sábado, 12 de marzo de 2016

Deparamo: "La música con límites es un error".

Texto: Noelia Baldrich / Fotos: Deparamo







-“Papá ¿qué es rendirse?” –“No lo sé hijo, somos músicos y la música no tiene límites”. Máxima que atomiza el juicio de este pianista transgresor que revoluciona con un show rompedor. Una especie de Bohemian Rhapsody compuesta por una pirotecnia de hits clásicos contemporáneos y nuevos, como Stop&Love, ensamblados con una sinfónica, una banda, un dj, sonidos electrónicos, voces, proyecciones visuales y en donde un poderoso piano tuneado lleva la voz cantante. “Esta reinventando la música”, ha dicho de él la soprano Barbara Heindricks. Cierto es, porque que una mujer 60 años pase de dar las palmas con Manuel de Falla y acabe bailando techno pasando antes por el pop de Michael Jakcson y el rock duro de Queen, en el Auditorio Manuel de Falla de Granada, es de traca. Su trepidante espectáculo abandera generaciones de música, como una yukebox de todos los tiempos en formato medley. Bien lo resumen sus seguidores: "Después de su show siento haber escuchado la banda sonora de mi vida" o “Es mi lista preferida de spotify”. Pero no se engañen, reconocerán todos los temas pero una puesta tan innovadora, espectacular y con tantas notas no la han visto antes. La aventura musical de este músico granadino, afincado en Barcelona, reza en su disco: “If you have a dream go after it and don’t stop until you get it”. Tenía un sueño a lo Peter Pan -un surrealista pentagrama - que tomó alas el día que, sobre la cama y bien despierto , le dijo a su esposa: “Mañana es el día de dejar el banco” Sí , porque a pesar de que este compositor autodidacta dio muestras de su don de oído con apenas 7 años, frente a un antiguo piano familiar, tuvo que recorrerse la facultad de derecho, licenciarse en la universidad electrónica de la noche, y hacer un máster como gestor de banca privada antes de hipotecarse el futuro en su efervescente concepto musical .Y digo hipotecarse porque lo que le deparó su alocada pero meditada decisión fue, a primeras, un inversor a la fuga, un parto adelantado y un préstamo ICO que otro banco le concedió. Ahora bien, una vez trazada su ruta musical ni una traba, asegura que la música le ha quitado todos los dolores de cabeza. Tiene la mente muy bien estructurada, con visión empresarial y una amplitud de miras internacional. No se casa con ningún estilo, solo lo ha hecho una vez con la estilosa Greta de los MTV Awards y como maestro de ceremonias en una boda regada con cava. El rega su propuesta con clásico, pop, rock, tecno, trance, dupstep; un balanceo estilístico de sonoridades contrapuestas y partituras taquicardicas que laten en su piano provocando una escalada emocional que acaba en un crescendo épico. Turn it up. Nadie se queda clavado en las butacas: palmas, coros, saltos, contorneos, un status colectivo que pierde la compostura -que no el ritmo- entra en trance y se acopla al show vibrante. Sobre las tablas un éxtasis, una comunión de 30 músicos poseídos por el canto de este loco que sin palabras afina un Poem without words. Es una máquina o un Metallica de las teclas, un robocop de Titanium, un showman que se cambia sobre el piano para dejar patente que en esta celebración todo sorprende. Cuando esperamos lo inevitable sucede lo inesperado. Nada ocurre donde te lo esperas ni cuando te lo esperas. Deconstruye para construir una sonoridad inédita, que diría un gurú de la gastronomía. Su cocina musical es la moto o la ducha donde hierven sus mezclas. En América ha empezado a servirlas. Hizo su entrada a lo grande en Miami, con Pitbull, ante 200 mil personas, dando las campanadas. Una pasarela que espera que le lleve en un futuro a liarla gorda en Las Vegas y a vestirse con smoking en el Albert Hall de Londres. Mientras es embajador de Musicathon de SEAT España, un concurso en busca de talentos para crear el sonido de esta marca. Su marca es la libertad al servicio de la creatividad. Ventanales de ingenio y genio que Deparamo abre en Music has not limits.



El pianista Miguel DEPARAMO con su efervescente espectáculo en las fiestas del Pilar, Zaragoza.



¿Por la sinfonía familiar pondría Deparamo límites a su música?
Sí, lo más importante para mí es la familia, lo primero. Pero si es cierto que hay que saber compaginarlo, el apoyo es fundamental. También creo que esta música, este trabajo, este proyecto, hace feliz a mi familia.

Greta, como el Red Bull, ¿te da alas?
Siempre, ella a mí y yo a ella. Ha sido fundamental, no solo ahora que se puede decir que es fácil porque está todo en marcha, no digo consolidado porque eso ni al 1%, pero para dar el cambio fue fundamental, su apoyo fue ultra necesario.

¿Muy necesario para un músico Peter Pan?
Sí, sí, yo soy super Peter Pan, de hecho, mi película favorita y la de mi hijo es Peter Pan. El otro día le comentaba en broma: “Me quiero tatuar algo de Peter Pan”, y me decía: “¿Por qué no te haces un barco pirata en el pecho”. Imagínate la locura de él. Me considero muy Peter Pan en ese sentido, en lo que tengo que ser Peter Pan, pero muy maduro y concienciado en lo que hay que estar para que no se te vaya la cabeza, para seguir. 

Un Peter Pan estructurado tras pasar por un banco.
Me gusta que me comentes mi etapa en el banco. Dejé aquella etapa, ni buena ni mala, porque le vi un límite: “¿Qué hago aquí?, ¿Dónde estoy?” Hay una frase de Walt Disney genial: “Pregúntate si lo que estás haciendo hoy te acerca al lugar en el que quieres estar mañana”. Ahora estoy, como mínimo, en ese camino lo que pasa es que estoy aquí (pone la mano a ras del suelo) de lo que puedo llegar a ser. En cambio, en esa etapa en el banco no le veía ningún sentido.

Tienes un Peter, Miki, al piano, y una Pan, Julia, a las maracas. 
Ja, ja, estoy montando una banda por si me falla la mía (risas).

¿Dan muestras de las mismas cualidades de aquel Miguel de 7 años tocando un viejo piano familiar?
No lo sé, no lo sé. Tampoco yo tengo unas cualidades excepcionales, tengo las cualidades que tengo como músico, como compositor, hay pianistas mejores, hay diferentes. Lo que sí sé es que con mis cualidades estoy disfrutando la música cada día y me da la posibilidad de haber montado este espectáculo. Pero, también, siempre digo que me considero más creador del espectáculo. La palabra productor suena muy empresarial, pero, es más producir, crear, estoy continuamente queriendo crear y hacer más, a parte de ser pianista. Me lo paso super bien en el escenario, pero te aseguro que me lo paso mejor montándolo. Ahora bien, cuando subes al escenario es una hora y media que no se puede comparar con nada.

Es habitual, sobre todo, en el show ver al músico sobre el piano.
Me negarás que tienes un duende en el oído, tocando tan pequeño y sin partituras.
Sí, mi fuerte es el oído, el sacar la melodía y el saber con qué melodía se puede acoplar la siguiente. Es como si fuera un dj, los hay buenos y malos. Tengo muchísimos amigos dj, y de los buenos, que dicen que saber que tema funciona en cada momento es lo que hace que ese dj sobresalga. Creo que eso ha sido lo que ha hecho que el espectáculo funcione, porque, al fin y al cabo, no son covers, es jugar continuamente con la sensibilidad de las personas, esa es la clave. Hace un momento estábamos aquí, he tocado un poco dos “tonterías” y a Merche le han llegado hasta el punto de emocionarse, y son dos temas que los has oído toda tu vida pero la música son sensaciones y si tocas esa fibra…

Hablando con Toni Peret y Mike Platinas, dj’s creadores del Max Mix, comentaban las travesuras sónicas con las que innovaron ¿qué juegos sonoros te permite el piano?
La armonía que tiene el piano es espectacular, lo único,que le falta al piano es poder aguantar las notas. Con la voz, cuando cantas una canción como Tittanium, de David Guetta, por ejemplo, sostienes “tittaaaaaaanium”. Eso no lo puedes hacer con el piano, en un violín, sí, te puede aguantar la nota el rato que quieras, por eso te tienes que apoyar en el violín. El piano lo que te da es la posibilidad de coger todos esos instrumentos e ir guiándolos, ahora cojo vientos, electrónica… La electrónica siempre ha estado relacionada con la noche pero es un tipo de música que se acopla a todos los géneros y eso permite incluso que la gente joven se acerque a la clásica, a un auditorio, a ver un pianista que está tocando con una sinfónica.

¿Cuál es la tecla para saber qué temas y de qué género casan?
Es muy heavy, pero lo que has comentado de la ducha es ahí donde cocino las ideas. Ahora hace un año que no tengo moto -soy muy motero y ya caerá una Hardley cuando Miki sea más mayor- pero conduciendo son momentos que estás como “out” y ahí “pam” me vienen muchas ideas. Entonces, ¿encontrar cuál va a enganchar? No lo sé, es la que a mí me apetecería que entrara en ese momento. Es como la sensación de estar en una discoteca pensando que gustaría que sonase tal tema y si se da la casualidad que el dj la pone, te vuelves loco. Pues imagínate, elucubrar: “Después de esta va entrar Bohemian Rhapsody y no se la esperan”, y entra y se cae el teatro. Jugar con ese factor sorpresa, y cambiar de estilo, de un rock a un dance, me ayuda mucho conseguir esa montaña rusa de sensaciones. Pero decirte como lo encuentro ¡buff! no lo sé.



En el Teatro Manuel de Falla, de Granada, el granadino desplegó todo el arsenal "technosinfónico".



¿Cómo encontraste la semilla del espectáculo?
Me licencio en derecho, me colegio, todo, y voy compartiéndolo con piano y música electrónica. Voy tocando en clubes pequeñitos, más grandes, super bestias, como Amnesia de Ibiza, me voy a Punta Cana, Cabeza de Toro, todo muy noche. Aprendí mogollón, aprendí lo que realmente es espectáculo, lo que son las sensaciones del público, un público que no está tan atento como un teatro, está más a su rollo, sin prestar tanta atención al maestro de ceremonias. Y es en estas sesiones con un dj, tres pases por la noche, de 3 a 5 de la madrugada, antes del cierre cuando pienso que hay que darle una vuelta, hay que intentar hacer un show de propio de eso. Fue tan rápido, hace ya unos cuatro años y fui creándolo. Elegí 12 temas, Tell me why -ahora ni siquiera está-, Sultan of swing, y otros. Al principio era tema por género, pero pensé “¿y por qué no dos, y por qué no hacemos la mezcla de tres?”. Horrible. Más de 200 canciones escritas en una lista que aún tengo guardada. Pensé en mezclar cosas de películas, con visuales, que fuera un espectáculo. Iba empapándome de shows de ir a ver a Rihanna, etc. La verdad es que desde la presentación del espectáculo, el día 15 se cumplen tres años, a hoy no creas que ha cambiado tanto, ha cambiado la potencia, es brutal, pero la esencia es la misma, la de crear un show que no exista, es que no existe.


Más potencia con temas nuevos e inéditos.
Exacto. En estos años la gente ha ido pidiendo mis propias producciones y es algo que me ha hecho ilusión crear una cosa de cero. Pero cuando creo un medley también lo considero mío porque aunque me apoye en las melodías de otros es solo como una referencia. Me hace la misma ilusión que no se esperen cómo va a sonar ese tema, se va desarrollar y cómo se va a mezclar con el siguiente que crear uno propio. Hicimos Stop&Love y Mission muy rollo funky, muy negro, que me gusta muchísimo con dos artistazos, Noah Francis y Prodigal Sunn, uno de los integrantes de Wu Tang Clan, grupo mítico de los 90, de Brooklyn, de hip hop de los mejor que había. Y pensar que ha estado cantando conmigo, es 15 años mayor, cuando yo de él tenía posters. Las vueltas que da la vida que he acabado grabando un tema con él. Han sido dos temazos, los dos de amor. Stop&Love habla del amor a las mujeres, a tu madre, a tu hermana, novia, hija, etc., y encima con un toque algo agresivo: “Cómo no las ames, ven aquí que te vas a enterar”. Cómo una defensa. Mission habla de amor más de pareja. Están gustando y Mission no la ha escuchado en directo nunca nadie, la vamos a interpretar, por primera vez, en el Barts y, además, hay preparadas sorpresillas que no te puedo contar pero van a flipar, temas que me los pide la gente.

 


¿Es para flipar el tiempo que tardas en crear un medley?
Ocupa mucho tiempo hacerlo, puedes estar 20 días. La base la hago yo, siempre, desde principio a fin, con piano y con electrónica, claquetas… A partir de ahí empezamos a elaborar con la banda. Digo como quiero que suene el bajo, hago las cuerdas con el piano para que la viola haga lo que tenga que hacer, la batería toco para componer, pero todo es de oído.

¿Qué instrumentos te acompañarán en el escenario del Barts?
La banda la forman: el dj, Rubén García, que se ocupa de toda la parte de la electrónica, no solo pinchar, locuras… sonido, etc.; batería, Eloy López; Hayro Cabrera, saxo, trompeta y flauta; bajista, Rubén Alcázar; la cantante Yolanda Sicara, y Eulália Garcia, viola. La integración nueva, que viene, es la espectacular guitarra eléctrica de uno de los mejores que tenemos en el país, Danny Gómez, ha hecho los arreglos de Brian May, Queen, una bestia. Se ha unido a la banda y se estrena en Barcelona. Hay que tener en cuenta que el escenario del Barts no es muy grande, no te cabe una sinfónica. Si haces el Auditorio, que es una boca que flipas, metes a 25 cuerdas, cuando tocamos en Zaragoza tocamos con toda la orquesta Reino de Aragón, no hay problema. El show está preparado en ese formato, de hecho, a mí me gusta así, con violines, vientos,… pero depende del sitio.

Vamos a tu plato fuerte el piano, ¿qué piano te acompañará?
¡Bueno! Aunque no te cases con marcas es como decir que no te gusta un Ferrari. Es el Steinway & Sons, serie D. Es una maravilla. Hablamos de un piano de 150 mil euros. Está en el Barts. 


Muchos Red Bulls para "volar" en un trepidante show de casi dos horas lleno de energía y emotividad. 


¿Y en esa joya te subes encima?
No me dejan, la directora está enamorada del espectáculo pero no me deja. Mi mánager se ha inventado una estructura que crea el efecto óptico que desde los asientos parece que estés sobre el piano. Pero ¿alguien querrá al piano más que yo? Pero no va poder ser.

¿Tendrás joyas de tu propiedad?
Tengo varios pianos. Este, que tengo en el estudio está muy bien es un Shimmel de cuarto de cola, tiene casi 30 años; tengo un Pleyel en Granada que no tiene precio, una joya; un  Steinway & Sons de pared y, luego, electrónicos. 

¿Conservas el que tocabas de niño?
Es ese Pleyel, de Manuel de Falla tocado por él y Albéniz. Lo abres y tiene una medalla de oro de la exposición de París. Una maravilla. Es el piano que había en mi casa, pero se compró como antigüedad porque en casa no había ningún músico. Mi padre tocaba muy bien la guitarra de joven. Se compró por tener la oportunidad de tenerlo en casa. Estaba ahí, lo levantaba y sonaba fatal, suena fatal, porque son de marfil.

Tienes otro piano más.
Sí, sí, lo llevo tatuado en el brazo, todo un piano que me dibujo un amigo, Manuel, y aquí llevo las iniciales de los niños, MJ, Miki y Julia. Mucha gente me dice: “¡Ah! Michael Jackson” Y aunque digo que no, insisten, así que ya ni desmiento. 

¿Qué me cuentas de tus vistosas gafas, sello Deparamo?
Ya no me las puedo quitar, claro, ja, ja. Pero nunca lo hice con esa intención. Había llevado lentillas toda mi vida, pero llegó un punto que se me caían los ojos. El oculista me aconsejo que me pusiera gafas. Probé con unas rojas…

¿A juego con la corbata del banco?
Sí, sí, muy corporativo parecía un monigote. Un día me fui a comprar estas en transparente y sólo quedaban en amarillo. Y dije: “Bueno, va dámelas”. Me las gradué y me las puse y aquí se han quedado porque son las mismas, ya no las hacen. A veces, a guasa, me dicen: ¿Y Okley no te paga? No, no, qué pesados, ja, ja hago lo que me da la gana. 

Deparamo actuará el 18 de marzo en Barts y
el 3 de junio en el Teatro Nuevo Apolo de Madrid
Entradas: www.deparamo.com/tour





























¿Ganas de tocar con Pitbull?
Una de las experiencias de mi vida. No por tocar en un sitio más grande, para mí, es más heavy. A veces, he hecho alguna cosa en
casa, en Granada, en Albaicín, para 20 personas, o eventos privados, que es una pena que no puedas poner en las redes porque son particulares o marcas, pero en sitios espectaculares de patios de casas y menudo espectáculo. Pero hay que decir que el desembarco en Miami fue inolvidable. Primero ir con la intención de tocar en Miami y ver que lo vas a conseguir y, después, que no es solo tocar sino hacerlo el fin de año, con 7 artistas, tocar antes de Pitbull, ¡uff! fue una locura. Más de 200 mil personas. Es como cuando veía por vídeo, siendo un enano, a Freddy Mercury en Wembley, que eran menos. ¡Claro! que venían por Pitbull, pero tocas delante de ellas, la subida de redes sociales, a la semana siguiente entrevistas… Parecemos tontos aquí, vienes de tocar allí y es como que te respetan más. “El espectáculo que compartió escenario con Pitbull”, muchos titulares de ese estilo. Todo lo que ha traído después de esa actuación, todo ha sido positivo.

Todo eso ¿cómo te retroalimenta?
Me influye positivamente. No puedo decir que sea ego, porque no tengo tanto ego de artista, sino más ego de que funcione el espectáculo. Eso sí lo tengo, soy muy exigente si algo falla… Me molestaría que el espectáculo no funcionara, independientemente de toque como toque. Y veo que la reacción de la gente ayuda una barbaridad a seguir, a seguir. Por ejemplo, lo de Barcelona no es normal. Es muy difícil llenar un teatro de arriba a bajo sin promo. Porque, claro, tu puedes hacer que te coja una productora, que te meta gas, y te llena el teatro, pero es que nosotros no hacemos promo. Hacemos una cuña en una radio y las redes sociales y se llena, se llenan las butacas. Eso, eso, no tiene precio. Me regañan porque agradezco mucho en las redes sociales pero lo agradezco porque la gente ha venido confiada a ver el show, con su niño, con su padre…Me influye positivamente y, también, necesito estar en contacto con la gente, aunque sea por las redes sociales. Las personas que me siguen están contentas de todo lo que estamos consiguiendo. 


Además de banda, dj, cantante y sinfónica, los medleys se acompañan de proyecciones y efectos.



¿Un creador con una mente tan estructurada suscribe: “No hay mejor improvisación que una buena preparación”?
Totalmente, la improvisación es como un espacio, un gag, que tú dices “de aquí a aquí me muevo”, pero, no te vayas de ahí. Tú puedes improvisar pero hay que estructurarse. Un espectáculo es una empresa, cada uno tiene que marcar su rol. Desde los 20 años, ahora tengo 31, que formé una empresa de organización de coches deportivos, con 3 socios más, sin haber estudiado EADE, mi mentalidad se ha organizado, me ha dado orden, respeto a los demás socios, que si las actas, los objetivos, los balances, el “cuidado que esto va mal, esto va bien” Es un bagaje que, cuando monto el show, con 28 años, me hace estar más curtido en ese sentido y luego, personalmente, siempre he estado muy centrado. Me acababa de casar, tengo la misma novia desde los 18 años, con 31 tengo dos hijos. Esto me ha ayudado y siempre digo “Y lo que queda”. Quiero que el show sea mucho más conocido, poder hacer 50 espectáculos al año, colaboraciones, es una cadena que hay que ir poco a poco.


El músico es el embajador del concurso Musicathon Seat España.

Tendrá razón tu señora que todo está conectado porque una empresa de coches deportivos y ahora embajador del concurso Musicathon de Seat España. 
Soy un loco de los coches, corro en circuitos a nivel amateur, alquilo un coche, depende de lo que te puedas gastar, si alquilas un mini formula, una pasta, y te pegas unas vueltas, o te vas a karting, algo más asequible. Me apasionan también las motos pero tuve un accidente y llevo toda la parte superior de la espalda de titanio.


Por eso lo de Robocop.
Sí, sí, todo de titanio, 12 vueltas de campana, tremendo. 

¿En qué consiste el concurso Musicathon de Seat?
Es un orgullo que una multinacional, su sede española, confíe en ti como su imagen musical. Estoy muy contento y agradecido. Ahora lo que tengo que hacer es darle a la marca lo que ellos esperan. Dentro de un rato me voy a una de sus presentaciones, el Seat Ateca. La competición es espectacular, vamos a competir contra 5 países de todo el mundo México, Holanda, Inglaterra, Italia, Francia. Todos los músicos que quieran, de cada país, van a mandar sus temas y vamos a crear el logo de Seat, lo que salga en el anuncio. A mí, me toca elegir cuales son los mejores de España. De ahí, a Berlín a competir con el resto de países. Y quién gane, que vamos a ganar nosotros, nos vamos a los Ángeles a grabar. Hoy me han pasado el repord, pistoletazo de salida, y España, sobre puntos, 5000, México 4900 y el tercero estaba con mil puntos. O sea, que la reacción de España ha sido muy buena.

Y pensar tus primeras carreras fueron con un Suzuki rojo.
¡Ostras! (risas) Pareces mi madre. Sí, sí, ja, ja ¿de dónde has sacado esa información? Yo los coches, ¡uf!, y a mi padre siempre le han encantado y ha tenido de chulos. Sí, sí Suzuki rojo, lo tengo, lo tengo guardado. No sé qué edad tenía, unos tres años.

¿Para MiKi?
A Miki le compré otro, un Hummer porque corría más, muy gracioso.

Siguiendo con las conexiones ¿con qué otros músicos te gustaría conectar en tu espectáculo?
Una locura. Es uno de los objeticos del show que músicos grandes puedan colaborar porque el espectáculo no está cerrado a nada. Si puedes acercarte a los Reyes Magos pues ¡imagínate! intentar meter, digo actuales, un Bruno Mars, un Michael Bublé, Adele, Rihanna, no sé. Ya no solo músicos muy conocidos, que es fácil pedirlo, sino gente que, cuando el espectáculo sea más grande, pueda ayudarles a darse a conocer. Evidentemente, queda mucho camino para que sea una plataforma de lanzamiento pero por qué no. Dándole vueltas a la cabeza a eso. 

También da vueltas en bodas.
He tocado en tres bodas y han sido tres espectáculos igual o más divertidos que los que puede tener un teatro. La boda de las cavas, eso no fue una boda. De hecho, otro de los hermanos se casa ahora y toco en su boda, el día 17 de junio.

¿Ninguno de los RTP te pide como maestro de ceremonias?
Esto es impresionante que lo sepas, ¡wow! RTP es mi grupo de toda la vida de amigos. Tengo la suerte de tener mi grupo de amigos de verdad, somos 13, cerrado, y ahí no entra ni Dios. Miki fue el primer RTP engendrado, ja, ja. Viene de que con 14 años éramos unos locos de las motos, hubieron accidentes de amigos que se perdieron por el camino con las Scoopy, en la Arrabassada. Nos reuníamos siempre en un placita y se llamaba Racing Team Placita. Esto nunca lo he dicho en una entrevista. Luego se llamó Road to Paradise. Y mi sociedad de 6to6, la de los coches se llama Road to Paradise, S.L. Fíjate lo que ha dado la vuelta ese nombre.

Te voy a dar vueltas a la cabeza con frases célebres sobre la música.
Adelante.

Tolstoi: “La música es la taquigrafía de las emociones”, un tema que te toque la tecla emotiva.
Poem without words, de Anne Clark. Por lo que ese tema representa, uno de los temas con los que empecé y con los que acaba el show.

“La máquina del tiempo existe y es la música” ¿Qué músicos forman parte de tu patrimonio sentimental?
Michel Jackson, absoluto. Freddy Mercury y me ha influido mucho James Brown.

“La vida sin música sería un error”, Nietzsche. ¿Y la música con límites?
Otro. Es imposible encontrar un límite a la música. 


En el Auditori de Barcelona, cantando 'We will rock you' y Deparamo interpretando el solo de Brian May




















La vida es una sinfonía que intentamos componer con razón y pasión. ¿Qué elementos componen la sintonía de tu música?
Muchos elementos. Más de sensibilidad que de razón, y pasión, también, pero sobre todo mucha fuerza. Esta movida, show, disco, me da la posibilidad de pasar de un extremo a otro de ánimo. 

Un abanico de emociones.
Eso, un abanico de emociones que me permite ir a mi bola, con un orden. Es decir, ahora voy a tocar este tema solo a piano que vais a soltar la lagrimilla, ahora este que querríais estar sin camiseta y con una copa en la mano. 

Se pueden vivir esas emociones con la reedición del disco Music has no limits.
Total. Se grabó sin intención de hacer un DVD porque siempre me ha gustado documentar, en la medida de lo posible, todo lo que vaya haciendo. Hay vídeos de casi todos los conciertos. Me fui a Miami y me llevé a mi cámara, me hizo un reportaje. Grabamos un show en el Bars, con grúas, cámaras, pero sin propósito, que salió tan bien que se reeditó el disco, que ya está en la calle, se remasterizó, se añadió Mission, Stop&Love y se hizo el DVD. Es una pasada.

 Music has no limits, ha sido reeditado y contiene
nuevos temas y un DVD con el show en directo.
¿Y la camiseta que te regalo una espectadora, Maribel?
¡Ah! La tengo guardada, y menos mal que tuve dos porque este estudio se inundó entero en julio y tuve que volverlo hacer, la de cosas que tuve que tirar.

Si fueras mi gestor de banca ¿cómo me convencerías para que invirtiera mi dinero para unas entradas para tu show?
(Risas) Te convencería fijo porque era super buen gestor de banca. Serían los mejores
30 euros –lo que valga la entrada- que hubieras invertido porque invertirías en felicidad.


Frente al piano, en su amplio y completo estudio de Barcelona, donde Deparamo cocina sus creaciones. 





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