jueves, 28 de noviembre de 2013

Nolasco nos trae 'Nuevos atardeceres'

Texto: Noelia Baldrich  Fotos: M.Baldrich / Nolasco


Sobran los motivos para la revolución, para abrirle todas las puertas a este cantautor del sur y bailar a su son. Viene a presentarnos su quinto trabajo discográfico bajo la producción de su compadre, Pedro María Peña, maestro de la guitarra flamenca y puedo dar fe, tras escuchar la propuesta, que se cumple aquello de cuando el río suena…
Nacido en El Viso de Alcor, este artista sevillano que tenía en seguros el futuro cubierto decidió buscar en los bares las grandes verdades, y cantando a Las cosas pequeñitas dio el cante. Cómo te dé la gana (2007) fue su debut y le supo a muy grande. Fue tal el éxito cosechado que, desde entonces, decidió cosechar su sino por la vereda de la creación. “Todo lo que siembras en esta dichosa vida recogerás” dejó grabado en 12 noches en blanco y un final por escribir (2008). Y fueron tantas las noches de arte con la boca partía de cantar por bulerías que, por fin, aprendió hacer prisionera en una canción a la Inspiración. “Vivo a contramano por calles sin sentido que luego se ordenan rumbo a mi destino”. Buena definición para el que Comunicando sobre un escenario nada a contracorriente esquivando a la tecnología intermitente. “Apagar la tecnologías y encender los cuerpos” ese era el lema de su trabajo Off (2010). Encendidas las musas y haciendo el amor con su guitarra encontró nuevos acordes que “abracadabra” cuadraban. Fue un mensaje universal que le llevaría un año más tarde a encontrar El Color de la Felicidad (2011), su cuarto trabajo discográfico.

Ahora, que es el Futuro imperfecto y la vida está llena de Contradicciones, vuelve para traernos costuritas de una vida, paisajes del corazón. “No me canso de decir lo que pienso y Volveré a vestirme de colores, volveré a tirarme por los suelos para volverme a levantar”, son las letras de sus canciones vestidas de esperanza y, también, de “quejíos” flamencos como en Abre las puertas Triana. Dice que de un chispazo sincero nace una canción, Bulerías de un tren es esa chispa donde viajan ritmos del sur y el sonido metálico de un buzuki. Este tren se marcha ya: “chu-cu-chá, chu-cu-chá, pasajeros con destino”. Vamos a ponernos trascendentes y preguntarle a este cantautor por el suyo.

"Nolasco, solo quiero conocer Un poco más de ti, que me hables claro, que me digas de qué palo van tus tormentos, si ves el norte en tu firmamento. Y si vas a ir por las calles de la tontería, que no llevan a ningún sitio ¡anda que te den un Corte de pelo! para poder ver tus ideas, tus pensamientos, tus versos, sencillamente lo que eres, la poesía de tus Nuevos atardeceres. (Las cosas pequeñitas)".


Nuevos atardeceres, es el quinto trabajo de Nolasco. 9 temas, donde encontramos tangos, una bulería y una balada. Cada corte es un mensaje por descifrar.

Nolasco ¿has pasado por el barbero antes de venir?
Creo que es la etapa de mi vida que llevo el pelo más largo, contradictoriamente, ja, ja.

Es que quiero que me expliques sobradamente los motivos para la revolución de Nuevos atardeceres.
El título del disco ya es significativo de la etapa que estoy. Cuando busqué el nombre intenté ver el espíritu que había metido dentro, y cada canción me resultaba como un atardecer, como un momento de encuentro con uno mismo, el momento más placentero del día, cuando el sol ya no te molesta en la cara y te invita a la reflexión. Es el ocaso de tu energía pero el principio de tu divagación, de tu creación, de tu composición. Es la conclusión a la que llegué a pesar que el corte Nuevos atardeceres lo compuse después de dar nombre al disco.

Abre las puertas Triana ¿qué puertas abres tú en este álbum?
Es una vuelta a los principios pero recogiendo cada una de las experiencias de los últimos trabajos, es como la consolidación de mi estilo. Los anteriores discos he experimentado, me he salido de la línea en la que destacaba, en la que me caracterizaba y me dio popularidad pero, también, creo que el cantautor tiene que estar comprometido con su carrera y, por supuesto, tiene que ser arriesgado y buscar caminos nuevos. Podía haber intentado hacer cinco discos como el primero y haber repetido la fórmula de Las cosas pequeñitas y hacer cincuenta parecidas pero creo que me hubiese ahogado.

Predominan las costuritas flamencas en un traje de una colorida sonoridad.
Sí, está siendo el primer comentario sobre el disco, es más aflamencado. En cualquier caso no ha sido intencionado, sino que corresponde a una necesidad de mi instinto, necesitaba hacer eso otra vez. Ha sido como “venga voy a hacer lo que mejor se me da, y más a gusto estoy” y he caído aquí. Este quinto disco es una vuelta a los principios pero con la madurez de ahora en las composiciones. Las letras no son mensajes en vano, el amor típico, sino que detrás de cada canción hay una historia que lanza unos mensajes. Por ejemplo, el primer corte Abre las puertas Triana, no estoy cantando al barrio de Triana. Para mí, Triana es símbolo de pureza y el tema refleja mi nostalgia por la pérdida de valores. No estoy tan de acuerdo con la crisis económica, sino más con una crisis de valores. Hay una falta de respuesta por parte de la gente, pasan cosas pero la gente no sale a la calle, solo sale a la calle para celebrar un partido de fútbol o para celebrar otras estupideces. No cuando se están riendo de nosotros los políticos o cuando están convirtiendo el sistema judicial en un laberinto, a sus conveniencias. Ese tema es como decir “ábreme esas puertas de pureza, de cultura de solidaridad verdadera”, aquella que pasándolo mal tu vecino le das de comer de tu olla, no cuando tienes una fortuna y montas un rastrillo benéfico para lavar tu imagen. Defiendo esos valores y, por supuesto, que cuando el río suene las calles bailen.

El cantautor del sur, que detesta que le etiqueten "las etiquetas son para el Corte Inglés", recoge los aires aflamencados de los inicios y los mezcla con sonoridades nuevas para dar a Nuevos atardeceres un swing propio. 
Contradicciones de una vida, cantas: “Hay que ver como es la vida que parece de verdad”.
La vida está llena de contradicciones. El principio del tema es significativo: “cuando más te lo crees, menos eres, cuanto más pides menos tienes. Quisiste decir y no dijiste nada y yo quise quererte pero se me olvidaba”, ja, ja. Contradicciones permanentes.

¿Dónde está la contradicción en “lo que no importa se olvida”?
Esa es la única que no es. Entre tanta contradicción…

Una lucidez.
Sí, ja, ja tenía que decir alguna verdad sino el tema no llegaba a ninguna parte.

Costuritas de una vida y paisajes del corazón. ¿Tu corazón es esclavo de algún Futuro imperfecto, de un amor “si hubiera posibles”?
Todo lo contrario. Lo que he hecho en ese tema es crear una conjunción verbal que no existe. La pregunta “si hubiera” hecho eso o lo otro no tiene sentido. Cuando uno se plantea esa cuestión es porque estás en el sitio que no quieres estar. ¿Y si “no hubiera hecho”? Tal vez estaría en un sitio peor. No hay que preguntarse “si hubiese” porque siempre el futuro es imperfecto. Es una pérdida de tiempo. Absurdo.

Solo somos presente ¿cómo es el tuyo?
De muchísima actividad. Estoy comenzando otra vez a componer.

Si recién estás presentando este trabajo.
Siempre lo he hecho así, durante las grabaciones de los discos ya compongo para los siguientes, por necesidad. Pero con este he atravesado una etapa de sequía creativa, me he quedado como vacío por completo, ¡había soltado tanto! Ahora estoy empezando a escribir de nuevo, a crear melodías que estarán presentes en los próximos.

Tanto has soltado que te ha quedado un Corte de pelo muy “soulero”.
Sí, es como un swing.

En Bulerías de un tren pones a tu compadre, Peña, acariciando un buzuki.
Es una guitarra griega, es muy utilizada en Turquía y tiene un sonido muy árabe. Lo curioso es que mi socio, Peña, nunca había tocado un buzuki. Mis bulerías siempre son muy extrañas y concretamente esta comienza como si fuese una película de Tarantino: flashback, situaciones que van para atrás. Lo que intento es producir un salto en la mente del que la está escuchando. Y el final del tema es recrear una escena de lo más recurrida, la típica despedida del tren en la estación. En realidad no es una historia de amor, habla de las oportunidades de la vida, de que cada tren es una oportunidad y que dentro de cada convoy hay muchas variaciones. Depende del vagón en el que te montes puedes llegar a un destino u otro. Cuando elijas sé consciente que cada decisión lleva a un sitio y, aún así, dentro de esa vía se abren muchas ramificaciones.

¿Qué te ha dado por abrir ramificaciones con la aristocracia británica para grabar el videoclip?
Ha sido un accidente conveniente. Ha sido cuestión de química. Mi otro compadre, Chico, que conoce mi parte rockera, me presentó a Sammy Taylor, hijo de Silvio, el rockero por excelencia de Andalucía y de una aristócrata inglesa. Sammy, vocalista de la banda Los labios con Charlie Cepeda y Álvaro Suite, vino a España a buscar sus raíces paternas. Me lo presentó y se produjo una explosión de conexión. Crea videoclips en una noche.

¿El vuestro también?
El nuestro le dio más quebraderos de cabeza. Tiene una estética muy anglosajona. La idea era coger recursos estilo David Lynch, y mostrar Triana en coche y en blanco y negro, pero la idea no me convenció. Al final decidimos meternos en el estudio e improvisar. Y surgieron ideas como las sombras de las niñas bailando, de hecho ellas vinieron a ver el videoclip y no sabían que iban a participar. Los niños, sí. Quería que estuvieran por el vínculo de estos con la pureza. Hemos conseguido lo que queríamos, alejarnos de la estética del sur. Es totalmente diferente a todos mis videoclips. El tratamiento de la imagen, mi pose más canalla, sinvergüenza.

La naturaleza, muy presente en el disco.
¿Si te pregunto “cómo suena tu corazón” me regalas la camiseta?
Sí, ya está el concurso puesto en marcha. Eso fue otro momento improvisado del vídeo. Me fui cambiando de camisetas a mi estilo, porque no me gustan los estilistas, son un gasto de dinero absurdo y no me gusta que me digan cómo me tengo que vestir.

Jordi Pujol también prescindía de los asesores de imagen.
¿Si? Le saco dos metros por lo menos pero bueno, ja, ja. Total que buscando recursos una niña propuso que saliera yo sin camiseta solo con un chalequillo. Una idea que no me gustó: “¿qué soy yo Freddie Mercury?” Ja, ja. La idea me parecía fuera de mi ámbito, total que, al final, cogí una camiseta que me gusta mucho pero que no me ponía y decidí que en el momento que digo “como suena tu corazón” romper la camiseta como símbolo de esa ruptura. No la camisa, que es una expresión gitana, la camiseta. Una vez rota dije “esto para mis fans”.

¿A qué se refiere la expresión gitana “Me parto la camisa”?
La camisa se la parten los gitanos cuando están en un momento de éxtasis. Cuando se produce un momento de arte muy grande en una fiesta, en una boda, en actos importantes y ocurre algo sublime, trascendental, ellos se rompen la camisa. La canción de Camarón Yo me rompo la camisa va por eso. Me pareció una falta de respeto romper una camisa porque no soy gitano, ni partícipe de sus costumbres, cada uno tiene su folklore y sus ideas. Pero romper la camiseta era algo más irreverente, más rockero.

Con todos los respetos, un momento en que “te hayas roto la camisa”.
La verdad es que hay muchos momentos de esos. Sobre todo en los conciertos cuando estamos con la gente del grupo y a lo mejor en el “after party” hay unas copas y surge algo de verdad improvisado… Pero el último momento potente, potente, ha sido encima de un escenario. Estamos agotando el repertorio del disco anterior, con un mes de noviembre y diciembre lleno de conciertos casi a ritmo de verano, entre once o doce galas, y estamos introduciendo de manera improvisada nuevos temas porque necesito aire nuevo.

“No me canso de cantarte mil canciones vestidas con esperanza…” ¿de qué se cansa Nolasco?
De eso, de hacer siempre lo mismo, repetir repertorio, me está pesando un poco. Por eso, en estos últimos conciertos introduzco nuevos temas, por sorpresa, sin estar ensayados ni nada y se sube el que pueda y el que quiera, ja, ja.

¿Del público?

No, dentro de mi tren se sube la gente de la banda, que no está ni avisada. A improvisar. El último día hice el tema nuevo Volveré y si lo hubiésemos ensayado no hubiera salido mejor. Nos inventamos un final, hicimos unos cortes que no estaban estudiados… y remató el concierto. Nos miramos y dijimos ¡joder!

Finalizando la gira de su anterior trabajo, el sevillano se pasó por Barcelona para promocionar el nuevo álbum.
¿Qué escenario no te cansarías de pisar?
Hay un escenario que tengo muchas ganas de volver a pisar. Me gustan mucho las salas porque existe algo que te envuelve, como vibración en las paredes, y me gustaría mucho volver a pisar el Teatro Lope de Vega, en Sevilla. Esa noche fue increíble y “la bombonera”, como le dicen allí, tiene algo especial que cuando pisas el escenario aunque sea para los ensayo dices “uf, aquí pasa algo”.

¿Y uno que te gustaría conquistar?
Tengo muchas ganas de viajar con mi música por otros países. De hecho este año hemos actuado mucho en Portugal. Estuvimos en la Feria del Caballo, luego en Lisboa…pero me gustaría más.

Artista que te duermes con Coldplay y te despiertas con Bambino.

Sí, Bambino ese gitano de utrera que no cantaba convencionalmente, lo suyo era folklore. Era el Bunbury gitano, una leyenda que está influenciando muchísimo a las generaciones que están haciendo nuevo flamenco y demás

Con gustos tan universales ¿qué canción te gustaría que te cantaran al oído?
Si es al oído que me cante Sade. Aunque mi canción preferida es otra, Maybe tomorrow de los Stereophonics y además la llevo tatuada en el cuerpo.

¿Cuántos tatuajes llevas?
Cuatro o cinco, soy un tebeo, ja,ja.

Pues conozcamos Un poco más de ti, Nolasco ¿Qué consejos te sirven de guía?
La templanza en los momentos difíciles, la experiencia no tiene que ser un grado sino un vehículo para no caer en los mismos errores.

Un libro.
Cometas en el cielo de Khaled Hosseini. Está ambientado en el Afganistán de los años 70 y 80. Es un libro que enriquece mucho. Te abre la visión a una cultura muy castigada por los prejuicios, la cultura afgana.

Las cosas pequeñitas qué te hacen feliz.
Me hace feliz el día a día. Levantarte y decir “otro día”. El vivir, no esperar las fiestas de turno o el fin de semana, la ocasión especial para comenzar a disfrutar y que se puede convertir en el error de tu vida. Simplemente levantarte y ver que te gusta tu trabajo, tu vestimenta, lo que haces, como te comportas… pues ya está, no hay nada más que hablar.

¿Algún significado especial el colgante que llevas?
Es un reloj. De momento tiene pilas pero estoy deseando que se pare porque no me gusta llevar relojes. El día que me lo compré pensé el día que se pare estaría de puta madre porque sería el tiempo parado cerca del corazón. Sería como un símbolo, cosa de cantautores.

Aún guardas la guitarra diminuta que te regaló una fan.

La tiene un ahijado mío pero siempre estará a buen recaudo. La guitarra me hizo mucha ilusión y sé que los regalos no se regalan pero, meses más tarde, nació el hijo de mi compadre y como fui el padrino me pareció muy significativo regalársela. Tiene un valor real para mí, más que el económico. En realidad el regalo lo sigo teniendo porque a mi ahijado lo voy a tener siempre. Es un regalo que se multiplica por dos.

Sigue siendo la noche y el mar cómplices de tus musas.
La naturaleza en este disco ha sido fundamental como se ve en la portada. Lo hemos grabado en casa de mi hermano, en casa de mi socio y en Brenes. En tres o cuatro sitios, hemos sido un comando itinerante. Como tenemos las máquinas nos hemos ido desplazando en el sitio que nos hemos sentido más a gusto. Pasamos un poco de los estudios.

Tus trabajos suenan a directos.
Sí, lo importante es que tengas algo que reflejar, un talento, una creatividad, cosas que mostrar, no la tecnología con que lo haces. En ciertas músicas la tecnología influye mucho, como en el rock con las guitarras eléctricas, distorsiones con mucha presencia donde el sonido es muy importante, pero a mí me gustan grabaciones antiguas de grupos, las actuales están demasiado brillantes y, a lo mejor, no transmite siquiera. Escucha tal vez un disco de Triana de hace treinta años y la calidad de la grabación no es buena pero ¡joder! te transmite mucho. Nosotros perseguimos eso, que haya verdad en la grabación. Que estemos a gusto no metidos en una pecera ¡que no somos peces! En este disco no hemos estado con un cristal por delante sino con las energías de los otros contaminándonos.

En ese proceso cuando sentiste un pellizquito en el corazón.
Uno muy especial fue al grabar las voces en la casa de mi socio porque su mujer, Carmen, estaba a punto de dar a luz. Cantaba por las noches, cuando la voz está abierta, mientras ella estaba acostada en la habitación de al lado donde estábamos grabando. Me hizo ilusión pensar que mi ahijada estaba escuchando eso desde la barriga.


Nolasco, durante la entrevista, vive un momento de "verde esplendoroso", como, seguramente, le gustaría definirlo. 

Cómo te dé la gana recítame alguno de tus versos.
“Ahí viene la inspiración,
no te deja ni un momento,
no tiene compasión,
la reina del desierto
de tu creación.

Ella es libre y pasajera,
te enredará en su tela
y se irá sin decir adiós,
como la vida misma.”

Hay algún tema que te ha hecho pasar 12 noches en blanco y un final por escribir.
Agua, aire y fuego.

¿Cuándo Nolasco está 0ff?
Pues en aquella ocasión…ja, ja, es curioso porque estaba sin luz en la casa y estaba componiendo el tema Off.

Mágico.
Sí, la gente se piensa que el principio es inspiración y es literal: “mi casa está en off me han apagado por falta de pago”. Es una metáfora como diciendo lo importante es tu interior, lo verdaderamente vivo. Lo compuse con las luces apagadas y mis velas.

¿El color de la felicidad que tonalidad tiene para Nolasco?
En ese disco defiendo que es de mil colores, pero es curioso porque a pesar de llamarse El color de la felicidad lo compuse en un momento muy complicado, de los últimos cinco años de los momentos más difíciles. Fue un año de perdidas muy cercanas, la de mi mejor amiga, la de mi tío, por el que me llamo Nolasco. Fue un momento que estaba por los suelos y la mayoría de los temas están imbuidos de eso. Me gusta porque es como decir “no tengo que contar penas a nadie siempre hay algo que puedes subrayar y sacar partido.

La felicidad actual ¿qué color tiene?
Es un verde fluorescente como la camiseta que llevo ahora.

¿Dónde se encuentran esos Nuevos atardeceres que te proporcionan caricias divinas donde creas tus poesías?
Ahora mismo cada vez que viajo porque se funden dos cosas: la espectativa que me crea cada vez que voy a un concierto y al llegar al sitio que, por norma, está atardeciendo. Creo que este último disco me está contagiando de cosas muy positivas.

www.nolasco.es

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