Brindando con Kevin Costner

Texto: Noelia Baldrich   Fotos: Mireia Baldrich.

Kevin Costner, que estrenará en el cine
Black and White, ayer en su papel  de 
cantante de country rock.

Brindó un concierto de respetable country rock, con aura hollywoodiense para terminar saboreando junto al público un espumoso catalán de las cavas Juvé&Camps. El actor, director y productor Kevin Costner recaló anoche en el Festival Jardins Pedralbes para dejar patente que se desenvuelve también con soltura en el papel de frontman junto a su banda Modern West compuesta por seis músicos –guitarras, bajo, batería y violín-. Su interpretación musical carece de ese séptimo arte que demuestra en el cine pero su físico esculpido con arte, su carisma personal, y sus dotes de seductor junto a unos músicos de raza americana sonaron a melodía celestial. 

Kevin Costner&ModernWest han publicado cuatro álbumes: Untold Truths(2008), Turn It Out (2010), From Where I Stand (2011) y Famous For Killing Each Other (2012) 

Sí, su voz no pasará a la historia por ser de Oscar pero las veladas de sus conciertos harán historia entre el público. A las 22:10h aparecía sobre el escenario la star flanqueada por sus pistoleros formando un front row que recordaba a una secuencia de su película, Los intocables. Ataviado con jeans, camisa negra y camperas sonaban los primeros acordes del tema Red River que presagiaban una noche épica para un público que en los primeros compases parecía absorto ante la presencia tan próxima de El guardaespaldas más famoso que ha dado el cine. 

Modern West está formada por: John Coinman, letrista y guitarra; el bajista Blair Forward; Teddy Morgan y Parque Chisolm, guitarras, Larry Cobb, batería; y al violín Jason Mowery.

Deslumbró, no sólo por la cercanía física, sino, también en el trato que prodigó. Kevin -permítanme la licencia después de una noche en la que todas estuvimos bailando con el lobo- se mostró afable, contento y expresivo a pesar de no dar ni una sola nota de español. Era la segunda vez que actuaba en Barcelona, habían pasado cuatro años de su concierto en el Palau, y mostró su predilección por ésta “legendaria ciudad”. Fueron casi dos horas de concierto donde recorrieron sin prisas piezas de sus 4 álbumes publicados. Y digo sin prisas porque el actor se detuvo en más de una ocasión para explicar el argumento de sus historias musicales. 

Una sonoridad al estilo de la John Mellecamp

Así comprendimos que 90 Miles, es el relato de su vida; 500 Nations, la metáfora de una América dónde todo es “suficiente”; Alive in the City, una invitación a vivir el momento y Cleo at the wheel, la búsqueda de identidad de cualquier mujer. Si algo sabía anoche Kevin era que las mujeres buscaban acercárse lo máximo, así que, como buen fabricador de sueños puso un final feliz a su filme sonoro. 

Costner brindando al final con el público 

Antes de que sonaran los bises, los guardaespaldas levantaron la veda y por instrucciones de Robin Hood, el público se levantó de sus butacas y se empotró literalmente al escenario. Escuchamos a sus pies Hey man y Mr. Tambourie man, de Dylan.  Lo pudimos tocar y hasta brindamos con él. Resultó ser un ídolo con pies de humano. 

El carismático actor sedujo con sus gestos,
 su mirada arrebatadora y su sonrisa seductora.

Aires de tradicional country americano se respiraron en uno de los pulmones de la capital catalana: Los Jardines de Pedralbes. Todo sonaba muy épico y poético y es que no faltaron esos detalles que hacen que todo suene redondo.

Modélica organización la de Concert Studio, una seguridad que se aseguró de que se cumplieran los sueños, un festival de cartel y carta exquisita con los Hermanos Torres en la gastronomía y el cantante Kevin Costner brindado en el Palacio Real con Juvé&Camps. En definitiva, una cata sonora de genuino maridaje que nos dejó un buqué excepcional.

Concerts Studio, organizador del Festival Jardins Pedralbes, ofrece un acontecimiento musical único en Barcelona. Con un cartel de renombre internacional , una oferta gastronómica de estrella, en un oasis bucólico dentro de Barcelona convierten este festival en un proyecto único, con D.O propia: DO, dando la nota.