quinteiro, ¿ofrece una visión desde otro caleidoscopio?
Sí, una visión Desde esta orilla, su segundo libro. Sobre todo, ha aportado una manera de expresar en algunos momentos, queriendo decir los mismo con otro lenguaje.






Letras juguetonas, te ha venido bien codearte de cantautores como Andrés Suárez, Fredi Leis, Fran Fernández, Marwan...
Sí, y me vino muy bien participar en certámenes de cantautores, de los que fui finalista y algunos gané, y la relación con esos cantautores que nombraste, y otros muchos que son buenísimos, me ha sumado mucho en la faceta literaria y ese punto irónico.

Acento irónico como en Desde el coche.
Sí, cuando la gente me pide “Cántame tu canción más marchosa” yo les canto Desde el coche. Esa canción tiene mucha marcha.

¡Se ponen a cien por hora!
Hombre, (risas). Precisamente no les hablo de mecánica.

Más bien de química.
Exactamente, sí.

Se aceleran los motores.
Igual alguno no se le aceleran pero ya no es cosa mía (risas). En Brasil hay una frase muy utilizada que dice: “Se queda antes sin el amigo que sin el chiste”. Yo sigo siendo así, en mis canciones no pierdo la oportunidad de soltar una bromita “una picada”. Pensándolo, este disco quizá sea el menos irónico o sarcástico de todos. Lo he traído más para el corazón. 

¿Tenemos título?
Todavía no. Es algo significativo, por un lado tiene importancia y por otro no porque lo que importa es el contenido pero esto marca, será nombrado toda tu existencia. Como mis tres discos han tenido un nombre muy significativo. Por si me escuchas porque era una maqueta, Cabana porque era el local donde he tocado durante ocho años todos los miércoles y un homenaje a los músicos que me acompañaban, y Desde el coche porque fue como un acelerón, sobre todo, en la parte escrita.


En el anterior disco dedicaste B’Luan a tu hijo ¿dedicas una a tu hija en este?

Sí, claro sino Isabella se enfadaba. Tú nunca estarás sola, nadie la escuchado, solo la he cantado una o dos veces, y para mí y para Nacho es la delicatessen del disco.

En la banda de tu guitarra llevas los nombres de tus hijos. 
Sí, me gusta llevarlos en mi camino de manera simbólica, que estén conmigo, porque nunca olvidaré un dibujo que me hizo mi hijo cuando me iba de viaje, puso: “Papá, ¿cuándo voy a poder ir de viaje contigo?”


¿Te acompaña en los conciertos?
No, todavía no, viene a los conciertos cuando son en Galicia, pero vendrá porque toca la batería. 

¿Músico o futbolista?
Futbolista no, no tengo el más mínimo interés. No veo el fútbol muy didáctico hoy en día en algunos puntos. Los niños tienen que romper saltar, jugar… No tiene, con cinco o seis años, que ser un futuro Ronaldo, Messi... y en el fútbol hay mucho de eso. Hizo rugbi, esgrima. Le veo más músico, pero dejemos que sea lo que quiera, que sea feliz haciendo lo que le apetezca.

Marcello Santos, con el que estás trabajado el segundo single.
Es como un hermano, éramos amigos desde pequeño en Brasil y ahora es mi fotógrafo, hace los vídeos, es una persona que está presente siempre para todo. Hablamos todos los días, hizo la portada del anterior trabajo y seguramente va hacer la de este.


Hijo de una dama de la canción, Ellen de Lima, ¿qué consejos te ha dado?
No los da de palabra sino de hechos.
He aprendido de su forma de caminar por la música, de cómo la ha querido y la quiere por encima de todo lo que rodea la música, que muchas veces parece más importante que la propia música, me refiero a redes sociales, glamures, premios. Siempre he visto el amor hacia la música ante todo, ante el circo que rodea este mundo. Creo que hay un peligro y es el efecto Big Brother (Gran Hermano), esa necesidad de ser conocido por encima del porqué eres conocido. Muchas veces se está pendiente de estar presente en las redes sociales, selfies con miles de personas detrás el sold out, un millón de views, de seguidores, el disco es más vendido en plataformas… ¡Ok! guay, pero háblame de cómo ha sido grabar el disco, la mano del productor… Echo en falta eso porque fui educado de manera que primero está la música, segundo está la música, tercero esta la música y luego viene todo el espectáculo que le envuelve. Pero si tú no quieres primero la música la hostia puede ser muy grande, porque vas a vivir en una burbuja.

La querencia a la música debe ser mucha para colgar las botas y colgarte la guitarra. Haznos un breve alegato "fútbol versus música", lo positivo y negativo de cada disciplina y qué habilidades adquiriste en el terreno de juego que te han hecho más resilente en la música.
Sobre todo, el sacrificarse, la constancia. El fútbol es día a día, la gente se queda, otro ejemplo, con el circo alrededor de este deporte, que si el bailecito, que si se peina… pero esos tíos entrenan mucho, intensamente. Messi saca las faltas que saca, no porque Dios le ha dado un don, también, pero, sobre todo, porque entrena, entrena y entrena. Esa constancia sumada a su don da esos resultados.

Esa perseverancia te ha ido bien.
Exactamente, por eso estoy aquí. 

Una carrera de fondo.
Yo lo veo así y ¡bendito fondo! Bendita distancia porque si fuera una carrera de seis metros ¡ok! has llegado y ¿qué queda ahora de la vida? La música es una senda y yo la disfruto, también me pego ¡unos palos!, es normal por caminar por este camino.

De todo el proceso de disco, el momento más disfrutado.
La grabación, los momentos con Nacho en el estudio… Además, yo sabía que sería así. Antes de este disco, he tenido la suerte de estar muy cerca de productores muy top de la música y agradezco los ratos que he tenido con ellos, pero Nacho, a parte que es un amante de la música Brasileña y sabía que entendería mi música muy bien, tiene un lado humano que me ha cautivado. Esos ratos intermedios mientras volcábamos pistas, o acabamos una sesión… han sido ratos de compadreo, de chistes… Ahí donde lo ves, seriecito, es un Champions League de chistes y a parte que es una enciclopedia musical. Es más, reivindico que me gustaría ver un programa de La voz, con todo el respecto a Manuel Carrasco, al que le mando un beso porque es súper cariñoso las veces que hemos estado juntos, a Malú…, a todos los que están ahí, pero me encantaría ver La Voz con Nacho Mañó, Pablo Cebrián, Tato Latorre, Ismael Guijarro, productores, gente que cogen un cantautor en un Libertad 8 y lo moldea sin perder su esencia, sería muy interesante. Volviendo a Nacho yo siempre le decía: “Nacho tú tienes que estar más en la pomada”.

Has tocado en sitios inusitados con la serie Em algum lugar. Una voz, una guitarra, sin enchufes, edición cero, ¿cuál era la finalidad?
Grabé un video delante de la Sagrada Familia, en el Monte de Santa Tecla en Galicia, en Andorra en la nieve con los dedos congelados… Es una excusa para cantar y era una forma de acercar a la gente los sitios por donde pasaba. A veces tengo, incluso lo tengo que controlar, una euforia, un principio de Síndrome de Stendhal, cuando ves un sitio ¡tan bonito! que lo quieres compartir y, a veces, tengo tanta ilusión porque los demás lo vean, que dejo de disfrutarlo yo. También, de alguna forma estaba pensando que el ayuntamiento de tal sitio tendría que mandarme un detalle por hacerles publicidad ja, ja. Era la excusa por cantar y dar algo más.

El síndrome de Stendhal te ocurrió con Galicia, vives en Pontevedra.
Sí, sí, una de las más grandes bellezas que tengo en mi retina es la belleza de Pontevedra.

Para el que viene de Río de Janeiro...
Es una belleza distinta, es verdad. No es por tirar por mi ciudad pero ahí ¡sí! que lloro, ahí sí que me supera la belleza y el contraste del toque del mar con el azul del cielo, la línea del horizonte es una cosa única.

Hace poco volviste a verlo, el 6 de febrero ofreciste un concierto.
Sí, tocar en mi ciudad siempre es una ocasión especial pero esta vez, recién sacado el primer single y en un sitio tan maravilloso como el Teatro de Botafogo, que te sientes abrazado, y con los músicos que me acompañaron, fue una noche muy bonita.

¿Tienes pensado presentarlo en Teatro Principal de Pontevedra, como los tres anteriores?
Es mi ilusión, ya sabes que los músicos vivimos como dice otra de las canciones del disco Entre el cielo y el olvido. Un día sales en la tele y no te cobran el pan y, al día siguiente, te cobran el doble porque ya no se acuerdan de ti. He tenido la suerte de presentar mis tres discos ahí, un sitio que también te abraza, pero, tal vez, este no puedo presentarlo ahí porque se te queda pequeño o a lo mejor tengo que hacer dos o tres días. No sé lo que me depara pero es un sitio que guardo mucho cariño. 

Lejos queda aquel concierto de los inicios donde no hubo Nadie y te sirvió para componer una canción.
Sí, me paso en Madrid de los primeros conciertos que di. Tu vas lleno de ilusión y el del local te dice: “Es que eres buenísimo, te voy a llenar el local, te voy a llamar a la prensa…” Y cuando llegas a tocar dices: “Será la hora, el día, será…” Pero bueno, lo positivo de escribir canciones es que de todo puedes sacar partido y, en este caso, me sirvió para una nueva canción, Nadie.

De frente, ¿los sueños no tienen peaje?
Para nada. Tampoco me gusta el rollo positivismo "chupi guay", y tú no haces nada y tu vida va a ser mejor. Pero es verdad que donde proyectas es dónde acabarás llegando, porque sino proyectas disminuyen las posibilidades, lo tengo clarísimo. Quizás esta velocidad de la vida, ahora mismo, no está quitando la posibilidad de soñar y proyectar las cosas qué queremos para acabar, al final, viviendo de aquello que nos da de comer pero no nos da de comer al corazón.


¿Qué tocas mejor la pelota o la guitarra?
Yo era muy bueno, yo tenía mucha calidad.

Como cantautor, también.
Ahora es más fácil hablar de mí como futbolista porque puede quedar pedante hacerlo como cantante. Pero como futbolista, los que me quieran fichar para alguna pachanga saben que aquí hay equipo. No sabría decir, estoy contento con esas dos facetas de mi vida, es verdad que algo que me faltó en el fútbol, bajo mi autocrítica, lo trato de emplear en la música, que es tener más confianza en mí mismo. Algunas veces, he dudado mucho en el fútbol, en momentos cruciales, a lo mejor, no me han ido mejor las cosas, por esto, trato que en la música no sea así. Bueno trato ¡no!, es que no es así, estoy muy contento con mi obra, con mi camino.

"¡No hemos venido a empatar, sino a ganar!"
¡Hemos ganado ya! Lo que decía antes, no sabemos cuándo nos vamos a ir de aquí, entonces, qué vamos a esperar, a qué gane un Grammy y que mi vida valió la pena, que el camino que hice es el bueno. ¡No! el camino que hice es el mejor que he podido hacer y, cada vez, voy tratando que mis pasos sean los mejores que puedo dar, independientemente del lugar que ocupes en el ranking de los seguidos en Twitter, ja, ja, porque, de lo contrario, todo parece que es un pódium. 

Hablando de cantar, te gustaría con Alejandro Sanz.
Hombre, con todos aquellos que admiro, pero, sí que con Alejandro he tenido que tratarme. Un día mi madre me cogió todos los CD de Alejandro y me los escondió. Y es algo que yo también defiendo. A todos aquellos que empiezan y les gusta mucho un cantante (Ismael Serrano, Gustavo Almeida) y los escucha en exceso, llega un momento que hay que dejar a parte sus discos, para dejar sitio a su propia personalidad y que se sumen cosas.





Dejar sitio a Carlos Gustavo de Lima Pereira de Almeida.
Por supuesto, todos los seres humanos pasamos por la vida y con nuestras acciones dejamos algo al mundo. Ser yo es mi regalo a la vida, lo que la vida me ha dado, esa suerte de vivir de algo que me apasiona y poder trabajar en algo que me motiva. Lo mínimo que puedo hacer para agradecerlo a la vida, es ser yo sumado a todo aquello que ido metiendo en mi disco duro.

Complicado bautizar el disco, siendo tan visceral, tan tú.
Sí, por eso no quiero llevarlo a la ligera. La creatividad nunca me ha dejado, nunca me ha vendido, nunca me ha dejado en fuera de juego. En el momento más crucial siempre ha aparecido.

¿Las musas hay que trabajarlas?
¡Hombre! Y ¿qué hay que hacer para trabajar? ¡Vivir! Pero vivir no es móvil, coche, rápido, ordenador… Vivir es relacionarse, conocer, equivocarse, reconocer el error, todo eso.

¿Qué te gustaría que ocurriera con este trabajo?
Lo extendería a cuál es mi sueño. Siempre digo que mi sueño es seguir la carrera de mi madre. Va a cumplir ochenta años sigue cantando y es una persona muy respetada en Brasil y siempre a alimentado a sus hijos con lo que ha ganado de la música. Ese es mi sueño. Lo que va a ocurrir con este disco, ojala que todo lo bueno que ocurra me sirva para hacer un quinto disco todavía mejor. Tocar en mejores sitios, encontrarme con más gente, porque al final es fruto de un buen trabajo.

¿Habrá colaboraciones?
“Surprise”, para que me tengas que hacer otra entrevista.



www.gustavoalmeida.com
Facebook: Gustavo Almeida
Twitter: GustavoAlmeida9


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